El diablo no tiene que ser un hombre rojo con cuernos & cola, él puede ser realmente hermoso, como un ángel caído.
Él era el favorito de Dios.Las voces se escuchaban muy cerca, golpeando en mi cabeza un pensamiento tras otro. Estaba realmente exhausta & solo quería sentarme a llorar en la cama como hacía todas las noches.
- Puedo matar a quien te puso así? -Peegunto Kit, envolvió sus brazos a mi alrededor & de repente me sentí mucho mejor, como si nada malo pudiese pasarme.- Sabes que mataría por ti.
Lo decía en serio, reí ante eso.
- No es necesario, te amo lo suficiente como para no querer que te lleven a la carcel. -Levante mi cabeza que hace minutos descansaba en su pecho e hice que me mirara, Dios, era más hermoso que el infierno.- Bésame, quieres? -Le rogué mirando sus labios.
Él se inclinó hacia mi & me besó de una forma tan cuidadosa & salvaje que me hizo sonrojar. Quería tener todo de mí en ese beso. Colocó una mano acunando mi mejilla para besar por última vez la comisura de mis labios, después me miró a los ojos & sonrió, beso mi frente, me abrazo fuerte contra su pecho & suspiró.
- Sabes que eso no puede pasar, verdad? Lo de ir a la cárcel. -Dijo dudoso.- No soy...
Me separe de él de repente, tanto que se espantó cuando lo empuje.
- Jamás lo digas, ya es suficiente con que mis padres no quieran que estemos juntos, no me vas a dejar o si? Qué es eso, una broma? -Pregunté alterada, me puse de pie de inmediato.- Dijiste que jamás tocarías el tema.
Camine hacia el tocador, Kit se paró del suelo inmediatamente & me siguió, me rodeó con los brazos, recargando su cabeza en mi hombro. Aspiro mi aroma & cerró los ojos.
- Lo lamento, prometo que nunca volveré a hablar sobre eso. -Dijo.- te amo tanto que sabes que jamás te dejaría, nunca. -Finalizó.
Estaba derramando pequeñas lágrimas, estaba entrando en pánico, yo no quería que me dejara nunca. Oí la puerta ser tocada & al girarme Kit se había ido.