Saber la verdad es estar condenado a vivir bajo una mentira.
La tibia brisa hizo que Libia se tensará & se refugiara mas en el abrigo gris que llevaba puesto, no podía creer que le había pedido a Clever algo tan importante cuando la conocía perfectamente. Estaba mas claro que el agua, lo arruinaría, eso era seguro. Rodó los ojos al imaginarla haciendo una clase de estupidez, como solo ella podía hacerlas. Clever seguramente sería descubierta & Libia debería sacarla del lío (tremendo lío, conociendo a Clever).
Aguardo un poco mas antes de echar marcha hasta la casa de Phoe. El frío se le colaba hasta por las pestañas & le hacia castañear los dientes. Apenas era invierno en Toronto & debía tomar el primer tren para llegar a la mañana siguiente a su destino. Camino sin prisa, imaginando que Clever quizá estaba haciendo las cosas bien & que no iba a requerir de la ayuda de ninguna de ellas. Dejó escapar un estornudo & se enjugó la nariz con la manga de la chaqueta & se recordó el momento en el que Jev le había sonreído & la había besado en una noche como esas.
Oh Jev, no sabes lo que te extraño. Como quisiera besarte un poco más.
No contuvo sus recuerdos & sin querer se vio a su misma en la noche de fuegos artificiales en Seul, junto a Jev & é instintivamente sonrío. Demonios, recordarlo dolía más que pensar que seria capaz de olvidarlo.
No se dio cuenta de cuando pero ahora se encontraba llorando & esperando a que él viniera a salvarla, a secarle las lagrimas & acompañarla a donde sea que se dirigiera, pero estaba segura de que Shayer no lo dejaría.
Un nudo se creo en su garganta & dejo que sus ojos se nublaran de nuevo.
Shayer la odiaba, no sabia el por qué.
Después del largo viaje en el tren se dispuso a andar simplemente por el camino largo, Clever seguro estaba bien. Miro el paisaje & sin querer a las chicas que estaban por ahí. & observó un rostro conocido, & entonces se maldijo instantáneamente.
Clever intentó correr pero Libia era mucho más rápida & fuerte que ella así que cuando llegó lo suficientemente cerca, le jalo de la campera & la hizo caer hacia atrás.
-Te la voy a poner difícil si no me dices que has hecho lo que te pedí sin hacer ninguna tontería.
Su voz estaba algo rígida porque abetos frío & no quería que se notara, así que se escuchó como si hablase entre dientes. Corvera dudo por un segundo & entonces supo que algo andaba mal. Sus ojos grises no pudieron estar más congelados ahora.
