Cap. 11 Sueños y pesadillas.

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Voltea un poco, quedando de perfil hacia ti.

—¿E-Estás pidiéndome que durmamos juntos? —bromea, sonrojado.

—So... solo será dormir... ¡No haremos nada más...! ¡Pervertido! —decís.

—De acuerdo. —se ríe nerviosamente.

Caminan hacia el dormitorio de L y entras. Entonces entra también y cierra la puerta tras de sí.

Te metes entre las cobijas nuevamente. Lawliet entra también.

—Yo... normalmente no ocupo la cama, ocupo el sillón y duermo sentado. —te dice.

"¿Y lo dice hasta ahora?"

—Buenas noches. Y —se voltea al lado contrario al tuyo —... si no tienes sueños dulces... con caramelos y golosinas... te surgiero que sueñes conmigo.

"¡Ese creído...!"

Pero te provoca una ligera risa.

Te quedas viendo su espalda un momento y luego te volteas a su lado contrario, ambos quedando de espaldas.

Te dispones a dormir y cierras los ojos.

Entonces, sientes sus manos rodeándote por la cintura. Y su suave respiración entre tu cabello.

Duermes bien.

***

Cuando despiertas estás aún entre sus brazos.

Él duerme aún.

La puerta de su habitación se abre repentinamente, y Watari entra.

—Joven Ryuga, ya es hora de desp... —se detiene y los mira.

Te sientes apenada.

L despierta. Te mira y dice:

—Ah... ya despertaste... ¿dormiste bien? —dice inocentemente, sin percatarse aún de Watari.

El rubor sube por todo tu rostro.

L voltea y ve por fin al pobre Watari marcharse avergonzado por la puerta.

"¡Demonios! Seguro que ahora piensa que él y yo..."

—¿Crees que ahora piense eso? —te pregunta L, sonrojado.

—¿Vos qué crees? —preguntas, irónica.

Él solo se sonroja más.

Se levanta, introduce sus pies en algo que no alcanzas a ver, toma una toalla y dice:

—Tomaré un baño.

"Ese... (censurado)... ¿lo toma tan a la ligera? ¿No le interesa si piensan eso o no?"

Escuchas la regadera.

Te levantas y te diriges a la puerta. Pero sabes que Watari estará ahí afuera, en algún lugar.

No le das más importancia y giras el pomo.

"¿De qué me avergüenzo? No hicimos nada malo...  solo dormimos juntos..." —te repetís en tus pensamientos.

Avanzas, escuchas a alguien en la cocina cortando algo. Watari.

Seguís avanzando de puntillas, por alguna razón, estás inquieta.

Entonces llegas a la puerta y la abres cuidadosamente. El sonido cae en oídos sordos.

***

Entras a tu cuarto con cuidado. Desearías haberte visto en el espejo antes de cruzar medio Instituto, pero L estaba en el baño, bañándose... con agua... y jabón.

Miley no está ahí aún, lo cual agradeces. No tendrás clases ese día, es festivo.

Aprovechas para tomar un baño y cambiarte. Cuando sales te das cuenta de que la ropa que usaste se quedó con el aroma a L.

"L..."

Sales de tu habitación, no muy segura de a dónde dirigir tus pasos.

Tu móvil nuevamente. Mensaje de Ryuga.

*Tengo las muestras. Tengo además, un par de sospechas.

Posdata: Ya le expliqué a Watari, no te preocupes, no dirá nada.*

"¿Qué podría decir de todas formas?"

Te diriges hacia un lugar con un verde pasto y algunas flores. Sacas unos audífonos y pones música.

Te pierdes en ella un tiempo.

—¿Dónde te metiste ayer? —te pregunta una voz ligeramente aguda. Miranda.

Te volteas y miras a tus amigas de pie, con ojeras, esperando respuestas. Al menos a la mitad de ellas.

—Yo—"piensa en algo, vamos. ¡rápido!" —... acompañé a Ryuga con el profesor.

—¿Y qué pasó? —te pregunta Miranda, sentándose a tu lado.

—Pues... nada en especial. —mientes de nuevo. —¿Cómo estuvieron ustedes?

—¡Horrible! —se queja Tailor. —No existe un lugar peor.

—¿Dónde están Tasie y Miley? —preguntas.

—Tasie se fue a su dormitorio. Miley fue la primera en ser interrogada, pero se tenía que ir, por un asunto urgente. No dijo cuál.

Te quedas pensando un momento. Quizá Tasie en realidad fue a buscar a Ryuga...

"Tal vez no, tal vez en realidad fue a su dormitorio..."

Tu móvil, ves quién es, pero no hay número, al contestar escuchas un sintetizador de voz:

—Escuchame bien, porque solo voy a decirlo una vez. ¡Alejate de Ryuga!

—¡¿Qué?! ¿quién habla?

—Quedas advertida. —termina la llamada.

—¿Quién era? —te preguntan.

Piensas un momento y contestas:

—Lo averiguaré. —y te marchas.

Cuando llegas con L, tocas. Nuevamente sin respuesta.

Abres y vas directamente a su dormitorio.

"Estoy segura que él puede rastrear la llamada..."

Cuando llegas su puerta está abierta. No está ahí. Buscas entonces, pero no está.

Watari también a salido. Pero no cerraron bien. Algo debió pasar.

Cierras las puertas y caminas por los pasillos.

Entonces ves a L en el ascensor.

La puerta se cierra ante tus ojos, pero no intentas detenerla. Te cuesta respirar.

La imagen de una de tus amigas, besándose con L, duele.

Lágrimas cubren ligeramente tu rostro. Te percatas de ellas hasta que caen en el suelo alfombrado. 




|Death Note| Relación Indefinida (L y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora