Plan de escena

40 5 2
                                    

A la hora de la cena, mis padres hablan sobre asuntos políticos de los cuales no quiero formar parte. Revuelvo mi comida con el tenedor. No tengo hambre.

Además, mi mente sigue dando vueltas al asunto de Brayden. 

***

Salivas ladra en la mañana. Sus estruendosos ladridos no me permiten seguir dormida. Maldigo entre dientes y prometo regañar a Salivas por ello. Me levanto y desayuno con mi madre. Papá ya se ha ido a la tienda.

No tengo nada por hacer al mediodía por lo que me paso viendo una película de Brayden en su celular. Tiene todas las películas en las cuales ha participado como el actor principal. 

Cuando ya es tarde, salgo con mis primos al parque.

El parque Sendere cuenta con dos canchas: una de fútbol y otra de básquetbol. Es tan grande el lugar por lo que existen dos áreas de juegos y un área para hacer ejercicio.

Su perímetro está rodeado por bancas, donde en una de ellas, encuentro a Melanie sentada con su celular. Dexter juega en una de las porterías de fútbol frente a ella.

—¡Primos! —grito para llamar su atención.

—Yaquelín —saluda Melanie apagando su aparato. Dexter se acerca a nosotras.

—¿Están listas para mañana?

Ninguna de las dos asiente con la cabeza.

—Oh. Por favor, chicas. Estamos a punto de conocer a una estrella y conservarla. ¿No les emociona?

—¿A ti, sí? —le pregunto con cautela. Conozco a Dexter muy bien. Sé que tiene segundas intenciones bajo la manga, aparte de querer ser el padrino de mi boda.

—Sí, mucho —se sienta en el suelo frente a nosotras, luego saca una hoja de papel de su bolsillo.

—Sobre todo el asunto, Dexter. ¿Qué ganas tú? —cuestiono. Aprovecho para sentarme y poner el celular de Brayden a mi lado en la banca.

—¿Gano? —pone una mano sobre su corazón—. La satisfacción de mirar sonreír a mi prima favorita.

Nadie le cree.

—Soy tu única prima —le recuerdo con él dedo índice.

—Y la más bonita —añade con una pluma en la mano. 

¿De dónde la sacó?

Bufo con todas mis fuerzas.

—Sigamos —prosigue Dexter mostrándonos el plano del parque. Hecho con sus feos garabatos—. Mañana a las 2:50 de la tarde tendremos que estar aquí. Yaquelín allá —señala un punto frente a la fuente—, Melanie acá —pone su dedo frente a las canchas—, y yo ahí. Frente a los helados de la esquina.

—¿Por qué tú estarás frente a las nieves? —dice Melanie mirando el mapa con detenimiento.

—Lo más seguro es que Brayden venga acompañado y debemos asegurarnos de pasar desapercibidos. Sin testigos. Además, defenderán a su chico estrella con toda su voluntad. Melanie y yo nos encargaremos de ello.

—¿Qué? —grita mi prima incrédula.

—¿Cuál es mi trabajo?

—Tú, Yaquelín, realizaras el trueque. Cuando nosotros creamos que el área está segura, nos acercaremos con el pañuelo y yo lo atraparé. Después Melanie pasará con el auto y lo llevaremos hasta tu casa. Una vez allí, el plan quedará en tus manos —habla tan rápido que hago un esfuerzo mayor para entenderle.

Plan de escenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora