Plan de escena

Dexter tiene un plan

Dexter suelta un grito ahogado.

Intento conversar la calma. No obstante...

¡Brayden está hablando conmigo! ¡Por el celular!

—¿En qué te puedo ayudar? —digo después de pensarlo muy bien.

—¿Cómo que en qué me puedes ayudar? —dice Brayden y su tono de voz revela que no está nada feliz—. Tú tienes mi celular, jovencita. No sé quién eres ni dónde estás pero quiero mi celular devuelta.

—Oh —es la única sílaba que logro articular.

Melanie tapa la el micrófono para que no nos pueda escuchar.

—No le digas quien eres, pude traernos problemas —susurra en mi oído.

Asiento con la cabeza.

—Y ¿por qué llamas si es tu propio celular? –—decido cambiarle el tema y desviarlo lo más que se pueda. Podremos llegar a un acuerdo si todos estamos calmados. Se nota que por el momento Brayden no lo está.

—¿Cómo que...? Es mío y me lo han robado. Lo primero que hice fue buscarlo en el set. Creí que lo olvidé. Ayer hablé varias veces a mi número desde el celular de mi manager, que es el que uso ahora, pero me marcaba ocupado.

Volteamos a ver a Dexter, se encoge de hombros y se ríe. Cuando hablábamos con Susan, él trataba de hablarnos al mismo tiempo.

—Así que cuando llegué a mi casa en la noche, llamé varias veces para buscarlo y nadie contestaba. Ahora, que es un nuevo día, marco y ¿qué me encuentro? Con una chica que tiene mi teléfono; porque estoy seguro que no eres mi representante ni estilista.

Hace una pausa. Recuerdo las llamadas perdidas. Eso lo explica todo.

—¿Quieres tu celular? —suelta Dexter de repente.

—¿No solo es la chica? Estás con alguien más —no es una pregunta sino una acusación.

—Mira yo...

Beap. Beap. Beap.

—¿Me colgó? —le pregunto a Melanie muy desconcertada.

Primero el llama a quejarse y luego nos termina la llamada.

—Mejor. Entonces, ¿qué haremos? —Dexter se para frente a nosotros, camina de un lado a otro, lo que me pone más nerviosa.

—Se dan cuenta que acabamos de hablar con Brayden West ¿verdad? —dice mi prima restándole importancia al asunto.

—¡Sí! —contesto.

Acto seguido, hablamos al mismo tiempo.

—¿Cuántos diálogos tuvimos?

—Fue sensacional

—Sabe que existo.

—OMG

—¿Y si después de esto nos casamos?

—Yo seré tu dama de honor.

—¡Chicas! ¡Chicas! —grita Dexter, no nos habíamos dado cuenta del tiempo que llevaba llamándonos.

Nos callamos en seco.

—Creo que deberíamos terminar este asunto. Sabía que tarde o temprano nos encontraría y pediría su pertenencia. Por favor, ¿Si pierdes el celular no haces lo imposible por encontrarlo? Estamos en el siglo XXI. Hagamos lo que pide.

Dárselo tan pronto significaría que todo habría acabado. No más charla con Brayden. Me quedo boquiabierta. Dexter lee mi expresión.

—¿Tu sueño no es casarte con él?