Dan se había quedado confuso mirando por donde Amber había salido corriendo.
Sacudió la cabeza y alejó los pensamientos de averiguar que era lo que le pasaba, así que retomó su camino y fue a comprar su almuerzo que consistía en un simple sándwich y un jugo de frutas. Se sentó en su mesa de siempre sin la compañía de su amigo Matt, pero si de sus compañeros del equipo de fútbol.
Mientras empezaba a comer su comida, divisó a su hermano a lo lejos hablando con la amiga de Amber, Kate. Sintió curiosidad por saber de que hablaban.
Vio como Marcus le decía algo y ella le apuntaba la salida de la cafetería y el asintió en esa dirección y salió corriendo desapareciendo por ella. Dan ante eso dio a entender que se iba a ver como estaba Amber... lo que el no había hecho. Sintió como algo se le revolvía en el estómago y como su ira iba creciendo lentamente en su interior. Esto no eran celos... No lo eran.
—Ey! Malik!- le dijo Ben, un compañero de su equipo- deja estrujar el zumo, lo vas a exprimir mas de lo que está- dijo intentando hacer una broma.
Dan al darse cuenta dejo de apretar el zumo que ya había reventado y cogió una servilleta para limpiarse la mano.
—Am... yo... no se que me pasó- dijo confuso con el ceño fruncido... últimamente lo hacía mucho.
—Tio, ¿te encuentras bien?- le volvió a decir Ben.
—Yo... sí, solo... solo necesito tomar un poco de aire- dijo para luego levantarse y salir por una puerta que daba al exterior, al patio trasero del instituto.
Después de que Amber le contestase a Dan, se dirigió hacia los baños de chicas. Entró en ellos y se metió en el último cubículo para después cerrar la puerta tras ella y deslizarse por ella hasta llegar al suelo. No le importó que estuviese el suelo sucio... era lo menos que le importaba en estos momentos.
Tenía las mejillas sonrojadas por el llanto y le caían lágrimas de sus ojos empapando así sus mejillas. Se preguntó si alguien aparte de Dan, la había visto salir corriendo de la cafetería.
Cada vez iba sollozando menos hasta que ya no se oía ningún ruido en el baño, solo el de su respiración irregular. Encogió las rodillas hasta que tocase su pecho, y apoyó la barbilla en ellas y mantuvo esa postura por tiempo.Justo cuando iba a salir del cubículo, se oye que alguien entra en el baño y ella se sube a la taza del váter para que vean que ella no estaba allí.
—Amber- se oyó una voz masculina susurrar su nombre y ella se extrañó al oírla- Amber- se volvió a escuchar pero ella desconfiada, no se atrevió a mirar quién era esa persona que la llamaba.
Ella oía como esa persona abría los cubículos uno por uno y al llegar al último vio una sombra en el suelo posicionándose frente a la puerta. Intentó abrir dicha puerta, pero como le tenía pasado el seguro no podía y se asustó.
—Amber- dijo la persona tras la puerta- soy yo, Marcus- entonces ella reconoció la voz- ¿me abres por favor?
Al principio dudo un poco ante lo ducho por el rubio, pero al ver la suplica en la voz del chico, le quitó el seguro a la puerta y abrió la puerta lentamente.
—Hola- le dijo con una sonrisa sincera y poniéndose de cuclillas delante de ella.
—Hola- le dijo de la misma forma que el.
Se miraron a los ojos por varios segundos sin emitir ningun sonido, hasta que el rubio rompió el silencio.
—Kate me dijo... me dijo porque estabas aquí-ella bajó la mirada porque se sentía culpable por lo que había pasado- deberías de saber que no es culpa tuya- le dijo levantando le el mentón con la mano. Ella lo miró y veía sinceridad en sus ojos.
—Pero es que me siento mal... por lo que te pasó- dijo con los ojos cristalizados.
—No deberías- le afirmó- Yo... tampoco era que estuviese cómodo siendo la oveja negra de mi familia- rió con amargura.
—No lo eres- le corrigió. Para ella Marucs era alguien importante e irreemplazable.
—Si lo soy. No sabes lo horrible que se siente cuando parece que eres invisible delante de tus padres y que prefieren más a tu hermano- dijo con ojos llorosos y mirando a otro lado, pero aun sosteniendo el mentón de ella.
Al rubio le dolía que sus padres alabaran todos los éxitos deportivos que su hermano fue consiguiendo desde que empezó la secundaria. Por eso él quiso depositar su tiempo en mejorar su notas, sacrificando el relacionarse con otras personas. Quería que sus padres le reconocieran a él también.
—No lo eres- repitió Amber y le cogió con las manos la cara, y le obligó a que se miraran los ojos.
En los ojos de él, reflejaban dolor, pero también había un brillo en ellos que Amber no supo descifrar. Por alguna extraña razón, los ojos de Marcus, le parecían los más bonitos del mundo en esos momentos.
—Eres alguien excepcional Marc. No debes sentirte así. Eres muy importante para mí- le dijo mientras le acariciaba las mejillas con los pulgares y le sonreía levemente, recibiendo también una sonrisa por parte del chico- Salgamos de aquí- le dijo la ojiesmeralda.
Pero al levantarse, no pensaron que iba a ocurrir eso.
El rubio al inclinarse hacia delante, choco sin querer sus labios con los de la chica. Eran realmente suaves, y el labio inferior era algo mas grueso que el superior. Pero esta acción solo pudo avergonzarlos. A ambos. Con los rostros más rojos que un tomate maduro, se separaron rápidamente y salieron del cubículo en el que se encontraban, para luego salir de aquel baño.
Pero de lo que no se dieron cuenta que la puerta de aquel baño había sido abierta, y que ese accidentado beso, había sido visto por otra persona que iba buscando a la rubia.
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Secret Love [CANCELADA]
Teen FictionDespués de 12 años Louis ha sabido como ser padre... más o menos; y se siente orgulloso de como la niña de 5 años que conoció ahora es una chica de 17. Sin embargo no puede evitar seguir tratando a su hija como si todavía fuera una niña. Diversos ac...