Dark Room

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Summer:

Mi teléfono suena nuevamente. Sé de quién es el mensaje antes de verificar mi teléfono, cosa que no quiero hacer, pero termino cediendo.

Por favor S, déjame estar a tu lado hoy, si no quieres no vamos a hablar. Te extraño.

La culpa se apodera de mí una vez más. Tendría que evitarlo o simplemente cambiar mi número, tal vez eso ayude.

Tan pronto como ese pensamiento surge, es reprimido, yo no lo voy a hacer. Porque hay una parte de mi a la que le gusta saber que el simplemente no se rinde.

Sirvo un poco más de vodka en un vaso, agradecida porque todos están ocupados.  Bebo el contenido de mi vaso sin parpadear, deseándome un feliz cumpleaños silencioso.

Esta noche es mía, la fiesta es mía.

Enciendo un cigarrillo y camino en silencio hasta el pequeño columpio situado al fondo del patio, podría liarme con cualquiera  en cualquier momento si así lo quisiera, pero él fantasma de Travis está aquí, atormentándome.

Pero tal vez él se rinda y me deje seguir.

Hay demasiados "tal vez" en mi vida en este momento. Solía adorarlos, ellos significaban posibilidades de un futuro abierto, pero incluso la magnificencia de lo desconocido me ha arrebatado.

¿Por qué demonios tenía que hacer esto? Si tan solo hubiera dejado las cosas fluir, si hubiera mantenido la boca cerrada...

Doy una calada más al momento que suena mi teléfono.

—Estas cosas te van a matar, lo sabes. —dice Pagan detrás de mí.

—Sí, no con la rapidez que esperas...

Lanza sus brazos alrededor de mí, casi ahogándome.

—¿Cómo están las cosas? —ella se recuesta en el pasto, apoyando sus manos en el piso.

Miro hacia los costados esperando que nadie este por aquí, confiada y con ganas de decirle todo, hablarle de mis ganas de viajar, de cómo encajo en el trabajo que me ofrecieron para poder hacerlo, de que sería la mejor cosa de la que seré parte alguna vez.

También podría hablarle de lo que paso con Travis, como estábamos planificando todo, como todo era perfecto y como lo jodí al alejarme de él.

—Están bien, mi último novio me engaño y casi no tengo cigarrillos. —esa era la excusa, esa era la mentira que había dicho, no querían que vean lo que en realidad pasaba, porque no quería que me aconsejen que siga con esto—Pero por lo menos tengo una corona y en mi cumpleaños número 20 fui cargada por unos jodidos strippers.

—Bueno, podríamos hacer que esto se ponga bien—salta poniéndose de pie—Hoy la intención es embriagarnos.

—Oh Dios  ¿Dónde quedo la chica que no consumía alcohol?

Molestarla se ha convertido en un pequeño juego para mí, pero trato de no presionarla demasiado. Por lo general.

—Está enterrada en el lugar donde está tu virginidad Summ, camina antes de que te deje hundirte en toda está mierda de melancolía.

Rio ante su comentario y camino con ella hasta la barra improvisada.

Intento no reír al ver a dos tipos  con los que me lié anteriormente hablando, están sentados en la misma mesa echándome una mirada.

Supongo que si no se enteran, estoy bien. O, pueden hacerlo y no me preocupa, si la memoria no me falla ninguno fue increíble.

Excepto Travis, me duele el pensar en el más de lo que quiero admitir.