Secret Love [CANCELADA]

Capítulo 19

—Soy Amber un placer.- la chica tenía una sonrisa sincera, y ninguno de los presentes podían salir de su asombro.

Cada vez que alguien entraba por la puerta de esa casa recibían una mirada desaprobatoria por tener una pareja homosexual al cuidado de dos menores. Por eso que aquella chica delante de la pareja los descolocaba, pero hacía que en sus pechos hubiese un sentimiento cálido, haciendo que casi llorasen de alegría.

El primero de salir del shock fue el hombre rubio—Me llamo Mark, y él es mi marido Kevin- señaló al azabache que parecía punto de estallar en llanto.

Amber al percatar de esto se acercó preocupada al mayor— ¿Se encuentra bien?

El mayor solo pudo asentir para después soltarse en llanto y abalanzarse a la chica y abrazarla fuertemente. Ella lo recibió en un abrazo igual al que el mayor le daba, y le daba pequeñas palmaditas en la espalda para calmarlo un poco.

Ya el ambiente un poco más calmado el azabache se separó de la rubia y se limpió el resto de lágrimas del rostro para después hablar— Pasemos a desayunar- recibiendo un asentimiento por parte de todos.

Al entrar en la cocina, se pudo apreciar un desayuno bastante elaborado. Había zumo de naranja en una jarra, café con leche por otra parte y una jarrita con un poco de té verde. Mientras que de comida podías ver cuencos con fruta picada con un poco de azúcar por encima, tostadas con mantequilla y por ultimo tortitas con sirope por encima de estas. La verdad... un banquete.

—Puedes sentarte al lado de Eri mientras te traemos un plato y cubiertos demás. No sabíamos que teníamos visita- se excusó el azabache mirando de soslayo a Jared mientras se sentaba en un extremo de la mesa y sus hijos en sus respectivos lugares.

Mientras el otro adulto cogía un plato, una taza, un vaso y cubiertos para dejarlos enfrente de la chica y esta los coloca—Gracias- agradece la rubia.

Ve como Jared coge un poco de zumo junto unas tostadas, su hermana Eri un poco de fruta con té y ambos mayores el café con leche y tostadas. Sinceramente, ella no sabría que coger, estaba acostumbrada a comer en demasía teniendo en cuenta el tipo de familia que tenía, y no sabía si sería demasiado descortés de su parte agarrar prácticamente toda la comida que había en esa mesa.

— ¿Te ocurre algo querida?- le preguntó el rubio a la chica al ver que todavía no había cogido nada para comer.

A Amber se le encendieron las mejillas y bajó la mirada— La verdad es que...- no sabía cómo decirles si podía comerse la fruta, las tostadas y las tortitas junto con el zumo de naranja y una taza de café con leche. Cuando iba a volver a hablar, su teléfono empieza a vibrar, dando una disculpa se levanta y se pone un poco lejos de la familia. Al mirar el identificador se da cuenta que es su padre, lo cual hace que frunza un poco el ceño.

— ¿Qué pasa?

— ¿Cómo que qué pasa? ¿Dónde demonios estas?

—En la casa de Jared, te deje una nota- Amber frunció un poco el ceño.