Cap. 19 Rehenes.

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Volteas hacia tus amigas bruscamente. Tienes la expresión de alguien que ha visto a un fantasma.

Tus amigas te miran a su vez, angustiadas, mientras tú comienzas a formular ideas en tu mente.

"...Sí... seguramente, debe de ser eso... pero, ¿por qué...?"

La luz se apaga. Oyes el grito de algunas chicas. Uno de los oficiales habla:

—De acuerdo, ¡tranquilos! Solo es un corte de luz —intenta calmar a las personas —. Hace viento allá afuera. Debe de volver pronto. Un oficial irá a ver —su voz es ronca, pero suficientemente joven.

—Cualquier persona que tenga información sobre los extraviados, diríjase hacia el escenario por favor —habla otro oficial.

***

Ya han pasado un par de horas, tú y tus amigas han sido interrogadas por ser de la clase a la que pertenecen "el estudiante y el profesor desaparecidos". Las luces no han vuelto aún, por ahora sólo escuchan una fuerte tormenta afuera, y ven las luces de las linternas de los policías.

Las personas intentan conversar para calmarse un poco. Como en una clase infantil, todos los que quieran ir a usar el retrete tienen que pedir permiso, solo que ahora es a la ley.

El gimnasio se ve más grande a oscuras, incluso un poco aterrador. Tus nervios ya están de puntas.

Una de las pantallas se enciende con una luz blanca. Se escucha un audio. Todos se callan de pronto y dirigen su mirada a la pantalla, extrañados y un poco asustados.

—Buenas tardes a todos los presentes en este sitio. Les complacerá saber que ya no tienen que esperar más, aquí está su criminal. En este momento estoy con mis rehenes favoritos... saluden... —en la pantalla aparecen Ryuga, el estudiante contra el que compitió en el juego de tennis, el profesor Steele, un alumno destacado, Matt (de tu clase) y Vera, entre otras personas que trabajan en la institución,  están amarrados de manos y pies a diferentes sillas, con los ojos vendados y pareciera que no escuchan nada. 

Las autoridades comienzan a reunirse para decidir cuál sería la acción más apropiada en ese momento, o eso pareciera.

La voz está con un sintetizador no muy agradable. No se muestra el rostro de quien habla, solo se escucha su voz.

—Ahora —continúa la voz —, lo que pido es fácil. No quiero dinero ni nada parecido. Quiero que me entreguen a su director. Solamente eso. Si las autoridades intentan salvar a mis rehenes, harán que les vaya muy mal... si es que me entienden. Tienen una hora para decidir qué hacer. Tan solo piénsenlo... o su director... o sus alumnos y profesores... ustedes eligen. ¡Una hora!

Son las 20 con 10 minutos.

La pantalla deja de mostrar imágenes y simplemente muestra un reloj en retroceso.

59 minutos y contando.

—¡Entreguen al director! —grita una voz de mujer.

Vaya que lo ha pensado bien el bufón ese, hoy habían venido muchos padres a la muestra.

Un montón de gritos de personas discutiendo.

Tus amigas te miran preocupadas a tu reacción.

—Estoy segura que los oficiales encontrarán una solución. 

—Sí, todo va a estar bien. 

Tú solo ignoras sus comentarios y te dispones a sumergirte en tus pensamientos.

"Ok, relájate (T N). Ahora mismo tienes que pensar claramente, no podes cometer ningún error si quieres salvar a L. Vamos... ¡piensa en algo!"

—¡Señorita Winter! —escuchas la voz de Watari —por fin la encuentro.

—Wa... conserje Smith... ¡qué gusto verle!

Se separan todo lo posible de tus amigas y de todos los oyentes curiosos.

El volumen aumenta en una entrada y complicada discusión de prácticamente todos los adultos en el lugar, y unos pocos estudiantes mayores.

—Ayer lo vi hacer algo con los cupcakes —decís—. Me dijo que tenía un plan, pero dudo mucho que sea este.

—Me temo mucho que no. Lo encontré corriendo tras de Steele hace unas pocas horas. Me dijo que viniera aquí a cuidarla. Y que cualquier cosa actuara con cautela.

—¿Cuál crees que sea la mejor opción?

—Salir ahora mismo no es una opción fácil, los guardias nos tienen contados y en este momento no dejarán salir a nadie más. Vera solo había ido al tocador... se supone.

—Pero... ¡tenemos que salvar a Ryuga y...!

—Atención a todos —de nuevo el oficial joven de voz ronca —. Por razones obvias no dejaremos salir a nadie. Estamos trabajando en esto así que cálmense. Entregar a alguien o que cualquier persona muera hoy, no es una opción. Pero necesitamos que se calmen o tan solo estarán contribuyendo a su causa —esto último lo dijo señalando a la pantalla. 

La disputa continúa aún así.

57 minutos.

—¡Tenemos que pensar en algo!

Y se ponen a pensar un poco.

Un gran rayo seguido inmediatamente por un trueno resonante hacen acto en escena.

***

Corres bajo la lluvia con Watari. 

Al fin resulta útil haber escapado de tantas cosas con Lawliet y haberse salido con la suya. Con un poco de imaginación lograron escapar.

Primero un encendedor de Watari, encendido, arrojado al aire. Esto provocó que los rociadores contra incendios se dispararan. Con tanto alboroto nadie los vio, y los fallos en la electricidad hizo que se viera un poco normal, dentro de lo que cabe.

Los oficiales lo pararon pronto.

Algunas personas, por el frío provocado de estar empapados, y el cansancio que traían, se pusieron sus suéteres y abrigos encima y se acurrucaron contra las paredes.

Con unos balones de diferentes tamaños consiguieron un par de figuras parecidas a las humanas. El gran trueno les permitió huir sin que nadie los escuchara, y Watari había noqueado a uno de los guardias que vigilaba una de las salidas.

Un plan muy sencillo en comparación a los que solía crear L.

El auto de Watari ya está cerca.

Miras tu reloj de muñeca.

47 minutos.

47 minutos para encontrarlos, idear un plan para rescatar a todos y salir de ahí sin que los vieran los vigilantes, pues seguramente habría varios.

47:34
47:33
47:32...




|Death Note| Relación Indefinida (L y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora