Epílogo

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Un llanto se hizo escuchar por el monitor de bebes, Anastasia se removió en la cama y empujo a Christian para que se levantase él.

Él se quejo, por que ya era la quinta vez seguida que se levantaba para ir a ver que pasaba con el bebé.

Se puso el pantalón del pijama y se fue hacía la habitación se su hija. Se la encontró llorando a todo pulmón.

- ¿Que pasa peque? - La cogió en brazos y la acuno - ¿Te has echo caca, pipí... Hem.. Tienes hambre?

Él le iba preguntando cosas, y la pequeña Phoebe se iba calmando. Al final la niña tenía hambre, su padre le preparo su biberón y la princesa de la casa se lo bebió todo. El Ex-sargento ya estaba acostumbrado a esto, Ted fue más tranquilo, pero no cambiaría nada de Phoebe.

Con su hija en brazos se la llevó a pasear por la casa, primero fue hacía si habitación y contempló dormir a su mujer durante unos segundos. Luego fue a la habitación de su Teddy, su hijo tenía los ojos de su madre y eso le encantaba. En canvio Phoebe, su pequeña princesa se parecían mucho a Anastasia, pero ella tenía los ojos de su padre.

La habitación de Teddy estaba iluminada por una pequeña luz, a su hijo no le gustaba la obscuridad. Se acercó a él y le dio un beso en la frente. Ya tenía tres años, era increíble para él.

Bajo al salón, dejo a la niña en la encimera y se sirvió un vaso de agua.

- ¿Que te apetecería hacer, mañana Peque? - Preguntó Christian, como si la niña le pudiera responder.

- Miauuu... - Dijo ella.

Anastasia y Christian, habían tenido una larga conversación sobre su hija y los gatos.

Todo empezó cuando su tío Elliot le regaló a su sobrina un peluche de gato, y este si lo apretabas decía Miau. A ella le encantó y aprendió la palabra. Aunque sabía decir otras cosas, su palabra preferida era Miau.

- Cariño, Miau no. Papá, anda di otra vez papa. - Phoebe se rió y negó con la cabeza. - Papá, Pa-Pa...

- Papo... - Dijo la niña, mientras se reía.

Parecía que lo hacía a propósito.

- No, cariño. Papá.

- Papii - levantó los brazos para que su padre le cogiera.

Él le dio un tierno beso en su cabeza y se la llevó hacia el piano. La puso en sus piernas y comenzó q tocar una canción de cuna.

Phoebe le encantaba el piano, y que su padre toque para ella. Estiraba los brazos para poder tocar un tecla, pero aún era muy pequeña.

Cuando Christian vio que su niña se iba calmando, paro de tocar y se la llevó a la cama. La arropó, y dejó una pequeña luz encendida.

Volvió a la cama y atrajo a su mujer hacia él. La olisqueo un poco, olía cómo siempre... Simplemente le encantaba Anastasia Grey.

- Mmm, te quiero mucho Ana.

Ella se removió y se puso delante de él. Aun con los ojos cerrados, toco su cara guiándose, encontró sus labios, los toco y los beso.

- Yo más, Christian.

A la mañana siguiente, los cuatro se encontraban en un parque de Liverpool. Anastasia estaba jugando con Teddy a pasarse una pelota, mientras que Christian y la pequeña Phoebe estaban sentados mirando las nubes.

- ¡Mamii! - Grito, Ted cuando se resbaló y cayó al suelo.

Anastasia fue corriendo hacia él. Su hijo no paraba de llorar, se había dado un buen golpe.

- Tranquilo Teddy, solo es un pequeño rasguño en la rodilla. Vamos a ver si he traído alguns tirita.

Ted, intentaba no llorar, no quería que su padre lo viera llorando, porque sabía que los hombres no lloraban.

Pero fue ver su papa y lanzarse a sus brazos.

- Papaa - Dijo mientras sus pequeños brazos lo rodeaban.

- No pasa nada Teddy, mama tiene una tirita para tu rodilla.

Ana sacó una caja de tiritas e hizo una mueca. Las tiritas normales o las de superheroes no estaban en la bolsa, solo habían unas de princesas. Y eso a Ted no le iba gustar nada.

- Cariño ven aquí. - Le dijo Ana a Teddy.

Con la ayuda de Christian, Teddy se acercó a su madre, sin que el niño se diera cuenta Anastasia le enseño la tirita a su marido, y él lo entendió todo.

- Teddy... - Con solo decir su nombre, el niño tenía toda la atención de su padre - ¿Te apetece ir después a comer un helado?

Mientras Christian distraía a Ted, Ana le puso la tirita esperando a que no se fijase en las princesas Disney. Teddy asintió muy entusiasmado y olvidándose del dolor en la rodilla.

- Yo quielo de choolate... - Se giró hacia su hermana y le pregunto de que lo querían ella.

- Miauuu - Contestó ella y los tres se pusieron a reír.

Teddy se llevó a su hermana pequeña a jugar con la pelota mientras sus padres les vigilaban a una corta distancia.

Los dos eran muy felices, demasiado incluso.

Christian Grey, era unos de los mayores socios en la empresa donde trabajaba.

Y Anastasia Grey, era la editora jefe, en la editorial que trabajaba.

La pareja tenía una maravillosa familia, aunque Christian quería más niños, ya se había echo a la idea de que Anastasia ya no quería más. Pero era muy feliz con su Ted y su Phoebe.

Los pequeños de la casa Grey.

Aunque quizás un nuevo integrante estuviese por venir, un gato por ejemplo...


Ahora sí, FIN. 😘

La amo, SoldadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora