—Hola —me dijo. Yo solo seguí de largo y tomé asiento. Él se acercó y se sentó frente a mí—. ¿Podemos hablar?
—No quiero hablar contigo, Jimin —le respondí de forma cortante.
—Pero yo sí quiero; mejor dicho, tengo que hablar contigo, Young Mi. ¿Podrías escucharme por un segundo? —Jimin tomó mi silencio como una concesión y empezó a hablar. No era capaz de mirarme a los ojos, pero pronunciaba algunas palabras en voz baja.
—Yo... Quería decir que lamento si llegaste a sentirte incómoda con lo del video. No era mi intención hacerte sentir celos de Man... —Jimin calló de repente cuando sintió la fuerte cachetada que le di.
—No vuelvas a poner palabras en mi boca que no he dicho, ¿te quedó claro? Y la próxima vez, si piensas que vas a lograr hablar conmigo diciéndome ese tipo de cosas, piénsalo dos veces.
Jimin permaneció allí por unos minutos, manteniendo su mano sobre su mejilla izquierda y trazando levemente la huella que habían dejado mis dedos en ella. Lentamente, fue levantando su rostro hasta enfrentarme. Me miró de nuevo con esos ojos profundos y penetrantes y, en contra de mi voluntad, tuve que sostener su mirada para demostrarle que no estaba asustada.
Permanecimos allí por un largo rato hasta que algo, o alguien, nos sacó de nuestro extraño trance.
—¿Interrumpo algo? —preguntó una voz masculina. Dirigí mi mirada hacia la puerta y divisé a Jun Seo entrando al salón. Jimin volteó y su cuerpo se tensó de inmediato al ver al chico. Este lo observó por unos segundos y se dirigió hasta el fondo del salón con una leve sonrisa en sus labios. Miré a Jimin de vuelta, quien aún mantenía la mirada fija en Jun Seo.
—¿Qué hace él aquí? —me preguntó Jimin en voz baja. Lo miré curiosa.
—¿Jun Seo? Lo transfirieron aquí hace un mes. Está en nuestra clase de química —le dije tranquilamente.
—¿Cuándo... cuándo pasó? Si yo no...
—El día que fue transferido, tú y tu equipo se encontraban en Busán en un partido con el equipo local. Supongo que no le has prestado mucha atención al chico en el sal... —le respondí. Jimin me miró sorprendido.
—¿Recuerdas eso? —me preguntó de repente. Asentí levemente.
—Todos recuerdan algo como eso. Una gran victoria. ¡Vamos equipo! —Animé débilmente. Jimin dirigió su mirada al piso. Yo solo lo observé un poco más.
—¿Por qué preguntas? ¿Acaso lo conoces? —La mirada de Jimin se oscureció y su mandíbula se tensó. Sus manos se convirtieron en puños y su respiración se agitó. Me abrumaba notar este tipo de reacciones en él.
Sutilmente, fui volviéndome para enfrentar a Jun Seo, pero Jimin tomó mi mano antes de que pudiera moverme más.
—No lo veas, por favor —me suplicó en un susurro.
—¿De qué hablas? ¿Acaso es un monstruo o algo así?
—Lo es —afirmó Jimin con una seriedad que no había visto antes en él. Me estremecí ante esa reacción. Intenté retirar mi mano de la suya, pero este la sostuvo con más fuerza.
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Esa mirada © ➳ Park Jimin || Esa mirada #1
Fiksi PenggemarTras su encuentro furtivo en el armario de mantenimiento aquella tarde, ninguno de los dos había podido dejar de pensar en el otro. Después de ese beso fugaz frente a los casilleros, ambos se habían quedado en silencio, observándose fijamente. Des...