Empecé a leer y vi una pequeña anotación a un lado de la hoja, página 24:
'-No sabría si clasificar este día como una total mierda o el mejor día de mi vida' Ni yo misma entiendo ahora lo que escribía a los 15. Volví al principio y leí: 'Empecemos por esta mañana...' Empecé a leer y entonces lo recordé todo con bastante claridad..
*FlashBack*
Me paseaba por los pasillos, faltaba poco para mi siguiente clase y tendría que apresurarme si no quería llegar tarde. Física no era de mi agrado, tantos cálculos y fórmulas jamás se me quedaban en la cabeza. Realmente mi especialidad eran las lenguas.
-Ups, lo siento. -Dijo Rose tirando de mi mochila hacia abajo haciendo que me cayese de culo contra el suelo y todos me quedasen mirado. Podía escuchar las risas de aquellos chicos y chicas, como me señalaban con el dedo, diciendo cosas sobre mi, riéndose de mi.. Se sentía tan mal.
-La próxima vez podrías mirar por donde vas, lerda. -Me dijo una de aquellas chicas, nisiquiera sabía su nombre. ¿Me conocía a caso?
El ruidoso sonído del timbre los apresuró a todos, haciendo que pronto el pasillo se quedase desierto, a exepción de Louis, quien se me quedó mirando mientras arrugaba su nariz.
-¿Estás bien? -Murmuró aquel chico de flequillo castaño y mirada clara acercandose lentamente a mí.
-No. -Le dije para salir corriendo con los libros aferrados en mi pecho, me sentía como una mierda, pisoteada por gente estúpida. Llegué a los baños y entré cerrando la puerta de uno de los cubículos para sentarme sobre la tapa del inodoro a llorar.
-Idiota, idiota, idiota.. -Me decía a mi misma arañandome los brazos con fuerza. Nunca había llegado a cortarme, no sería capáz, pero si me sentía presionada o al límite, podía llegar a autolesionarme para sentirme mejor. Aún que últimamente conseguía llegar a 'el límite' bastante a menudo. Por alguna simple mofa de las que ya tendría que estar acostumbrada podía llorar por horas. Supongo que mi autoestíma se encontraba baja, muy baja.
Le dieron unos suaves golpecítos a la puerta. Me quedé callada esperando a que aquella persona se fuese, pero seguía escuchando su respiración al otro lado de la puerta.
-Se te cayó un bolígafo mientras huías de mi, solo quería devolvertelo pero si prefieres no verme te lo paso por debajo de la puerta y me voy. -Dijo aquella dulce voz masculína. Me estremeció la manera en que lo dijo. Su voz.. Parecía algo frustrado o cansado quizás. Pasaron unos minutos y me decidí por abrir la puerta. Al verle aún allí parado me asusté un poco.
-Bueno, me hiciste entrar al baño de mujeres, espero que quieras explicarme por qué estás así. -Dijo él dándome el boli y sonriendo. Le miré y después bajé la vista a su mano. Me tendía aquel bolígrafo rojo sin esperar un movimiento inmediato de mi parte. Cogí mi boli con algo de desconfianza y le miré tallando mi ojo.
-Ya te puedes ir.
-¿Y no me vas a contar nada? -Negué lentamente con mi cabeza. -Oh, vale, al menos podría quedarme aquí hasta que estés mejor. He perdido una hora de clase por ti, no me quitarás de enmedio tan fácil. -Me dijo cruzandose de brazos. Me quedé callada.
-¿Y qué pretendes que hagamos?
-Hablar.
-¿Sobre..? -Louis se quedó pensativo por unos segundos.
-¿Qué me dices del cambio climático? -Preguntó él haciendome soltar una pequeña risita.
-Es algo malo, ¿No? -Dije. Él levantó los hombros.
-Creo que puede hacer que los osos polares se extingan, así que debe ser muy malo. -Dijo fingiendo una graciosa cara de horror que provocó que sonriese sin pensarlo. -Los osos polares son adorables. -Rió él.
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Chica moco [Louis Tomlinson]
FanficEsta historia empieza en un pueblo de Londres; Doncaster es un lugar hermoso donde vivir. Una chica que recién cumple 14 años sufre de bullying en su instituto. Tras insultos y burlas, uno de sus compañeros de clase la cita en el gimnasio dándole a...