Capítulo 25

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Pasaron las semanas y todo iba perfecto, a Anastasia ya se le comenzaba a notar la barriga, y eso a Christian lo volvía loco. En Liverpool todo estaba yendo de maravilla, su pequeña casa ya estaba dando forma con muebles y todo eso... EL Ex-Sargento Grey se ocupaba de su novia a todo momento, para él era una muñeca de vidrio que ne cualquier momento podía romperse, era muy atento con ella y eso a veces a Anastasia le irritaba mucho. Ya que ella no se veía como una muñeca de vidrio si no como una super mujer, que podía trabajar y cuidar de su casa al mismo tiempo. 

- Oye Christian - Dijo Ana mientras se incorporaba de la cama. - Creo que ya es hora de decirles a nuestros padres sobre este pequeño intruso que tenemos aquí. - Cogió la mano de su amante y la dirigió a su barriga.

- Hola bebe... - Christian se restregó como si fuera un gato en la barriga de Anastasia - No hagas caso a tu madre, no eres ningún intruso, eres el sol de papi y la luna de mami. 

Ana se reía, él se veía tan adorable haciendo esas cosas... Que le daban ganas de que el bebe naciera ya, para ver que más cosas extravagantes hacía el Señor Grey.

- Christian, ahora enserio - Decía Ana mientras se calmaba de su pequeño ataque de risa. - ¿Se lo decimos antes de que vengan o cuando ya estén aquí?

Los padres de ambos vendrían a Liverpool a vistarlos, ambas parejas se habían puesto de acuerdo para viajar al mismo tiempo. Y para eso solo faltaban dos semanas.

- Creo que ya que vienen les decimos cuando estén aquí. ¿No crees?

Anastasia acepto, ella también creía que era mejor de esa manera. Ya organizaría una cena o alguna cosa por el estilo para dar la gran noticia de su embarazo.

- Bien Señor Grey, ahora que ya hemos hablado de cosas serias podemos seguir con lo que estábamos haciendo antes. 

Él sonríe y se abalanza hacia a ella para besarla y hacerla de nuevo suya.


. . .


- ¡Mama! - Chilla Christian cuando ve a su madre en el aeropuerto. 

Va corriendo hacia ella y la aplasta en un fuerte pero que muy fuerte abrazo. Ana hace lo mismo pero más civilizadamente y sin hacer ningún espectáculo. Pero le encanta que Christian sea así. 

- Yo también te he echado de menos mamá, aunque no lo demuestre de esa manera... - Anastasia señala a Christian y Carla ve como el aún sigue abrazado a Grace como si ella fuera un árbol y él un Koala.

- Te creo hija, te creo. 

- ¡Ana banana! - Dice su padre que aparece con un montón de maletas. Y llega ese momento en el cual se intercambian los papeles Christian y Anastasia. Ella se lanza hacia su padre y se queda como instantes atrás estaba Christian y su madre, pegada a él como un koala.

Sin lugar a duda, Christian es un niño de mamá y Anastasia es una niña de papá

Los cuatro llegan a casa entre risas y anécdotas. la pareja les enseñan sus habitaciones a sus padres y los dejan tranquilos para que instalen y descansen. 


. . .

Ya habían pasado dos días desde que Carrick, Grace, Carla y Ray habían llegado a Liverpool. No se quedarían mucho tiempo, ya que su vida en Seattle era muy ajetreada. Serían siete días en la fantástica ciudad del Reino Unido. 

Hoy tocaba cenar en un restaurante de categoría en el centro de la ciudad. Por supuesto era comida típica de la zona. 

Christian y Ana ya se habían puesto de acuerdo para decirles a sus padres lo del bebe y ese momento sería durante el postre, no sabían si iban aguantar a hasta ese momento. El camarero les sirvió el primer plato de la noche.

- ¿Y que tal en el trabajo hijo? - Preguntó Carrick. 

Y él no pudo aguantar más.

- Bien papá, Ana  yo estamos embarazados. -Dijo sin más. 

Los cuatro se miraron sin comprender mucho lo que había pasado hace un momento. Grace no había entendido lo que había dicho su hijo ya que lo había dicho tan rápido que no vocalizó. Ray, lo entendió a la perfección, pero no sabía como reaccionar, Carla no estaba prestando mucha atención en el momento de la conversación y Carrick no lo había escuchado bien, porque tenia el sonotone en volumen bajo.

Anastasia golpeó por debajo de la mesa al brillante ex-Sargento Grey. Mientras se ruborizaba a más no poder. 

- Que dijiste hijo, no entendí bien. - Grace se puso un mechón del pelo detrás de la oreja, para escuchar mejor. 

- Están embarazados - Dijo Ray con los dientes apretados. En ese momento la realidad lo había golpeado, su Ana banana, sería madre. Y eso Ray no lo podía cambiar.

-¡Ohh! Felicidades... - Carla se acercó a su hija y la abrazó.

Después de ella vinieron los demás y la abrazaron. Ray, aceptaba de buena manera a Christian, pero eso no hacía de que un par de miradas asesinas fueran dirigidas hacia él.

Aunque esperaban sus padres se lo tomaran un poco mal, sus reacciones no eran las que esperaban. Estaban bastante contentos con la noticia de que volverían a ser abuelos.


. . .


Unos meses después, Ana ya se le notaba mucho la barriga y ya estaba de baja por maternidad. faltaban unas semanas para que el bebe naciese. Y su boda ya estaba casi organizada. Había tenido mucho tiempo, ya que no soportaba estar en casa sin hacer nada, mientras su hombre trabajaba mucho para darle lo mejor a ella y a su futuro niño.

- Cariño ya estoy en casa- Grito Christian en la entrada de la puerta mientras se quitaba los zapatos.

Anastasia con el embarazo se había vuelto un poco perezosa y ni se molesto en salir de la pequeña biblioteca que tenían, para recibir a su guapo futuro-marido.

- Estoy aquí. -Dijo ella desde el sofá que había en la biblio.

Cuando Christian se asomó por la puerta ella se levanto para darle un beso. Pero noto un fuerte dolor en la barriga y agua entre sus piernas, se dio cuenta que había roto aguas.

Ella grito, él grito. Los dos estaban gritando. Christian no se daba cuenta de la situación Ana balbuceaba cualquier cosa dandole a entender a Christian que su futura esposa se estaba volviendo loca.

- Ana no te entiendo. - Christian no sabía lo que quería.

- ¡¡¡¡¡¡Gilipollas de mierda, acabo de romper aguas!!!!!! 

Anastasia comenzó a insultar a todo y a todos. Christian se quería reír, pero cada vez que el curvaba sus labios, Ana le decía lo primero que se le venía a la mente, y no eran cosas bonitas. 



Un montón de horas después, nació Tedd Grey. 


FIN


La amo, SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora