Muy Cliché

361 17 10
                                    

No sentía mis articulaciones, los tendones en mi pie doblado. Estire mi pierna lentamente para relajarla, antes de ponerme los zapatos de pointe.

Sonreí para mí, el rosa chillón de mis zapatos nuevos brillaba bajo las luces del estudio, divise mi rostro en el espejo, mordí mis labios con fuerza pensando en las ampollas que iban a aparecer en mis pies. La melodía triste se introduce dentro de mis oídos, evaporando mis dudas, haciendo florecer mis ganas de bailar, piso con fuerza y comienzo a conectarme con la canción, danzando lentamente, sintiendo el dolor punzante en mis pies. Hago el primer salto, bajando hasta el suelo lentamente, intentando no perder el equilibrio, mis tobillos ceden ante el peso y la falta de práctica y caigo al suelo. El dolor físico es opacado por la vergüenza y la frustración al no poder hacer un simple salto.

Debo comenzar a practicar con más fuerza, exigirme más.

Lo intento una y otra vez, hundida en sudor y un dolor profundo en los huesos y músculos, un dolor hermoso.

Con cada giro, salto y pirueta bien ejecutada me siento victoriosa, hermosa, siento que pertenezco a un lugar.

Cierro los ojos imaginándome una nueva rutina y voy desde el comienzo, exigiéndome más, porque debo hacerlo bien, debo ser perfecta.

Salto con fuerza, al terminar la canción intentando estabilizarme y recobrar el aliento.

Cambio mis zapatos rápidamente por unos converses, tomo mi hoodie gris para poder salir a la fría noche de Londres, el cielo se encuentra nublado y pequeñas gotas caen del cielo, acomodo mi capucha y corro hasta el auto, la cerradura no coopera y la lluvia cada vez es más fuerte.

—¿Acaso merezco esto?—Digo más fuerte de lo que pretendo.

"Posiblemente..."

—Creo que si Cassie.

Su voz me sobresalta como en el sueño, trayéndome recuerdos, sacándome de la realidad.

La lluvia cada vez es más fuerte, intento secar mi rostro y volteo lentamente para verlo, su pelo esta hecho un desastre, la barba de unos días se hace presente invitándome a acariciarla, sus ropas están tan mojadas como deben estar las mías, su mirada no deja mi rostro un segundo.

—¿Qué... Haces aquí?

—Quiero saber de ti, dije que me iba a alejar...—Camina lentamente hasta mí, la distancia que queda son cinco pasos—Pero no puedo aun...

Cuatro.

—No quiero...

Tres.

Dos.

—Dime que no quieres esto, dame una verdadera razón y prometo que me voy.

"I Hate You, Don't Leave Me"

Uno.

Las palabras se quedan atascadas en mi garganta, haciendo esto más complicado, hay una parte de mí que tiene ganas de acurrucarse en sus brazos ignorando el frío y la lluvia, pero hay otra que quiere correr en dirección contraria e ignorarlo por siempre, porque cuando estoy con él me siento débil, me siento vulnerable...

—Es el momento, di algo...

Mi mano viaja hasta su rostro, sorprendiéndome, sorprendiéndolo a él. La distancia entre los dos es inexistente, sus manos toman mis caderas con delicadeza, tomo sus hombros intentando no perder el equilibrio.

—¿Alguna vez te besaron bajo la lluvia?

Sacudo mi cabeza lentamente, hipnotizada por el sonido de su voz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Dark RoomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora