Capitulo 16: Campamento parte 3

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Domingo

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Domingo

Cuando se despertaron esa mañana todo seguía siendo igual que el día anterior.  Jared ignorando a Amber y ella intentando acercarse a él para poder hablar.

El desayuno volvió a ser igual que el día anterior, sin embargo cada uno en una punta del comedor diferente. Sinceramente ninguno de los dos tenía hambre, jugaban con sus respectivas comidas en las bandejas que tenían en frente. Aun así tenían que comer algo si no querían sufrir un desmayo o algo parecido en el entrenamiento. Dando un suspiro, Jared se levantó y cogió la manzana que tenían como parte de su desayuno y salió del comedor bajo la atenta mirada de su mejor amigo. Por otro lado Amber sentía que se ahogaba en ese ambiente y la actitud evasiva del de ojos chocolate no ayudaba, por lo que imitando a Jared, cogió su manzana y una botella de agua salió del comedor. 

Cuando salió cerró los ojos y respiró profundo, aspirando en aire limpio del bosque. Al abrir los ojos de nuevo, se encontró con que Jared estaba frente suyo mirándola, pero sin prestarle atención. Amber pasó por un lado de él y se dirigió al bosque, sin adentrarse mucho en el. No quería perderse. Cuando tuvieron el último entrenamiento la tensión que habían sentido todos el día anterior, ya no estaba. Aunque no se vieron venir que Amber y Jared tuvieran que enfrentarse entre sí. 

Los entrenadores habían decidido que en vez de hacer mini partidos de cinco contra cinco, hicieran un uno contra uno, viendo el potencial de cada uno de los jugadores, tanto del equipo masculino como femenino enfrentándose entre si. Y la competencia había quedado entre la rubia y el de ojos chocolate. Los dos habían demostrado desde el primer momento el gran potencial que tenían ambos derrotando a sus contrincantes, y ahora que ambos se estaban enfrentando, ninguno daba su brazo a torcer. La victoria sería para aquel que encestase cinco veces, y de momento iban empatados a tres. Pero el tema se iba alargando y ya era hora de volver a la ciudad.

Tomando una bocanada de aire los dos, se miraron cada uno a los ojos, y cuando vieron que la mayoría de gente ya se había ido, la chica habló.

—Esto no se queda así.- Se dio la vuelta y recogió sus cosas.

Jared hizo lo mismo y recogió las suyas y caminó hasta el autobús que los iba a recoger. Se subió y se sentó en uno de los asientos del fondo. Sacó los auriculares y se dedicó a escuchar música. Vio que su amigo se sentó a su lado pero no le dijo nada. Sabía que quería explicaciones sobre su actitud durante el fin de semana... explicaciones que nunca llegarían porque no le iba a decir nada.

—¿Me dejas ese sitio?- por el rabillo del ojo pudo ver a Amber hablando con su amigo.

El chico se le quedó viendo de arriba a abajo. No se esperaba que le dijese que se quería sentar donde el, junto a su amigo teniendo en cuenta su comportamiento durante el fin de semana. Giró su cabeza a ver a Jared, pero este no le prestaba atención. Estaba más entretenido viendo moverse las hojas de los arboles por el viento. 

Suspirando se levantó cediéndole el asiento a la chica, a lo que ella le respondió con una sonrisa sin mostrar sus dientes. Una vez que todos ya estaban sentados, el autobús arrancó y puso rumbo hacia el instituto, donde de ahí, cada uno se iría a sus respectivos hogares. Durante todo el viaje Jared pasó de Amber y ella de él.

Cuando llegaron al instituto, Amber fue una de las primeras en bajarse del autobús y coger sus cosas pero se quedó parada enfrente de la ventana donde aun podía ver a Jared; con los brazos cruzados. El chico bajó y cogió su mochila y se la colgó al hombro, se quitó los auriculares y los guardó. Cuando levantó la vista vio como la rubia se acercaba a él.

—Sígueme- le dijo para luego girarse y empezar a caminar sin mirar atrás. Sabía que el chico la iba a seguir. Mientras que el de ojos chocolate solo pudo bufar y seguir a la chica delante suyo.

—¿Se puede saber porqué vamos a tu casa?- fue Jared el que rompió el silencio dándose cuenta hacia donde iban, después de un rato caminando.

—Necesitamos hablar- fue lo único que recibió de su parte.

—No tenemos nada de que hablar- le respondió a la defensiva, e intentando darse la vuelta para irse a su casa pero una mano en su brazo le paró.

—Mira- dijo soltándole y suspirando- Tenemos que hablar sobre lo que pasó ayer aunque no te guste- el chico desvió la mirada- pero se que no vas a hablar tan fácilmente, por lo que vamos a acabar con el uno contra uno. Si gano yo me dirás todo lo que quiero saber, si ganas tu, dejamos el tema por la paz. Pero a cambio de eso me gustaría que dejases de evitarme. ¿Trato?

El chico la miró durante unos segundos para luego suspirar y asentir. Volvieron a retomar el andar hasta la casa de la chica. Cuando llegaron, se podían oír voces algo tenues, lo que hizo extrañar a la chica, que sacó el móvil de su bolsillo del pantalón a mirar la hora, lo que hizo que chistara. Todo bajo la atenta mirada del chico de ojos chocolate. 

Sacó sus llaves y entraron en la casa. Le indicó al chico que dejara la mochila al lado de la suya, que estaba a un lado de la puerta, y se dirigieron al jardín donde las voces se hacían más altas cada vez que se acercaban.

—Estoy en casa- dijo Amber apareciendo por la puerta, haciendo que todos los presentes la miraran. Sin embargo sus miradas se centraron en el chico que la venía acompañando.

Si ella se hubiese acordado que los domingos sus tíos y primos iban a su casa a comer y que por ende se iban tarde, le hubiese dicho a Jared de ir al parque cerca del instituto.

—Cariño... hola- su madre fue la que rompió el hielo- ¿Quien es tu amigo?

—Jared Wilson, un placer- contesto el chico con un tono de voz demasiado educado, lo que hizo a Amber girarse a verlo y levantar una ceja. Él no es así, y lo único que recibió de él fue una sonrisa ladina.

—Wilson- el aludido al oír su nombre se giró. Detrás suyo estaba Dan mirándolo con el ceño fruncido. Le era desagradable para la vista... y el sentimiento era mutuo.

—Malik- dijo con un tono absurdamente alegre- No sabía que el as del equipo de fútbol supiese como me llamo. Me siento alagado- dijo exagerando aun más el tono de voz; poniendo una mano en el hombro del chico delante del él. Este si era el verdadero Jared que la rubia conocía.

Dan solo pudo ver la mano en su hombro con asco y se la quitó de encima y encaró a la rubia—¿Que hace este aquí?

Todo el mundo estaba atento a lo que sucedía entre los adolescentes. Sabían que no podían meterse en asuntos que no les incumbían. Aunque Louis estaba que saltaba de su sitio por ir y coger a su pequeña del brazo y alejarla de aquellos chicos. Sobre todo del castaño más bajo, que no conocía.

—Venimos a utilizar la canasta- le respondió. Era la primera vez que veía al chico tan a la defensiva. ¿Podría estar...? No no, eso sería imposible ¿Verdad?

—Será mejor que me vaya.- dijo el de ojos chocolate empezando a caminar por donde había venido, pero otra vez fue parado por la mano de la rubia.

—Tu no te vas a ningún lado. Tenemos que hablar de lo que pasó ayer- le dijo mirándole a los ojos.

—¿Que pasó ayer?- esta vez fue Louis el que preguntó de manera algo agresiva.

Los dos chicos desviaron la mirada algo sonrojados haciendo saltar las alarmas del padre y del chico delante de ellos.—Nada- fue lo que dijeron ambos rápidamente.

Tomando la mano del castaño, Amber se fue directo hasta la canasta y cogió el balón que había cerca tomando la posición ofensiva y Jared la defensiva.

—¿Listo para hablar?- le dijo ella botando la pelota.

—¿Lista para quedarte con las ganas?- le respondió el chico defendiendo la canasta.

Secret Love [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora