Cap. 16 Vera

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L te besa suavemente en los labios mientras te acaricia tus mejillas.

Por fin se separan luego de un tiempo, por falta de aire.

Enciende nuevamente el auto y llegan al instituto.

Sin decir una sola palabra baja del coche, lo ves irse sin decirte absolutamente nada, sin siquiera voltear a mirarte.

"Lawliet... ¿todo el tiempo será así entre nosotros?"

La guantera se abre y deja ver un papel. Lo coges y lo abres. Es un dibujo de ustedes dos cuando eran pequeños...

... el último día que lo habías visto en persona, el último día antes de pasar una eternidad sin saber prácticamente nada sobre él.

Tú lo habías dibujado para él. Al parecer aún lo conservaba.

Bajas del vehículo y cierras la puerta. Caminas un poco y, al dar vuelta en un edificio, ves a L.

Está hablando con un par de señoritas, no las conoces.

Una de ellas le acaricia el cabello tiernamente.

L no parece molesto, sino que pareciera cómodo. Ves que te mira de reojo.

Te das vuelta y te vas.

"Lawliet... ¿se podría decir que estamos juntos? ¿tengo ese derecho de sentir un poco de celos? ¿estás jugando conmigo o solo te estás dejando llevar, sin saber dónde vas a terminar?"

Esperando a que él te siguiera, caminas lenta y taciturna.

Quieres ir a tu dormitorio, pero tus pasos te llevan al de él.

Mientras subes por el ascensor, te sientes inquieta. Caminas un poco y abres la puerta sin siquiera tocar.

Watari está en la sala, al parecer sanando heridas de una mujer inconsciente. La maestra Vera. Hasta entonces alcanzas a ver que tiene un pequeño tatuaje en su tobillo izquierdo.

—Señorita Winter... no esperaba encontrarla aquí tan pronto. ¿Dónde está el joven Ryuga?

—¿Qué le pasó a Vera? —cuestionas sin prestar atención a lo que dijo.

—Mmmhh... Cuando existen esta clase de trabajos, en especial con las mujeres, es natural que quieran aprovechar la situación. Pero... terminan hiriéndolas gravemente. No creo que sea la primera vez que algo así le pasa.

—Entonces... ella no llegará con su hijo esta noche.

—Tal vez debería de comunicárselo.

—¿Yo?

—Al menos a usted la reconocerá.

***

Luego de encontrarlo en una red social, Watari ajusta las cosas. A través de una vídeo llamada le tendrás que decir a un chico que su madre no llegará esta noche.

La cámara se enciende y el chico se encuentra viéndote por medio de la pantalla. Tendrá unos 13 años.

—Ho- Hola... mmh... mi nombre es (T N) Winter... emh... tengo que decir que, bueno, tu madre tal vez no llegue a tu casa hoy.

—¿De nuevo? —te sorprendes al escuchar esto.

Sea a la edad que sea, nadie debería de ver sufrir a sus seres queridos.

El mundo está lleno de injusticias, o al menos eso es lo que pensamos. ¿Quién de nosotros a sido totalmente inocente hasta ahora? ¿Quién de nosotros tendría la capacidad para decidir lo que es justo y lo que no?

Vivimos en un mundo hecho de espejismos.

Mientras no seamos capaces de ir más lejos... mientras no seamos capaces de transformar todo esto... solo quedará una sombra, donde antes existió un sueño.

—Si... pero... ¿cómo que 'de nuevo' ?

El chico parece moverse en su silla, incómodo.

—Bueno... Hay veces en las que pareciera, llegará más tarde. A veces lo hace, y otras no. Estoy preocupado por ella... La he visto con moretones en los brazos, y en el cuello. Una vez salió a una fiesta por la noche, y regreso tarde. Le enviaron una foto a su móvil. Tuve que escabullirme para verla. Me atrapó, pero... no sé qué está sucediendo.

Piensas en algo para decir, pero no dices nada más, puesto que alguien cerró la computadora frente a ti.

Vera te mira con lágrimas en los ojos.

—¿Sabes lo que es que vivir así? ¿Sabes lo que es que tu hijo te pregunte: 'Mamá... ¿qué pasa? ¿por qué en esa foto vas a llorar?'

—Pues... no. No realmente.

—Si entiendes el dolor que siento, termina de una vez por todas con ese maldito asesino. El instituto nunca paga lo suficiente porque viven aterrados... con miedo. Gastan el presupuesto en más y más seguridad, que termina siendo inútil. Así a sido desde hace años. ¡Por favor... termina de una vez por todas tu trabajo y encuentra al asesino! —lágrimas recorren por su rostro.

Está temblando. Watari se la lleva al sofá y la recuesta en él, acto seguido vuelve a la cocina. Él debió haberle mencionado algo acerca de la investigación. Ella cae dormida.

Cuando uno tiene mucha tristeza, es natural que tenga sueño. Este, es una forma de dejar de sentir dolor... al menos por un tiempo.

—Quizá sería bueno llevarla a su casa después de todo, a pesar de las heridas que tiene, al parecer no es algo nuevo para el chico. Así que, la llevaré más adelante a su apartamento. —escuchas decir a Watari.

***

Llevas un tiempo investigando por tu cuenta. Está nevando mientras la luna se presenta, cada vez más clara, lo sabes, aunque no puedas verla.

Dormitando, casi dormida en su totalidad, escuchas una puerta cerrándose.

—Joven Ryuga, a llegado usted bastante tarde hoy.

—Mmh... en realidad es temprano, son a penas las 3:00 de la mañana. Como sea, ¿Vera ya se fue a su casa?

—Si, la llevé a eso de la media noche.

—Estaba llorando ¿no es así?

—Así es.

—Lo supuse... me la recuerda mucho.

—¿Alice?

—Si. Alice fue la única mujer que me dio el color azul indicado para pintar mi cielo. Y mis sueños...

—Será mejor que duerma un poco.

—Quisiera seguir investigando un poco más.

—Bueno, ¿me perdonará si le digo que yo sí necesito dormir un poco?

—Adelante.

El sonido de algunos pasos.

—Y... por cierto... ya no piense en ella.

—No es tan fácil. Sabes que tengo problemas con estas fechas.

Un suspiro de Watari.



|Death Note| Relación Indefinida (L y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora