Secret Love [CANCELADA]

Capitulo 13

Era domingo otra vez, y como tal, los almuerzos familiares que se hacían en la casa de los Tomlinson. Pero irónicamente por cosas del destino, todas las mujeres de aquella enorme familia no habían ido llevándose consigo a sus retoños con ellas en el caso de Sophia.

Por lo que podríamos decir, que el ambiente era algo incómodo teniendo en cuenta que en el comedor se encontraba solo con los chicos, Marcus, Dan... y ¡OH! ¡Amber! Sinceramente no le importaba estar ahí, total, era su casa. Pero ser la única persona del género femenino en esos momentos, le estaba incomodando en demasía, y si a eso le tenías que agregar que tenía que pedirle un permiso de salida a su padre... pues preferiría estar en otro lugar menos en ese comedor un domingo con sus tíos, sus dos primos y su padre.

Suspirando, volvió a jugar con la comida que había en su plato. Estaba tan nerviosa por la reacción que tomaría su padre, que apenas había tocado la comida, por lo que esto no pasó desapercibido por Liam.

—¿Te pasa algo Amber? Casi no has tocado la comida- ante esto todos miraron hacia su plato y efectivamente apenas había tocado su comida a lo que ella acabó tensándose. Llegó el momento se dijo- ¿Estas enferma?

Negó soltando un suspiro y giró su cabeza hacia su padre- En realidad- empezó a hablar ella dejando sus cubierto a un lado del plato- Tengo algo que decirte y algo que pedirte- le dijo mirando a su padre con decisión a lo que el elevó una ceja.

—Te escucho- le dijo el prestándole total atención a su hija. A este punto, ya todos estaban atentos a lo que podría suceder.

—Primero decir que mamá ya lo sabe y por eso ella no está aquí igual que mis tías- empezó hablando con voz algo baja, casi en susurros, los cuales se escuchaban claramente ya que todos estaban callados. Volvió a suspirar, intentando de alguna manera de quitarse los nervios de encima-  Lo que quería decirte, es que he entrado al equipo femenino de baloncesto del instituto.- Soltó la bomba.

Miró a cada uno de los presentes y no sabía que representaba cada una de las expresiones de sus caras. Su tío Liam estaba con la boca abierta igual que Marcus de la impresión. Dan tenía el ceño fruncido y parecía molesto con la noticia.  Su tío Zayn con una expresión neutra pero por dentro se sentía incomodo. Su tío Niall estaba otra vez comiendo como si el tema no fueran con el, y su tío Harry parecía el único feliz por la noticia por la gran sonrisa que tenía plasmada en la cara.

En cambio no podía interpretar la cara de su padre. No parecía mostrar emoción alguna ante la noticia, y eso a Amber le alteraba los nervios aún más. Louis parecía tan tranquilo, era como si no le alterase, que su pequeña hija, la luz de sus ojos, su pequeño retoño, estuviese en el equipo de baloncesto femenino.

—Ya, ¿y?- le preguntó con la misma tranquilidad que tenía, que hacía que todos lo miraran extraño y que Amber se alterara más de lo que estaba.

—¿No te vas a alterar? ¿No me vas a gritar porque hice eso sin decirte nada?- le dijo

—¿Por qué debería? - le respondió volviendo a comer la comida de su plato- Al contrario, me parece bien que estes en baloncesto. A mi parecer es un buen deporte y por lo que he visto, se te da bastante bien. No se porqué debería prohibirte el jugar.- dijo mirándola. 

A estas alturas, todos estaban mirando a Louis como si le hubiese salido una segunda cabeza. Era demasiado bonito que Louis no dijese nada para impedir que su hija estuviese en el equipo. Esta situación estaba haciendo estragos en Amber, y podías apreciar como un ligero tic se apoderaba de su ceja izquierda y una sonrisa nerviosa se escapaba de sus labios. Ella sabía perfectamente, que esa tranquilidad que su padre tenía en esos momento no iba a durar mucho cuando le dijese que justo el día de su reclutamiento, le habían dicho que iban a hacer un campamento de entrenamiento el siguiente fin de semana. En ese momento, se le vino el mundo encima, porque sabía a la perfección que su padre no la dejaría ir, y si se escapaba las consecuencias iban a ser peores. Convencer a su madre sería fácil, pero si jugaba bien sus cartas con su padre, puede que la dejase ir. Por lo que lo único que pudo hacer como ultima opción, fue recurrir al engaño. Con Ayuda de Kate, hicieron una especie de contrato en el que se especificaba que Louis permitía a su hija asistir al campamento de entrenamiento y mucha más palabrería que hicieron y verificaron con un primo abogado de Kate para darle validez al contrato el cual, si Louis firmaba, no podría incumplir. Todo muy legal. Si señor.

Por lo que se levantó de la silla de donde estaba sentada con la mirada de todos en ella; y se acercó al mueble frente a ella, lo abrió y sacó el contrato junto a un bolígrafo.

—Antes que nada, necesito que firmes esto- le dijo extendiéndole el papel a su padre- Y no hagas preguntas- le comentó cuando vio que iba a replicar. Con un asentimiento, el cogió el papel y el bolígrafo y firmó. Una vez hecho esto, Amber volvió a coger la hoja junto al bolígrafo y volvió a guardarlos en el mueble. Con una pequeña sonrisa apenas perceptible, se giró y se volvió a sentar en su sitió.

—¿Que era la otra cosa que querías preguntarme?- le cuestionó Louis.

—En realidad..., es más un permiso que una pregunta- dijo jugando con su dedos. Toda la valentía que había tenido con el papel, se había ido por el caño.- Como ahora sabes sobre que estoy en el equipo de baloncesto-empezó despacio su explicación mirando las reacciones de su padre- Ellos todos los años hacen un campamento de entrenamiento  junto a los del equipo masculino para fortalecer nuestro juego.- la cara de su padre ya estaba empezando hacer muecas a cada palabra que decía de su campamento de entrenamiento, y todos los chicos tenían cara de burla-menos Dan que volvía a fruncir el ceño- Los entrenadores de ambos equipos han decidido de hacer el entrenamiento el próximo fin de semana- a Louis ya se le empezaba a marcar una vena en la frente- y como te dije antes, vamos a ir los dos equipos - le empezó un tic en una ceja, pero seguía sin decir nada- Mamá ya me dio su aprobación, y me falta la tuya.

Respiró hondo y miró a su hija— ¿Cuando te dio el permiso?

—Más o menos hace cuatro días- justo el día que había llegado de haber sido elegida como miembro del equipo, la entrenadora le había dicho que necesitaba el consentimiento de uno de los padres o tutor legal para poder ir al campamento. A lo que al día siguiente le confirmó a la entrenadora de su asistencia dicho campamento puesto que su madre le había firmado el justificante donde le permitía ir. Por eso mismo, estaban teniendo esta conversación con su padre, la cual había dejado en espera por miedo de la reacción de su padre.

—Me niego a dejarte ir. Si fuese sólo las chicas te lo permitiría a duras penas. Pero por dios, van a haber chicos allí, los cuales tienen las hormonas disparadas a esa edad.

—¡Pero no voy a estar sola llena de testosterona en una sola habitación! Voy a compartir habitación con otras chicas.

—Me importa poco si parezco el malo de la película, pero te he dicho que no. No vas a ir y punto.- con el ceño fruncido, Amber se levantó de su sitio apoyando las manos encima de la mesa.

—No quería recurrir a esto, pero no me has dejado más opción- se dirigió al mueble y con pesar, sacó el papel de hace un momento-  Este papel que firmaste- le enseñó el papel- dice explicitamente que me permites asistir al campamento de entrenamiento que se hará la próxima semana y más cosas. También decirte que si te niegas tendrá consecuencias de las cuales no me haré responsable y que tendrás que enterarte mediante el número de teléfono que viene debajo.

Todos se quedaron asombrados ante las palabras de la rubia de la familia. Silencio era lo que se escuchaba antes de que Niall y Harry rieran en carcajadas. Habían puesto a Louis entre la espada y la pared, pero todos sabían en esa mesa que, esta batalla la había ganado Amber, y que sin duda iba a ir a ese campamento.