|Death Note| Relación Indefinida (L y Tú)

Cap. 15 Interrupción...

—Mi esposa quiere el divorcio. Aunque no lo crean, también soy un hombre con sentimientos. —esta fue la respuesta que le dio el señor Steele a Watari cuando le cuestionó sobre las razones para querer morir.

Durante toda la semana él no había asistido, lo cual era entendible. Sin embargo, sí proporcionó algo de información.

—Pero, sí hubo alguien que quería hacerme daño. Nunca vi su rostro. Solo sentía que me seguían y alcancé a ver una silueta de vez en cuando, ocultándose. No dije nada porque pensé que me creerían loco.

Definitivamente hay un asesino en el instituto, pero no saben gran cosa de él.

"¿En verdad, podrá ser Vera?" —piensas mientras llegas a tu clase actual.

Te sientas junto a Ryuga.

—Escuchen, la próxima semana tendremos una pequeña muestra culinaria a público abierto. Además de que habrá jueces que estarán juzgando su trabajo y elegirán un ganador —anuncia Vera —. Deberán de trabajar en equipos de 4 a 6 personas.

Eso es todo lo que querían saber. Se juntan tus amigas, "Hideki" y tú.

***

—Estamos muy atrasados en el caso. —te dice L, mientras se dirigen a la cafetería.

—Lo sé, pero quisiera también investigar algunos postres más.

—(T N)... quisiera preguntar —está nervioso —... vos... ¿quie...

Se escucha un grito a la distancia. Tailor corre hacia ustedes y les dice:

—Vengan a ver.

—¿Qué pasó?

—Una secretaria... —dice sin aliento.

Esas son muy malas noticias para ustedes, ya que algo a ocurrido nuevamente.

Se dirigen rápidamente al lugar de los hechos. Una secretaria está en el suelo, está sangrando.

—Vera... —anuncia L.

—¿Crees que fue ella? —le preguntas, alejándose del grupo.

—¿Eh? No, te digo que allá va Vera.

—¿La seguiremos?

—Así es —te jala del brazo y se alejan de la multitud, dejando atrás la macabra escena.

Está apurada, pero no saben a dónde se dirige. Lleva una bolsa, en ella pudo haber guardado el arma del homicidio.

L teclea algo en su móvil mientras continúan andando.

Vera sube a su vehículo y lo enciende.

—No la alcanzaremos. —decís.

[—No lo alcanzaremos —dijiste también en ese entonces.

Watari había salido en un pequeño auto. Se había llevado lo poco que quedaba de su último paquete de galletas, sus favoritas.

—Ven conmigo —te decía mientras te jalaba ligeramente del brazo hacia su pieza.

Sacó una bicicleta y se montó en ella, recorriéndose hacia adelante para que subieras.

Así lo hiciste y salieron rápidamente a alcanzarlo.

L pedaleaba rápido y parecía apresurarse cada vez más.