1 semana después...
Anastasia, estaba entre las piernas de Christian, estaban los dos sentados en el suelo de la pequeña cabaña que ahora era su lugar secreto. Él le tocaba el pelo con cuidado, tenía el pelo más suave que hubiese tocado... Al llegar a la cabaña se besarón desenfrenadamente - Como siempre - se sentaron ahí, estaban juntos como debía ser.
- Me gustaría quedarme así, Ana... Pero debemos volver.
Eran las las nueve pasadas y Anastasia estaba tan cansada que se quedo dormida. Christian se dió cuenta de que su respiración era monótona. Sonrío, sus largas pestañas cubrían su ojos, tenía la boca entreabierta, los labios un poco hinchados de los besos que le acaba de dar, tenía las mejillas de un rosa, hermoso.
Le dio pena levantarla, pero lo debía hacer. Entonces en ese mismo momento se preguntó ¿Porque desperar a esta hermosa criatura? Si su dormitorio estaba más cerca que su cabaña, podía llevarla ahí, dormir juntos... Total era sábado, sus amigas pensarán que se fue ha dormir más tarde de lo normal. No había problema, pero la parte más racional de Christian le decía que no se metiese en problemas, que despertase a Anastasia y que los dos durmiesen por separado. Pero estaba decido, esa noche dormirían juntos.
Con mucho cuidado abrió la puerta y echando un vistazo que nadie pasase, cogió a la soldado Steele en brazos y con mucho cuidado paso el marco de la puerta junto a ella. Pero un ruido lo asusto haciendo que golpease la cabeza de Anastasia, fue un pequeño golpe, pero aún a si se quedó mudo. Revisó la cabeza de Anastasia y parecía que el sueño la había ganado y que nada había pasado.
Muy despacio se dirigió a su dormitorio. Entró y esta vez con mucho cuidado y sin golpes dejó a delicada Srta. Steele en su cama.
Muy despacio le quito el traje, llevaba desde el primer día queriendo quitarle... Su piel era tan suave y delicada. Le puso una de sus camisas a Anastasia y sencillamente era lo más hermoso que había visto.
- Te quiero mucho, Anastasia.
La amaba tanto que le daba miedo. Christian había tenido novias y las había querido, pero Ana... Era diferente, quizás era el miedo ha ser descubierto, porque era incorrecto o simplemente era la mujer de su vida.
- Christian... Beso... Sii... - Balbuceó Anastasia mientras se daba la vuelta.
- Ojalá supiese que estas soñando... - Susurró Christian...
Se desvistió, se puso el pijama y se metió en la pequeña cama que esa noche compartiría con Anastasia. Rodeo a la soldado Steele entre sus brazos, le dió un beso en las mejillas y se dejó llevar por los brazos de morfeo...
A media noche... Ana se moría de calor... En el campamento, las cabañas eran frías y la manta que la cubría toda las noches era bastante fría. Se sintió sorprendida al estar ardiendo en calor y también confusa, no sabía donde estaba.
Entonces notó un cuerpo a su lado, que desprendía mucha calor, era como una estufa. Empezó a hiperventilar, poco a poco y guardando la calma se giró.
Y todos los nervios se esfumaron, estaba en la cama de Christian. Miró alrededor de la habitación y se fijó en el reloj que colgaba en la pared. La 1 de la madrugada. En ese momento se dió cuenta que tenía dolor de cabeza.
Levantó las sábanas y se fijó que llevaba una camisa del Sargento Grey.
Le acaricio la mejilla y depósito un suave beso en la boca. Se volvió acomodar entre los brazos de Christian.
- Te quiero...
Y como si este estuviera despierto la abrazó a un más fuerte.
***
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La amo, Soldado
RandomAño 1976, acaban de aceptar a las mujeres en la marina. Anastasia Steele una joven que acaba de graduarse en la universidad, quiere cumplir el sueño de su padre, que esta a punto de morir. Ella se alistara en la marina, como una de las primeras muje...