Paso número dos: impresionar a Brayden

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Nos separamos del grupo de staff y entramos al pasillo de camerinos. Es un angosto corredor con puertas a ambos lados y en ellas están escritos los respectivos nombres de los actores.

Pasamos leyendo uno por uno.

John Fernand.

Annie Greene.

Sarah Kelly Brayden West.

Alex Fallon.

—¡Espera! —le grito a Dexter, quien esta unos pasos más adelante que yo. Se para en seco y lee el nombre en la puerta.

"Brayden West"

—¡Es aquí! —exclamo emocionada.

—Parece que sí —responde y se dispone a abrir la puerta.

—¿Qué haces? —susurro apartándole el brazo.

—¿No quieres conocer al amor de tu vida? —pregunta desconcertado.

Claro que sí. Por supuesto. Pero no estoy lista, algo me falta: lo pudo sentir. Tengo que estar presentable para Brayden si quiero que se enamore de mí y vivamos felices para siempre. Me paso la mano por el cabello para desenredar algunos mechones.

—¿Qué tal me veo? —digo volteando a verlo. Dexter me escruta con la mirada de arriba a abajo para solo decir:

—Fenomenal.

Asiento con la cabeza y tomo aire. El mejor momento de mi vida está por ocurrir. Alargo mi mano. Cuando voy a abrir la puerta, esta se abre primero hacia nosotros.

Y todo pasa tan rápido.

Brayden aparece con una camisa roja y unos pantalones azul pitufo. Detrás de él, viene un hombre bajito y regordete con gafas y medio calvo del cráneo.

Los cuatro nos miramos por un micro segundo antes de actuar.

—¡Brayden! —estallo y corro a sus fornidos brazos.

Esto no era parte del plan.

Hola Brayden, ¿qué tal? Te ves bien.

No, tú te ves súper hermosa, Yaquelín.

Ese diálogo sí era parte del plan.

Abrazo a Brayden con fuerza, sin soltarlo. Escucho la risa estruendosa de Dexter a nuestras espaldas y veo al hobbit (asistente de Brayden) llamando a seguridad desde su articular.

Por fin me separó de él para verlo a los ojos, pero no tiene la cara de sorpresa que imaginé: sorprendido por mi belleza y simpatía. En cambio, su rostro muestra miedo y sé que está pensando: "¿¡Quién es esta loca de aquí?!"

Pero no me importa porque comienzo a hablar lo más rápido y nerviosa que puedo.

—¡Hola! Soy Yaquelín y tú eres Brayden West, aunque eso ya lo sabes pero no importa, el caso es que vine a visitarte a tu set...bueno no es tu set pero estas aquí, actúas aquí así que sabía que estarías aquí y quise conocerte porque desde hace años quería verte y conocerte. ¿Sabes cuantas posibilidades hay de poder conocerte? ¡Es maravilloso que pueda hacerlo ahora! Por cierto estas más guapo en persona que en las películas. Fíjate que tu cabello se ve más claro que en la pantalla grande ¿eso es normal? Pero no importa, me parece genial ya que estás muy guapo ¿ya te lo había dicho? Comoquiera quería confirmarlo por si no sabías. Oye, estas en mi habitación, tengo muchas imágenes tuya en mi cuarto. Por cierto me encantó como actuaste en aquella película donde tú... —Brayden comienza a alejarse.

Literalmente, mientras yo hablaba como pájaro loco, él se movía despacio hacia la izquierda. Cuando está medio lejos de mí corro para seguirlo. ¡Falta la foto y el autógrafo! Sin olvidar la boda.

Sin embargo, al momento que llego hasta él, debido a mi velocidad y supongo que a mi fuerza, lo empujo al suelo y caemos los dos juntitos. En eso los guardias de seguridad aparecen y lo levantan. Veo que su celular se ha caído al suelo. Lo tomo mientras me levanto.

—¡Brayden! ¡Tu celular! Se te cayó —aunque ya es muy tarde, el guardia se lo ha llevado.

 Tanto él como el hombre bajito han desaparecido. Me quedo sola con Dexter riendo a carcajadas y un policía que me esposa las manos.

Hora del plan B.




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