Capítulo 1

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- Te echaré de menos, hermanita...

- Y yo a tí Kate. - Anastasia abrazo a su hermana mayor y se colgó el petate en la espalda.

Bajo el sendero que separaba su casa del taxi y regreso a mirar, se despidió con la mano de su madre, padre y hermana. Entro en la taxi que la dejaría en la estación de tren de Seattle. A partir de ese momento la tranquila vida de Anastasia Steele canviaria radicalmente.

Llego al vagón jadeando, casi pierde el tren por el tráfico. Miro el billete y se fue a su asiento. Dejo su petate en la parte de arriba, pero antes cogió uno de los libros que se había traído, el viaje sería largo. Había mucha distancia entre su casa y el campamento Pendleton. Los asientos eran de cuatro, separados por una mesa. En uno de sus asientos vio a un hombre.

- Hola - Saludaba mientras se sentaba delante de él, dejándo el libro en la mesa.

- Hola - Dijo el hombre, que al levantar la cabeza se quedó embobado ante tal belleza que tenía delante.

Anastasia cuando vio al hombre que tenía delante, pensó que no podría leer con tranquilidad, delante suyo había el hombre más guapo que jamás había visto. Era perfecto.

- Soy Christian... - Y le regaló una sonrisa. Ana se sonrojo y las palabras se fueron de su mente.

- Ana - Logro balbucear.

El tren ya estaba en marcha, y pararía en algunas ciudades, eso significaba que el viaje duraría muchísimo tiempo.

- ¿A dónde vas? - Preguntó Christian, con curiosidad.

- A Los Angeles - Contesto Ana, con cierta timidez. Habían estado en silencio durante un momento. Los dos estaban intentando leer, pero no se podían concentrar. - ¿Y tu?

A Christian se le dibujo una sonrisa, él también iba a Los Angeles. Ana al saberlo también sonrió.

- ¿Que lees? - Está vez la que pregunto fue Anastasia, sentía curiosidad por saber que leía. Ya que no pudo distinguir el título de la obra.

- Moby Dick - A Ana le vino a la mente el día que se ha acabo ese libro, estuvo llorando por horas, por la muerte del oficial. Tenía 15 años cuando se lo leyó. Le encantaban los libros. - ¿Y tu?

- El jardín secreto.

Estuvieron un mucho rato haciéndose preguntas, una cada uno. Hablaron mucho, de todo tipo de cosas. Menos de porque iban a Los Angeles. Christian se había montado su propia película en su mente, pensando que Ana era modelo e iba a probar suerte en la gran ciudad. Pero era todo lo contrario ella iba a entregar cuatro años de su vida a la marina, para hacer feliz a su padre.
Ana también se había montado su propia película en su cabeza, ella pensaba que él era un actor e iba a Los Angeles hacer una película. Pero también se equivocaba. Lo que los dos no sabían era que Christian, iba ser el instructor de Anastasia en el campamento de Pedleton.

- Mi hermana mayor me atropelló con su bicicleta, cuando tenía 6 años. Y me hice esta cicatriz. - Se retiró el pelo, dejándo mostrar la pequeña cicatriz que tenía en el cuello. Christian se empezó a reír.

Había pasado tres horas, desde que el tren se puso en marcha. Cualquiera que los viera ahora dirían que eran amigos de toda la vida o incluso novios, los dos tenias esa mirada brillante. La típica mirada de un par de enamorados.

- Eso no es nada, mi hermano pequeño... Hubo un tiempo en que se creía un perro y un día no le di el cómic que quería, porque lo estaba leyendo yo, se puso a ladrar y comenzó a rodearme a cuatro patas, a mi me parecía muy divertido, pero luego me levanto el pantalón y me mordió en la pantorrilla. Me caí en el suelo llorando del dolor, pero eso no es lo mejor, luego se meo encima mio a estilo perrito... - Levanto la pierna y le enseño la marca de la mordida de su hermano. - Pero aún así lo quiero mucho a ese enano... Hay Elliot - Dijo en un suspiro.

La amo, SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora