El Cajero de Doots | N.H ♡

Extra 6

Un día después.

Iveth despertó primero ese domingo, se sentó en la cama y sonrió, en la noche lo pasó muy bien con Niall, aunque se sintió un poco decepcionada por no ser Niall el primer chico con el que tenía relaciones, eso se quedó con uno de sus ex-novios, pero al menos fue el primer chico con el que hizo el amor, y esperaba que fuera el único.

De repente recordó las notas naranjas que estaban en el escritorio de Niall, se levantó y fue al baño a arreglarse un poco, al volver a la habitación, el seguía durmiendo pacíficamente ¿Cómo es posible que una persona sea tan perfecta?

Se quedó mirándolo un rato, para luego ir directo al escritorio y agarrar las notas, eran muchas, empezó a leer " No fui el primero, pero seré el único" " Te amo tanto que no ver tu sonrisa hace que mi corazón se destruya" "No puedo creer que al fin encontré a la chica perfecta" "Eres maravillosa, cariño, tengo tanta suerte de tenerte" " Tienes el mejor novio del mundo" La última frase la hizo reír, el nunca dejará de ser egocéntrico, siguió leyendo, hasta que pegó un grito cuando sintió unas manos en su cintura.

—Buenos días, hermosa —dijo Niall besando a Iveth.

—Buenos días, Niall, me asustaste.

—Lo sé, gritaste más fuerte que ayer en la noche.

Iveth empezó a sonrojarse.

—No digas eso.

—Ah, pero ayer me decías que querías que te haga gritar como si no hubiera un mañana, de acuerdo.

—¡Niall!

—Ya, ya, me callo, pero eso no significa que seas toda una gatita en la cama —dijo saliendo de su habitación.

Iveth chilló, aunque seguía sonrojada, mientras miraba el trasero de Niall, el estalló en carcajadas, no podía creer que en un momento ella era totalmente la diosa del sexo y al otro se sonroje porque mencione el tema, pero así amaba a su novia, y eso es lo que importa.

Mientras Niall entraba a bañarse, Iveth se puso su ropa interior y una de las camisas de Niall para hacer el desayuno.

Iveth hizo unos sándwiches de carne con jugo de naranja, era lo único que encontró en la cocina.

Niall llegó y nuevamente asustó a su novia mientras hacía el jugo, y ella, obviamente, gritó otravez.

—Esta muy rico ¿Ya te dije que eres una excelente cocinera?

—Si, Niall.

—Pues te lo digo otravez, eres la mejor cocinera del mundo —dijo provocando que Iveth se vuelva a sonrojar.

—Gracias, cariño —Le respondió ella mordiendo su sándwich.

—No puedo creer que nunca me fijé en la forma que comes, pero lo haces excelente —Le dijo Niall, guiñándole un ojo.

—¡Niall, por Dios! ¡Estamos comiendo!

—Vaya que lo noté.

—¡Niall!

—¿Qué?

Iveth pensó un momento en lo que iba a decir, pero mejor se quedó callada mientras se sonrojaba, no sabía que responder.

—Eres hermosa cuando te sonrojas.

Y volvió a sonreír, a pesar de que recién conocía el lado pervertido de su novio, nunca dejaría su lado tierno y romántico, el lado que más ama de el.

- Yani.