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Niall.

Al fin llegamos a su casa, debo admitir que es muy agradable, aparte de acosadora, pero habla mucho, aunque es adorable.

—Gracias por traerme aunque no te lo pedí, Niall.

—No es nada, ¿Puedo preguntarte algo?

—Ya lo hiciste —dijo ella sonriendo, Dios, su sonrisa es tan linda.

—Otra pregunta —dije rodando los ojos.

—Claro.

—¿Cómo te llamas? Es que, es raro que tu si sepas mi nombre aunque ni siquiera me lo preguntaste.

Iveth.

Oh porDios, me acaba de preguntar por mi nombre, ¡Dios! ¿Qué hago? ¿Le miento? ¿Le digo la verdad?

—Iveth, me llamo Iveth —dije temblando un poco, al parecer no lo notó.

—Niall Horan, lindo nombre Iveth.

—Gracias, el tuyo también, es muy original.

—¿Gracias? Nunca le pregunté a mi mamá de donde apareció mi nombre.
—Oye, ¿Quieres pasar? Es para agradecerte por traerme.

—Ya te dije que no es nada, además, tengo que ir a buscar a mi hermana de la escuela.

—Oh, de acuerdo, entonces, ¿Nos vemos mañana?

—Estoy seguro de eso —dijo guiñandome un ojo mientras se iba, ¡Dios! ¡No lo creo! Al parecer no es tan callado, nos salió picaron el bombón.

Al cerrar la puerta lo primero que hice fue deslizarme hasta el suelo y sentir mis mejillas calentarse.

Menos mal que cerré la puerta antes de que me vea así.

Odio que me vean sonrojarme, no me gusta para nada, aunque podemos hacer una excepción con el.

-Yani.

El Cajero de Doots | N.H ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora