Capítulo 37

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Alex

Bebo el último sorbo de Fanta de naranja que me queda en el largo vaso y miro a Amy. Mi chica se está acabando aún su pescado y no puedo parar de mirarla. Emma mira a Clary como reprochándole que se haya puesto esa ropa y mi madre comenta la buena pareja que hacemos.

-¿Y cuando os pensáis casar?_ pregunta mi madre de repente. Yo casi escupo la Fanta que aún tengo en la boca y miro instantáneamente a Amy, que tiene una pequeña sonrisa.

-Mamá, aún no..._ digo, antes de que empiece a planificar la boda.

-Los jóvenes de hoy en día..._ se lamenta y se levanta para traer el postre. Se mete en la cocina durante unos segundos y aparece con un gran pastel de chocolate_ En mi época, el sueño de toda chica era casarse. En cuanto podíamos corríamos a preparar el ajuar.

-No han cambiado tanto_ interviene mi chica sonriendo_, aún existimos chicas que soñamos con casarnos_ ahora sí que escupo la bebida y me limpio rápidamente con una servilleta blanca. ¿Que se quiere casar? ¡Pero si somos muy jóvenes! La madre que me parió, ¿dónde me he metido?

-Clary, ¿cómo te va con mates?_ pregunto apresurándome a cambiar de tema. La niña con pantalones rotos me mira y sonríe, pero no contesta.

-Niño, no cambies de tema_ me riñe mi madre con el ceño fruncido. Yo resoplo y oigo la risa de mi chica a mi lado.

-Amy, no te rías_ digo imitando el gesto de mi madre, pero mi chica ríe aún más y yo no puedo aguantar y estallo en carcajadas.

-Los jóvenes de hoy en día..._ comenta mi madre moviendo la cabeza de un lado a otro a la vez que sonríe. Yo posiciono mi mano en el muslo de mi chica y ella pone su mano encima de la mía y me la estrecha suavemente.

-Mamá, ¿hasta que hora nos podemos quedar hoy?_ pregunta Emma colocándose bien en la silla.

-Os voy a dejar una hora más_ dice sonriendo_. Hasta las doce.

-Bieeeeen_ exclaman las gemelas dando un saltito en la silla.

-Pero no os acostumbréis_ les avisa cortando el pastel con un cuchillo para repartirlo_, es solo porque es Noche Buena y está aquí Alex con su novia.

Las chicas asienten y mi madre se apresura a darles su trozo de pastel de chocolate y una cuchara a cada una. Nada más tener el plato delante, empiezan a devorarlo con ganas y mi madre mueve la cabeza de un lado a otro. Siempre ha sido una mujer muy correcta, que nos regañaba en cuanto hacíamos algo mal. Mira a Amy y le sonríe. Le corta un gran trozo de pastel pese a que mi chica le pida que sea pequeño, y se lo da amablemente. A continuación me corta uno tan grande como el de Amy a mí y me lo empiezo a comer en seguida. Por último corta el suyo y todos nos sumimos en un completo silencio.

...

¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN! ¡DIN!

-Venga niñas, a la cama_ dice mi madre levantándose de la mesa_. Es tarde.

-Un ratito más_ pide Emma juntando las manos delante de su cara.

-Ni hablar, vamos, a la cama_ la mujer las empuja un poco por la escalera que sube a las habitaciones y sube con ellas sin prestar la más mínima atención a las quejas de las niñas.

-¿Nos vamos a dormir?_ pregunto a mi chica con una sonrisilla cómplice y le acaricio la mejilla con el pulgar de mi mano derecha.

-¿No quieres pasar más tiempo con tu madre?_ pregunta sorprendida mientras se deja hacer.

-Mi madre estará deseosa de irse a dormir_ digo sonriendo_. Nunca se queda tanto tiempo, es mejor que nos acostemos ya.

-Vale, como quieras_ me levanto de la mesa y entre Amy y yo llevamos todo lo que queda en la mesa a la cocina. En cuanto acabamos escucho a mi madre bajar la escalera hablando en susurros y yo sonrío. Seguro que las gemelas han conseguido que les cuente un cuento.

-¿Chicos?_ pregunta mirando de un lado a otro.

-Aquí mamá_ digo levantando la mano para llamar más la atención_ Nos vamos a dormir.

-¿Ya?_ pregunta torciendo la boca.

-Sí mamá_ le guiño un ojo y me acerco a darle un beso. A continuación se lo da Amy y las dos sonríen.

Mi habitación está un poco apartada de las demás, porque yo siempre quise estarlo. Le cojo la mano a mi chica y la apremio para pasar por un pequeño pasillo al lado de la cocina. Después giramos a la derecha en una esquina y allí, al final del pasillo, hay una puerta marrón cerrada. Sonrío levemente y nos dirigimos hacia ella. Miro a mi chica y giro el pomo suavemente, hasta que la puerta se abre y me deja ver el interior de la habitación.

-Que ordenada_ comenta la chica mirando alrededor.

-La habrá arreglado mi madre_ me adentro un poco y oigo el sonido de los tacones de Amy al seguirme_ Cierra la puerta_ le pido.

Nada más cerrar la puerta me siento en mi antigua cama y me bajo el pantalón. Noto la atenta mirada de la chica, pero yo no me detengo y me quito también la chaqueta, la corbata y la camisa. Recuerdo que por aquí había un espejo... Ah sí, a la derecha. Me acerco a él y me revuelvo un poco el pelo, hasta que veo a Amy justo detrás sonriendo con los brazos cruzados.

-Y ahora yo, ¿qué me pongo?_ pregunta sin dejar su perfecta sonrisa.

-Toma_ le tiendo mi camisa y me siento en la cama para no perderme detalle de su cuerpo.

-¿Puedes bajarme la cremallera?_ me pide acercándose a mí. Yo asiento enseguida y me incorporo. Rozo mi mano por su cuello y agarro la cremallera para bajarla. Al acabar beso delicadamente su espalda y Amy gime ligeramente.

-Siéntate anda_ dice dándome un pequeñísimo empujón para que vuelva a caer sobre la cama.

-Como quiera, señorita Johnson_ mi corazón no para de latir y lo acompañan unas punzadas de adrenalina cuando se baja el vestido y se quita el sujetador para ponerse mi camisa blanca. Tarda un poco en abrochársela, como para que yo pueda disfrutar un poco más. Cuando al fin lo hace, se deja dos botones libres, por lo que deja entre ver su pecho_ Estás buenísima_ se acerca a mí y me da otro pequeño empujón para que me tumbe_ Te voy a follar.

-Estamos en casa de tu madre_ me recuerda sonriendo y nos tumbamos juntos.

-¿Y?_ pregunto con una sonrisilla cómplice_ Es la habitación más alejada de la casa.

-Ya, pero aún así..._ se aparta un poco y yo cojo un mechón de su pelo y me dejo hipnotizar mientras lo toco.

-No te preocupes_ digo sin dejarle libre el pelo_, no lo haremos aquí_ la miro_. Quiero que la primera vez que lo hagamos juntos sea especial.

-Te quiero Alex.

-Te amo Amy_ la chica se acurruca a mi lado, yo la abrazo suavemente y la beso en la boca antes de empezar a oír que su respiración se relaja al quedarse dormida.


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