Cap. 3 Alumno Nuevo.

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Por la mañana despiertas con Miley moviéndote un poco.

-(T N)... vamos, despierta. Se nos hace tarde.

Hacia un par de semanas que tu despertador no funcionaba del todo bien. Y tu celular nunca lo escuchabas.

Te apresuras para cambiarte y comer algo antes de correr para alcanzar tu clase.

Sabes que el señor Steele es algo gruñón cuando llegan tarde a su clase, o cuando no prestas atención, o cuando no entregas sus trabajos, o cuando se te cae algo, o bien, cuando estornudas; o cuando... respiras básicamente.

-A salvo. -se ríe de ti Tailor, ella siempre llega temprano.

Te diriges a tu lugar, atrás, a lado de la ventana.

-Parece que el señor Steele se retrasó un poco hoy. -te dice Tasie, que se sienta a lado de ti.

-Yo jamás llego tarde, ustedes llegan temprano. -dice el señor Steele entrando al aula.

Le echas un vistazo. Está exactamente igual al resto de los días.

Uniforme bien planchado, corbata de algún color metálico (en este caso azul), cabello peinado pero un tanto largo, con arrugas en su piel, la cual era ligeramente más oscura que la del resto. Un maletín en su mano derecha y unos ojos oscuros, penetrantes.

Esto no es lo que ha llamado tu atención, sino que detrás suyo se encuentra L. Con camisa de manga larga blanca, pantalones de mezclilla y tenis deportivos.
Igual que el día anterior, pero sabes que se trata de otra ropa, pues el día anterior un poco de chocolate se le había caído en su camisa, manchándola.

La camisa que lleva puesta ahora es claramente blanca y limpia.

El profesor te saca de tus pensamientos:

-Jóvenes, les presento a su nuevo compañero: Hideki Ryuga.

-Un placer. -dice mientras se pierde entre la nada.

-Siéntese a lado de la señorita Winter. Tasie, pásate a lado de Matt, te hará bien que deje de distraerte tu amiguita. En cuanto a usted señor Ryuga, le surgiero que no se deje influenciar por ella.

No habías notado que estabas sonriendo hasta que esa sonrisa desapareció.

-¿Cómo podría? Nisiquiera la conozco.

"¿Qué? ¿Ahora me viene con esto?"

Obedece y se sienta a tu lado mientras ves irse a Tasie a lado de Matt, al otro extremo del aula.

Al menos Tailor sigue estando cerca tuyo, en el pupitre de enfrente.

-Muy bien jóvenes, vamos a empezar la clase de hoy...

***

-Creo que no le agradas mucho al señor Steele. -se ríe de ti un poco Tailor.

-Déjala en paz, la pobre además tiene que estar cerca de ese chico raro. -te defiende Miley.

-Pues yo creo que es lindo. -se ríe Tasie.

En ese momento ves entrar a la cafetería a L, con su cabello tan alborotado como siempre.

-En verdad, Hideki es guapo. -sigue Tasie sin percatarse de su presencia, que está detrás de ella a menos de dos metros.

-¡Cállate! -le susurra Miley.

Tarde.

Él ya se encuentra mirando en dirección a su mesa. Recorre cada una de las caras de tus ahora calladas amigas y luego vuelve a mirar al frente.

"No me miró..." -te repites en tus pensamientos.

Tranquilamente se dirige al mostrador, formándose.

-¿Crees que haya escuchado? -pregunta Tasie, volteando en dirección "Ryuga".

-Obviamente. -la regaña Miley.

Todas lo voltean a ver. Él parece estar tranquilo. Como si no hubiera escuchado nada.

Su turno.

-Quisiera comprar unas gominolas. Y... unas galletas de chocolate, y... otras de vainilla, y otras de canela. Y... un par de chocolates. Y dame también una paleta. Y... -el encargado suelta un ligero gemido al escuchar otro "y", después de estar corriendo a todos lados para ir por las cosas que le pedía. -¿te puedo encargar un par de jugos de frutilla?

-Claro... -dice el empleado, sosteniendo como puede las golosinas.

-Gracias.

-Vaya... pues al menos sabemos que a alguien le gustan mucho los dulces -dice un tanto divertida Miley.

Te ríes.

"Eso es lo primero que cualquiera aprende de él... "

-Tal vez le dé sobredosis de azúcar -dice sorprendida Tasie, que sigue mirándolo.

-Deja de acosarlo con la mirada. -le sugiere Miley.

Orden lista.

Una vez con todos los dulces que puede sostener aún con bolsas plásticas, se gira para irse. Pero su mirada se detiene nuevamente en ustedes, sin mirarte a ti.

Baja la mirada, y se va.

Luego de unos minutos platicando con tus amigas te llega un mensaje de un número desconocido.

*¿Podrías venir? Quisiera aclarar una cosa.*

L. ¿Quién más puede ser?

Te levantas y das una excusa a tus amigas para comenzar a andar hacia el edificio donde se halla.

Cuando llegas a su puerta, tocas, pero no hay respuesta. Así es un par de veces pero nadie abre, así que entras.

-Hey... ¿hay alguien?

Sin respuesta.

Entras más adentro cruzando la sala, por un pasillo y hacia una habitación.

En la pieza hay una cama con varios muebles, televisión y una computadora sobre la cama.

Otra puerta. El baño seguramente, del cual provien sonidos de agua cayendo.

Te vuelves hacia la computadora para toparte con la página en la cual se encontraba.

Imágenes de chicas en cantidad. Otra página además, una biografía de tu profesora Vera y otra con la del señor Steele.

La puerta del baño se abre de pronto, sobresaltándote.

Revelando a un L semidesnudo, él cual se sorprende al verte sobre su cama, frente a su computadora.

-¿Qué haces? -dicen los dos al mismo tiempo.

Sabías que él tenía más razón que tú de preguntar, pero ver a L sin camisa te hace te hace sonrojar y poner tensa.

|Death Note| Relación Indefinida (L y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora