Capitulo 37: Epílogo
Parte 1: Golpe del destino
Cuatro años después
Pov Bella
El tiempo había pasado muy deprisa como siempre sucede cuando eres feliz. La convivencia al lado de mi marido cada vez era más satisfactoria y placentera. Nos amábamos más cada día que pasaba y eso se reflejaba en nuestros actos y gestos. Y ahora que Alice pequeña como la habían bautizado, tenía cuatro años, nos habíamos embarcado en la búsqueda de un varón Masen, mi pequeño príncipe. Pero el destino se empeñaba en darme solo hijas y muy bienvenidas por cierto, así con esa excusa podría seguir buscándolo del modo más placentero, una vez transcurrido el tiempo reglamentario claro está, ya que estaba nuevamente embarazada de tres meses.
Rose se había quedado embarazada de nuevo a los pocos meses de nacer Isabella y había tenido una preciosa niña a la que había llamado Rosalie en honor a su madre, el problema era...el problema. Lo que Gaby y mis sobrinos habían dicho aquella famosa tarde de hace cuatro años en el hospital se había cumplido, pero ellos lo habían sabido solucionar a su manera, de la forma más fácil... bueno... fácil... para ellos.
Lo más gracioso del caso era lo que se inventaban los niños que se habían hecho amigos de mi hija y ahijada, para diferenciarlas de nosotras. Cuando los niños a esas edades se enfrentaban a un problema no paraban hasta dar con la solución y esta no había sido la excepción y de la noche a la mañana habían dado con la resolución magistral, y tan magistral que debía de ser ya que los amigos de Tony, Peter y Gaby también se adhirieron al club. Así que para mis sobrinos yo era tita, para mi hija, mami pero para los demás niños era doctora mamá Alice. Mi amiga directamente para todos, menos para mi hija que la seguía llamando tita, había pasado a ser doctora mamá Bella. Lo más curioso es que esto se había extendido a nuestros maridos y Jasper era doctor papa Bella y Edward agente papa Alice, en fin... cosas de niños tan complicadas que hacía mucho tiempo que yo había desistido de entenderlo ya que posiblemente tendría que hacer una nueva carrera para ello y no estaba por la labor.
Rose había tenido más suerte ya que para todos los niños ella era profe, aunque no le daba clases ni a la mitad, y su hija simplemente Rose, sin embargo al pobre Emmett le habían bautizado como agente papá Rose al igual que a los demás. Pero en algo tenían razón ya que cuando Esme o mi madre hablaban de sus nietas, con las que estaban embelesadas, o las llamaban por su nombre nosotras alzábamos la cabeza instantáneamente. Así que, cuando estábamos en familia, mis sobrinos y mi hija mayor habían resuelto que mi hija Alice era Alice la pequeña, Bella mi ahijada, era Bella la pequeña y Rosalie, mi sobrina, Rosie la pequeña...como ya digo...cosas de niños, pero que a los mayores nos vienen bien de vez en cuando, ¡qué narices! Pero el asunto es que a veces resultaba todo un galimatías extraño que solo ellos entendían.
Kate y Garrett también habían tenido un precioso niño, Marquitos, como le habían bautizado ya os imagináis quien y que hacia las delicias de Marco y Dydime, y Kate ahora estaba embarazada de nuevo.
Esme y Carlisle seguían junto a nosotros y ya casi los considerábamos de la familia, bueno, yo siempre los consideré. Para mi hijas, tanto Gaby como Alice, Esme era abu Esme, lo que hacía sonreír siempre a la buena mujer.
Rose por fin había realizado su sueño y la casa que antes había sido de sus padres, se convirtió en un sitio para que los jóvenes y no tan jóvenes con trastornos alimenticios pudieran ser reeducados y curados totalmente. El lugar se había hecho famoso y a él acudían madres y padres desesperados en busca de la ayuda que nosotros les pudiéramos dar. A nuestro proyecto se habían unido mucha gente, tanto de Forks como de fuera del pueblo y teníamos muchos benefactores y casi todos mis compañeros del hospital colaboraban en su tiempo libre. La casa inicial había sido ampliada construyendo una adyacente a su lado, ya que los terrenos daban para eso y más. Por supuesto, nuestra revista seguía en marcha con el mismo espíritu y objetivos de siempre y desde ella también aportábamos nuestro granito de arena para intentar erradicar tan horrenda enfermedad. Uno de los momentos más bonitos que recuerdo es cuando mi amigo, aquel diseñador que me había regalado varios vestidos, vino a Forks con modelos normalitas y algunas hasta pasadas de peso para hacer un pase privado de sus vestidos en la casa hogar como así la llamábamos. Mi amigo también obligo a participar a las chicas en ese desfile y, según sus propias palabras, modelaron sus vestidos con más gracia y dignidad que cualquier modelo experimentada. La alegría de las chicas fue tan indescriptible como la inyección de ánimo que mi amigo las dio solo con su gesto.
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RECUPERANDO TU AMOR
FanfictionEdward Masen no tuvo más remedio que separarse de su esposa Isabella Swan, obligado por las circunstancias. Cinco años después un accidente los vuelve a reunir... ¿Podrá Edward recuperar su amor? DISCLAIMER: Ninguno de los personajes que aparecen en...