Después de 12 años Louis ha sabido como ser padre... más o menos; y se siente orgulloso de como la niña de 5 años que conoció ahora es una chica de 17. Sin embargo no puede evitar seguir tratando a su hija como si todavía fuera una niña.
Diversos ac...
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Capitulo 25: Como padres 6 parte 1
Se sentía realmente cálido a su lado.
Si por ella fuera no se levantaría de su lugar. Aunque las piernas las sentía algo entumecidas.
Ahí se dio cuenta de lo que había ocurrido por la noche. Se había quedado dormida en el sofá mientras veía una película con Jared a su lado. Inevitablemente una sonrisa, aunque pequeña y disimulada, se empezó a vislumbrar por sus labios.
Acomodándose un poco más, se acercó todo lo que pudo hasta el pecho del chico quien al sentir el movimiento apretó más el agarre que tenía en la chica inconscientemente.
Lo que Amber no contaba era que una pequeña rubia y un pelinegro miraban aquella escena.
Eri tenía una sonrisa divertida plasmada en sus labios mientras que Brandom estaba temeroso a unos pasos de la chica. Eran apenas las ocho y media de la mañana, muy temprano para ser un sábado. Ambos se habían despertado realmente temprano y al abrir los ojos se dieron cuenta que los dos mayores que tendrían que estar durmiendo a escasos centímetros de ellos no se encontraban en la cama, ni en la habitación incluso.
Decididos, se levantaron de la cama y fueron hacia la puerta. Al abrirla, los dos jóvenes giraron sus cabezas hasta ver de donde provenía el ruido que recién habían escuchado dándose cuenta que ambos se habían despertado a la misma vez y estaban saliendo de sus respectivas habitaciones. Les fue inevitable correr la mirada hacia otro lado y que un leve sonrojo -más fuerte en la chica- les apareciera en sus mejillas.
—Bu-buenos días- dijo en un tartamudeo el chico mordiéndose la lengua por trabarse en un simple saludo; aún con la mirada lejos de la chica.
—Buenos dí-días- la chica le dijo de igual manera sonrojándose más por haber fallado de igual manera aquel simple saludo.
Girando lentamente sus cabezas se volvieron a mirar. Pero el contacto visual fue mínimo ya que nada más verse volvieron a girar sus cabezas. Por la mente de ambos no paraba de pasar que el contrario se veía adorable recién levantado.
Dejando el bochorno de lado, se pusieron en marcha hacia las escaleras para dirigirse al piso inferior. A paso lento bajaron cada escalón de la escalera sin decir ni una palabra sumiéndose en un silencio que a simple vista parecía ser incómodo o incluso asfixiante al contar con el silencio que brindaba la casa; pero que realmente era uno realmente cómodo.
Caminaron hasta la cocina como primera opción pensando que los dos mayores se encontrarían ahí quizás haciendo el desayuno... pero allí no había nadie.
Se miraron y encogiéndose de hombros salieron de aquella habitación para dirigirse hacía la sala intentando tener más suerte. Y, oh vaya. Parecía que se habían ganado la lotería.
Se los habían encontrado durmiendo realmente pegados uno del otro.
—Espérame aquí un momento- le dijo al chico a su lado en un susurro para que los otros dos no se despertaran si llegasen a hablar alto.— Y no hagas ruido.