Encerrada...como una rata. Hubiera estado más tiempo en esa celda si no hubieran traído más prisioneros, entre ellos: Luna Lovegood, un duende; el señor Olivander y Dean Tomas creo...bueno...
La cosa es que me mandaron a una habitación relativamente grande, pero no puedo salir de allí ni aunque quisiera; está sellada. Sólo puedo rondar por la mansión si alguien me está vigilando, me siento como una prisionera, todos los mortífagos me miran siempre con recelo por haberle hablado de esa manera la otra vez al señor tenebroso. Me siento sola, ya que ahora ni a Elioth tengo para contar conmigo. Una tarde cuando estaba paseando por el jardín de la Mansión Malfoy, el cielo se vio más oscuro de lo que era siempre en este lugar; y eso que era de tarde. Por mi detrás estaban Draco Malfoy y Abbygail, ambos eran los encargados de ver que no escape. Lo sé...frustrante.
—Ya no sé qué hacer ahora -susurré para mí.
—¿Wendy? -Abby se dirigió hacia mí.
—Me siento como una prisionera Abby -le miré penetrándome en sus ojos.
—Quizás deberías hablar con alguien que te haga entrar más en confianza...como Elioth -dijo esta con voz quebrada al susurrar el nombre de mi ex amigo.
—Él me engañó-dije con una voz fría.
—Pero piensa que fue por algo muy lindo -dijo esta -él te quiere, por eso lo hizo -agachó la mirada -y al parecer tú eres la única que aún no lo entiende
—Abby, no te molestes...oye... -esta se empezó a alejar mientras le hacía señas a Draco para que no me dejara -está no soy yo -dije muy segura.
—Claro que no -comenzó el rubio tocándome el hombro -me apena verte así.
—No me toques-presioné los dientes y le miré con furia -soy una prisionera, y todo es culpa de ustedes.
—Yo no tenía opción ¿recuerdas?
—Lo lamento-dije apenada -no debí hablarte así, es sólo que...me siento muy mal por todo lo que ha pasado.
Yo bufé y me paré para ir a mi nueva alcoba, prefería estar sola a soltarle mis problemas a la gente. Pasaron unas horas y estuve jugando con mi cabello mientras miraba la ventana toda empañada de humedad. En eso escuché que alguien abría la puerta, yo miré fijamente a la puerta y en eso vi la silueta de un chico pálido y ojos celestes como el agua, además de su perfecto cabello azabache. Era él.
-¿Qué quieres? -mi voz sonaba fría y cortante, seca. Aun seguía molesta.
-Quiero hablar -con un tono seguro y seguido cerró la puerta.
-Pues yo no, así que por favor retírate -le miré mal, molesta, frustrada, engañada.
-No me odies -sentí un escalofrío por como lo dijo- eres mi mejor amiga...en verdad la única que tengo -agachó la cabeza con voz queda -me siento tan sólo como antes de haberte conocido.
-Si tienes amigos -dije en susurro - la gente de aquí...todos son como tú -fruncí el ceño -mentirosos, maléficos y traicioneros. No me necesitas Elioth así que ya déjalo.
-N-N o -quejido -no es verdad, yo no soy así, además sabes bien por qué lo hice -se defendió -quería protegerte, quería...
-Elioth -le corté la palabra con mis ojos llenándose de lágrimas -no quiero escuchar
Este se paró y caminó hasta la puerta, vi que apretaba los puños; pero en verdad yo estaba muy dolida. No quería hablar con él. Cuando se fue le dediqué una última mirada y dejé que mis lágrimas corrieran por sí solas, mientras me echaba a llorar en mi cama. En escuché ruidos fuera.
Me asomé a la ventana y vi a Ron y Hermione; también un tipo raro...que tenía el rostro muy feo e hinchado. Era...quizás ¡Harry Potter! Dios, ya sabía que iba a venir y ellos me podían sacar de aquí.
ESTÁS LEYENDO
Deseo ¡Deseo ir a Hogwarts! ¡Todo por salvarte!
Fanfiction¿Algunas ves no has querido cambiar alguna parte de la historia? ¿O salvar a alguien especial?