Pasamos por todas las tiendas de Doncaster. Pero nada me convencía. Nico iba algo detrás quejándose por mi comportamiento y bufando a todo momento.
-A ver, Nicola, si no quieres estar aquí, lárgate. Yo tan sólo quiero estar sola. -Dije, exasperada.
-Pues adiós. -Gruñó malhumorada alejándose lentamente. Ahora no tenía ganas ni ánimos para soportar una pelea o tener que ir detrás de Nico para pedirle disculpas. Siempre era yo la que se disculpaba...
Avance por las calles, sola, pero pensando en mis cosas. Bajé la mirada y olvidé el mundo. Sólo veía mis pies moverse mientras caminaba. A la vez de eso fuí perdiendo el equilibrio poco a poco. Me sentía mareada. Levanté la cabeza y tan solo me dejé desplomar contra el suelo. No recuerdo nada más. Tan solo que estaba todo oscuro..
Intenté abrir los ojos pero algo me lo impedía, me llegué a sentir frustrada por tener aquello en la cabeza hasta que se me ocurrió la genial idea de apartarlo con mi mano. Supongo que estaba algo atontada aún.
-¿Qué..? -Intenté hablar pero sentía los labios cansados, era como si cada pequeño movimiento me costase una misma vida en hacerlo. Decidí callar y centrarme en levantar el brazo y quitar esa tela humeda que estaba sobre mis ojos. Los abrí, también con pesadez y lentamente. ¿Qué me pasaba?
-Ey, ¡despertó! -Escuché una voz femenina a mi lado. Sentí unos pasos y mi cabeza se tambaleó sin quererlo. Hice una mueca y trate de ver aquellas figuras borrosas que estaban delante de mí. Parecían tener una figura de mujer. No podía ver su cara. Esta sensación era horrible.
-¿Te encuentras bien? -Escuché un susurro lejano. Decidí hacer lo que el cuerpo me pedía y cerré los ojos dejando mi cuerpo pesado. ¿Quién era esta gente?
.....
Estiré mis pies y moví los dedos de las manos. Ya todo estaba mejor. Abrí los ojos y ví que estaba en un salón.. Claramente, no era el mío. Recordé la sensación antes al despertar y sentí un escalofrío. Giré la cabeza, aún sin levantar el cuerpo. Un niña, con unos bonitos y grandes ojos azules me miraba como si fuese algo extraño que acababa de caer del cielo.
-Hola. -Sonrío la pequeña.- ¡Mamá! -Gritó. Me quedé mirando a la nada. ¿Debía levantarme o quizás quedarme aquí tumbada el resto del día?
-¿Qué quieres, mi vida? -Escuché una voz dulce y maternal aparecer por la puerta. Giré la cabeza hacia esa voz. Una mujer sonreía.
-Ya despertó. -Escuché de nuevo a la niña.
-Buen día. -Aquella señora se sentó a mi lado. Me senté en el sofá donde me habían acomodado con mantas y cogínes y la miré. -¿Qué tal estás? -Preguntó viendo cómo no le iba a responder.
-Pues.. Eh.. Yo.. ¿Quién es usted? -Dije, dudosa. -Esta no es mi casa. -Susurré rascando mi cabeza.
-No lo és. -Rió con dulzura. -Mis hijas y yo-Giré la cabeza y aquella niña me saludó con la mano. Le devolví el gesto.- Ibamos dando un paseo y de lejos vimos como te caías al suelo de golpe. -Me quedé mirándola. Intentando recordar. Oh, claro, cuando discutí con Ni..
-¿Y cuanto llevo aquí?
-Dos días -La quedé mirando perpleja.
-¿Tanto? -Logré decir.
-Ajá. Ayer parecía que despertabas pero nada..
-Que verguenza. Lo siento mucho. Gracias. -Dije rápido y poniéndome colorada. La niña que había a mi lado salió corriendo. Parecía tener que hacer algo importante.
-Tus cosas estan allí. Si te sientes mejor puedes ojear tu teléfono. Supongo que alguién se ha preocupado mucho por ti. No han parado de llamar. -Me dijo acercando mi móvil y dándomelo en la mano.
-Muchas gracias. -Dije. Lo abrí y, si, Nicola y Liam habían hecho miles de llamadas. También mensajes.
Liam: «Bebe, ¿Dolónde te has metido? Respondeme cuando puedas, ¿Si?»
Nico: «¿Qué mierda te pasa? ¿Sabes que estoy muy preocupada? ¡Te mataré como no lo cojas!» Tiré mi cabeza hacia atrás. Ellos estaban muy preocupados por mi. Tenía a los mejores amigos del mundo. Agarré y marqué el número de Liam. Un pitido. Dos pitidos..
-¡¿___?! -Dijo casi gritando.
-Si, soy yo. -Hablé tranquila.
-¿Estás bien? ¿Dónde has estado? ¿Te ha pasado algo? -Me sentí abrumada de preguntas en tan solo unos segundos. Realmente parecía muy preocupado.
-Espera.. Si.. ¡LIAM! ¡Escúchame! -Me quejé a la decimo cuarta pregunta. Él callo y me dejó hablar. -El otro día me peleé con Nico. Al caminar por un rato me mareé y desmayé..
-¿¡QUÉ!?
-Supongo que no había comido mucho y dormí pésimo aquella noche. -Dije- Una señora muy simpática y sus hijas me han tenido en su casa durmiendo desde aquel día. -Me sonroje. Escuché un suspiro desde la otra parte del teléfono.
-Vale. ¿Cuándo volverás?
-Me gustaría despedirme y dar las gracias. ¿Podrías venir a recogerme por la tarde? -Dije, mirando mi reloj.
-Vale. Avisaré a Nicola. Gracias a dios que estás bien.. -Lo escuché susurrar. Sonreí y le pasé el telefono a aquella señora para que le dijese la calle. Al colgar, ella me pasó el teléfono.
-Uy, ¡soy una maleducada! -Dije. -Me llamo ___. -Sonreí áandole la mano.
-Yo soy Jay. -Me dijo. -Y mis hijas.. -Dijo cuando la pequeña de antes venía agarrando la mano de una mayor y otra más pequeña.-Lottie. -La señaló y aquella chica rubia saludo con la mano- Y las gemelas: Daisy y Phoebe. -Ellas me vinieron corriendo. Y me dieron dos besos.
-Felicitie y Boo Bear salieron, mamá. -Dijo Lottie.
-Oh, de acuerdo. -Sonrió Jay.
-¿Boo Bear? -Pregunté.
-Oh, así llamamos a mi hijo.
-Pensé que sólo tenías hijas. -Dije sonrojándome.
-Oh no, él se coló. Es el mayor. Tendrá.. Más o menos tu misma edad.
-¿En serio? -Sonreí. -Genial.
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¡Holaa! Hoy me sentia "inspirada" e hize un cap más. n.n Como siempre digo: COMENTAD VUESTRA OPINION! *-* Me encanta saber que os parece. <3 Gracias por leer.
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Chica moco [Louis Tomlinson]
FanficEsta historia empieza en un pueblo de Londres; Doncaster es un lugar hermoso donde vivir. Una chica que recién cumple 14 años sufre de bullying en su instituto. Tras insultos y burlas, uno de sus compañeros de clase la cita en el gimnasio dándole a...