Capítulo 8: ¿Reconciliándonos?
Pov. Bella
Le dejé llorar en mi regazo para que se desahogara antes de continuar con lo que tenía que decirle. Yo me hubiera tirado a sus brazos directamente, pero algo me lo impedía, sabía exactamente el que y eso era algo que tenía que solucionar. No en vano estos cinco años sin saber la verdad, me hicieron llorar en la soledad de mi habitación cada noche, cada una de las malditas noches pensando que él no me amaba, que la amaba a ella... El verle así, tan derrotado, me estaba desgarrando por dentro aun más de lo que estaba, pero tenía que ser fuerte. Había cosas que teníamos que arreglar y él tenía que comprender otras. Cuando se calmó, hice que se levantara y se volviera a sentar en la silla.
—He intentando perdonarte Edward, créeme que quiero hacerlo pero... de momento no puedo —le dije sinceramente apenas con un hilo de voz. El corazón se me rompió de nuevo en otros mil pedazos al ver su cara de decepción, de dolor—. Llevo intentando hacerlo desde el primer día en que Rosalie me contó toda la verdad, Edward. Sí, no me mires así –dije viendo la cara de sorpresa que ponía— ya lo sabía, pero necesitaba oírlo de tu propia boca, necesitaba que asumieras tu culpabilidad y... tu cobardía.
—De modo que lo sabías y me has dejado humillarme ante ti —dijo con el entrecejo fruncido y dejando escapar una cansada sonrisa —a pesar del tiempo, sigues conociéndome demasiado, Bella. Sabias de sobra que si yo no venía a ti a contártelo y me enteraba antes de que ya estabas al corriente, mi reacción hubiera sido horrible —dijo con amargura—, Bella yo... ¿qué puedo hacer para que me perdones?—me volvió a preguntar pasándose de nuevo la mano por un pelo cada vez más despeinado y enredado.
—¿Qué qué puedes hacer?– contesté cortante —. Te rendiste, luchaste pero te rendiste –le espeté sin poder evitar el dolor en mi voz—, hiciste lo que siempre haces, tomar una decisión sin contar conmigo. Edward, una relación es cosa de dos y tú decidiste por ambos. No contaste conmigo aunque era una decisión que también me afectaba a mí, desoíste las suplicas de Rose. Y además—me quedé pensando en cómo afrontar esta cuestión, mientras él me miraba con una tristeza desoladora, con una aflicción en los ojos imposible de describir...
—Edward –le dije muy, muy cautelosamente, pues era un asunto espinoso y a la vez lo que más me dolía—, sé que te has estado acostando con esa mujer. Obligué a Rose y a mamá a decírmelo. Tenía que saber, aunque saberlo me hiciera más daño aún —le dije tratando de tragar el nudo que atenazaba mi garganta. El me miró fijamente totalmente sorprendido y después bajó la cara completamente roja, avergonzado de que lo supiera y al mismo tiempo horrorizado. Supongo que se haría cargo del dolor que sentía yo al saber eso y por esa razón quería ocultármelo y era verdad. No me podía quitar de la cabeza el imaginarle haciéndole el amor a esa mujer. Besándola por donde me solía besar a mí, tocándola por donde me tocaba a mí... para excitarme...
Mientras me miraba, avergonzado, horrorizado, derrotado y dolido... sentía en ese momento la imperiosa necesidad de perdonarle, pero las imágenes que tenía grabadas en mi mente me detenían. Llevaba cinco años recreando en mi mente una película con imágenes demasiado explícitas de Edward con esa mujer y ahora no podía borrarlas tan fácilmente. Pero tenía que reconocer que a pesar de todo, a pesar del daño, del dolor, yo lo seguía queriendo y lo había echado de menos, más de lo que yo misma quería admitir.
— Bella, yo te juro que esa imaginación tuya es muy viva –me contestó adivinando, como siempre lo hacía, mis pensamientos y acariciándome la cara. Como amaba su contacto y cuanto tiempo sin él –nunca tomé parte activa en esa "obligación" que se me había impuesto —volvió a bajar el rostro totalmente avergonzado. Y yo trataba de disimular el dolor que sentía al oírle, pero había que enfrentar la verdad—. Simplemente me dejo hacer Bella, dejo que haga conmigo lo que quiera mientras yo permanezco con los ojos cerrados sintiendo asco e imaginando que eres tú para no vomitar. Solo consigo tener un orgasmo pensando en ti, me relajo y me dejo llevar por los recuerdos que tengo de ti y así consigo que mi cuerpo reaccione aunque solo sea un poco a pesar del asco que siento por Tanya , y aun así nunca es lo mismo porque no eres tú... porque mi cuerpo Bella solo te reconoce a ti, sólo responde ante ti, porque es tuyo —me dijo totalmente azorado, sin mirarme directamente, bajando la cara —me siento tan sucio —prosiguió con una mueca de dolor en su rostro—, yo... no quería decírtelo porque me siento avergonzado y además... no quería hacerte más daño.
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RECUPERANDO TU AMOR
FanfictionEdward Masen no tuvo más remedio que separarse de su esposa Isabella Swan, obligado por las circunstancias. Cinco años después un accidente los vuelve a reunir... ¿Podrá Edward recuperar su amor? DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en...