Alex
Me subo un poco más las mangas de chaqueta al bajar del coche y antes de que pueda abrirle la puerta a mi chica, me doy cuenta de que ya ha bajado. Le sonrío un poco para que no se sienta incómoda, aunque parece tonto intentar que Amy no esté nerviosa cuando yo no puedo ni estar quieto.
-¿Preparada?_ le pregunto rodeándole suavemente la cintura, en un gesto de cariño.
-Sí_ me mira a los ojos y me sonríe_ Vamos.
Le devuelvo la sonrisa y caminamos hasta la puerta.
-Mamá_ digo cuando se oye un clic que indica que han descolgado el telefonillo.
-No soy mamá_ se queja una de las gemelas y yo sonrío_ ¿Qué te hace pensar que soy mamá?
-Nada, nada_ sonrío.
-No, ahora me lo dices_ es Clary, sin duda.
-Ábreme Clary.
-¿Cómo has sabido que soy Clary? Jo_ toso un poco y se oye un clic_ Ya está abierto.
Cuelga el telefonillo y miro a mi chica como comprobando que está lista. Ella me sonríe y yo la imito a la vez que empiezo a subir las estrechas escaleras pulcramente limpias.
-¿Por qué no usamos el ascensor?_ pregunta yendo tras de mí y dejamos atrás la primera planta.
-No lo sé_ confieso y suelto una carcajada_, no lo suelo usar.
-Te gusta hacer ejercicio, ¿eh?
-Sí_ digo_ Ya hemos llegado.
Estamos frente a una puerta marrón con una pequeña mirilla en el centro. Tengo una remota sensación... Me acerco sonriendo e intento mirar por el pequeño agujero. Un gritito de sorpresa me da la razón al pensar que nos estaban espiando y sonrío abiertamente. Miro a mi chica, que está con la boca abierta y en ese momento la cierra. La puerta se abre rápidamente y aparece mi madre con un vestido negro de encaje y unos tacones del mismo color. Pero, a decir verdad, lo que más llama la atención es esa despampanante sonrisa de oreja a oreja.
-¡Mamá!_ corro a abrazarla y empiezo a darle besos sin parar. La echaba muchísimo de menos, apenas hablamos desde este verano.
-Mi pequeño_ susurra y me abraza aún más fuerte. Yo la suelto poco a poco y ella me coge la cara entre sus manos, para acercar su boca a mi frente y darme un suave beso_ ¿Me vas a presentar a esta jovencita?_ pregunta sonriendo.
-Es Amy_ mi chica se adelanta un poco y le tiende la mano, pero mi madre la rechaza y se acerca a ella para abrazarla. Amy sonríe abiertamente cuando acaba el abrazo y tengo la sensación de que se gustan la una a la otra_, mi novia.
-Que chica tan guapa_ sonríe sin quitarnos la vista de encima y recuerdo a la mujer que hace unos años me preguntaba cada noche cuando le presentaría alguna novia formal_ Pero bueno, entrad que hace frío.
Le sonrío a mi chica y le hago un gesto para que pase delante. A continuación entro yo y cierro la puerta. Ahora solo queda...
-¡ALEX!_ grita Emma abalanzándose sobre mí y la cojo en el aire.
-Emma_ digo acariciándole el pelo_ ¿Me has echado de menos?
-Sí_ me coge la mano fuerte y me mira a los ojos_. Apenas has llamado.
-Tenía cosas que hacer pequeñaja_ le susurro_ Mira Emma, te presento a Amy.
-Hola Amy, ¿eres mi cuñada?_ pone cara de inocente esperando su respuesta y yo sonrío sin poderme contener.
-Sí cariño_ esboza una sonrisa y se agacha a darle dos besos a la niña.
-¿Y Clary? ¿Dónde se ha metido?_ empiezo a mirar por la habitación en busca de la gemela mas gruñona, pero no la encuentro.
-Dijo que iba a coger su barbie pelirroja para enseñártela_ dice la pequeña.
-Chicos, pasad_ mi madre nos conduce hasta el comedor, que está perfectamente decorado. Tengo que decir que siempre ha sido una buenísima anfitriona y eso se nota_ Servíos algo de beber.
-Yo quiero Fanta_ dice mi chica sonriendo y se levanta a coger su vaso.
-¿Fanta?_ pregunto sorprendido_ ¿Quieres vino?
-No, no, me apetece Fanta_ vierte un poco en el vaso y se lo lleva a los labios para beber un pequeño sorbo. En ese momento, Clary baja por la escalera con una barbie pelirroja en la mano derecha.
-Mira Alex_ dice levantando la muñeca en el aire_. Es pelirroja.
-¿Desde cuando existen barbies pelirrojas?_ pregunta Amy sorprendida y esboza una pequeña sonrisa. Se levanta de su silla y se acerca a saludar a mi hermana con dos besos. La niña se deja hacer, no sin refunfuñar un poco y después la obligo a que se acerque a mí.
-Nos costó bastante encontrarla_ confiesa mi madre.
-¿Cómo te va con los novios?_ pregunto curioso y le revuelvo un poco el pelo con la mano.
-No muy bien_ dice alicaída_. Yo tampoco quiero_ añade levantando la cabeza con orgullo.
-Yo tengo tres_ dice Emma orgullosa de sí misma y yo sonrío. Tres novios con tan sólo siete años, esta niña va a romper muchos corazones.
-Clary, te has manchado el vestido_ murmura mi madre regañándole.
-Mamá déjala_ le pido_. Clary, ¿por qué no te pones algo con lo que estés cómoda?
-¿Puedo mamá?_ la mujer suspira y asiente con la cabeza_ ¿Vienes Emma?
-No, yo estoy bien así_ contesta y cruza los brazos, como recriminándole que se vaya a quitar el precioso vestido.
-Amy, ¿vienes?
-¿Yo?_ pregunta sorprendida_ Sí, sí, claro.
Mi chica se levanta aún sorprendida y sube la escalera detrás de mi hermana. La pequeña se gira para comprobar que la sigue y yo le lanzo una última sonrisa a mi chica antes de que entre en la habitación. Me levanto de mi silla y me relleno el vaso con Coca Cola. Bebo un pequeño sorbo y descubro que la rubia Emma me está mirando.
-¿Qué miras?_ me doy cuenta de que he sonado un poco grosero.
-Estás distinto_ ladea un poco la cabeza como examinándome.
-¿En qué?_ pregunto curioso.
-No sé, antes no te arreglabas_ concluye con una sonrisilla_ y eras más grosero.
-No me he arreglado tanto, ¿no?_ me levanto y doy una vuelta sobre mí mismo. Me doy cuenta de que mi madre estaba apoyada en el marco de la puerta y en ese momento se gira para ver si le queda mucho a la cena.
-Un poco sí_ sonríe y me dan ganas de correr a abrazarla.
En ese momento baja mi chica con Clary y las miro sonriente. Mi hermana pequeña viene con unos pantalones con rotos y una camiseta ancha. Tiene un estilo un tanto... Peculiar.
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Cambios
RomanceAmy es una chica de universidad, de aspecto perfecto. Alex es un chico grosero y antipático al que nadie conoce lo suficiente como para darse cuenta de que no es como parece. Ambos esconden secretos, un pasado oscuro. ¿Quieres descubrirlos? Acompáña...