Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005

capitulo 29

Me gustas, James.

Logan se fue de casa luego de unos minutos, al final no decidimos claramente que me pondría para el día de hoy, porque si... ya pasaban de las doce y yo no podía conciliar el sueño. Continuaba girando en mi cama sin saber lo que le diría y como se lo diría. Creo que le confesaría que me gusta pero no tengo la menor idea de cómo empezar. ¿Qué tal si después de este día todo se viene abajo o incluso todo empeora? Aquellas preguntas no dejaban de gritarme en mi cabeza, estaba nerviosa y ni siquiera lo tenía en frente. Cuando al fin mis ojos se habían cerrado solos, mi teléfono comenzó a vibrar un par de veces. Lo tomé de la mesita de noche y miré el número desconocido, no lo tenía registrado en mis contactos. Llena de curiosidad decidí leerlo.

"¿Sigues despierta? No puedo dormir. "–hice una mueca.
"¿Quién eres?" –envié.
"James, pequeña tonta" –recibí. Esas mariposas no tardaron en aparecerse al igual que mi sonrisa de estúpida enamorada.
"¿Cómo es que tienes mi numero? Oh... y no, de hecho no puedo dormir ¿Qué estás haciendo?"
"Estaba viendo mis contactos y apareció uno que decía tu nombre, me pareció buena idea enviarte un mensaje aunque debo admitir que me da mucha pereza escribir, ya que mañana te veré –sonreí frente a mi teléfono-. ¿No te preguntas qué es lo que te diré?"
"Ya recordé cuando guarde mi numero, lo siento. Me lo he preguntado muchas veces ¿Me puedes decir?"
"No, hasta mañana. Y ya duérmete, ya no deberías de estar despierta"
"Eso hacía y tú y tu mensaje me despertaron"
"Te lo mereces por fea. Descansa y te veo mañana"
"Tú también descansa, nos vemos en la tarde buenas... ¿Madrugadas?"
"Solo duérmete y ya"
"Bien"
"Bien"
"¡Ya!"
"¡Pues deja de mandarme mensajes!"
"¡Tú lo estás haciendo!"
"¡No es verdad!"
"¿Y qué estás haciendo ahora?"
"Solo ignórame"
"Tu hazlo, a ti te resulta más fácil"
"Oh vamos no empieces Annet"

No responderé, no pienso hacerlo. Sobre mi cadáver, no lo haré.

"Bien, solo porque me agradas"-Envié, no me resistí. Sin embargo, no recibí respuesta alguna.

(...)

Me levanté, mucho más temprano de lo normal. Las hojas verdes de los arboles se adueñaban de la banqueta de casa. No quería que James llegara, ni siquiera quería salir ahora pero tenía que hacerlo, no creo que a él le agrade mucho el hecho de cancelarlo y a mí tampoco, yo quería verlo. Es ahora cuando quisiera comer sin parar mi nieve de nuez, pero la nevera estaba vacía. Bendita buena suerte.

-

Diez minutos faltaban para la hora acordada. Estaba completamente lista y con los nervios a flor de piel. Mi estomago dejó de sentir mariposas y comenzaba a revolverse, tenía nauseas a causa de los nervios. Apretaba fuertemente mi celular en el bolsillo del pantalón, deseando que me hablara por sí solo y me tranquilizara. Maldición... es ahora cuando necesito a Logan. Comenzó a vibrar y abrí mis ojos totalmente, sabía que era él. Al momento de abrirlo definitivamente no me equivoqué.

"Sal de tu casa, estoy afuera en el auto" –sonreí, tratando de matar esas mariposas y los nervios.

Me levanté del sofá y suspiré antes de abrir la puerta. Al abrirla me encontré con él, cruzado de brazos recargado en su auto, mirándome de arriba abajo.

-Hola –sonreí.
Sonrió de lado-. Sube al auto.
-¿A dónde iremos?
-Cállate y sube.
Asentí-. ¿A dónde iremos?
-¿A dónde quieres ir? –él encendió el auto.
-Quiero una nieve –hice un puchero.
-¿De nuevo? –Asentí con una gran sonrisa-. ¿Para qué peleemos de nuevo?
Negué-. Esta vez no quiero pelear ¿Tú sí?
-No.
-¿Entonces si podemos ir?
-Bien.
Jugaba con mis pulgares mientras que él conducía hasta aquel centro comercial en el cual la ultima vez no había resultado nada bien. Al llegar bajé y nos dirigimos hasta la heladería. Pidió mi nieve favorita y también la que él quería. Me la entregó y sonreí tímida esperando a que su boca se abriera para decir algo.

"Deja que hable él primero" –recordé a Logan al instante.

-¿No piensas hablar nunca? –negué-. Oh... ya veo, quieres que hable yo primero ¿Cierto? –Asentí-. Bien... no será así, así que empieza tú.
-No puedo yo...
-Sí puedes, solo dilo. Imagina que estás sola y solo hablas contigo misma.
Suspiré-. Hace apenas unos días, me di cuenta que sentía algo por ti. Y... es tonto, por que una persona no puede encariñarse con alguien que tiene novia y no la tratan de la mejor manera ¿No? Pero eso pasó conmigo, yo me enamoré a pesar de cómo eres y... tengo que admitir que me encanta. Estoy segura qué tu no sientes lo mismo que yo, eso lo sé, pero... –carraspeó su garganta y me miró a los ojos para después arrepentirme de lo que había dicho.
-¿Qué te hace pensar que tú no me gustas?
-No lo sé pero... solo sé que tengo la razón.
-Annie... tú me gustas también. Para eso quería ir a tu casa ayer, tenía que decírtelo. Pero me encontré con ese imbécil y... simplemente me arrepentí. Te beso porque me encanta besarte, me encanta que tú comiences a quererme, me gusta que me quieras y también me gustas tú –comencé a sonrojarme, estoy segura-. Estoy seguro que ninguna chica podría aguantarme como tú.
-No sé qué decirte yo... Nunca imaginé que me dirías esto.
-No es necesario que me digas algo, solamente con saber que nos gustamos me es suficiente.
-Supongo que sí... ¿Cuándo te diste cuenta de eso?
-Justo cuando Logan entro a la escuela.
-No sé porque siento que ya lo sabía –reí bajito.
-Siempre estás con él, es realmente frustrante.
-Oh vamos... paso más tiempo contigo.
-No es así, no mientas.
-No miento... solamente es verdad –sonreí-. Y... Ahora, ¿Qué pasará?
-Te refieres ha... ¿Nosotros?
-Sí, a eso me refiero.
-¿Qué más puede pasar?
-Pues ya sabes... ohm...
-¿Comenzar a salir? –asentí-. Oh... no, eso no pasará.
-¿Qué? ¿Por qué no? Ambos sentimos lo mismo ¿No?
-Sí, pero yo no pienso dejar a Elisa por ti, Annie. Yo podría seguir hablándote aun con mayor confianza y respeto, quizás nos llevemos mejor, pero no terminaré con Elisa. Asique... creo que deberías pensar si seguir conmigo o no.
-¿Tú aun con Elisa?
-Sí, justo como estamos ahora.
-No lo sé, yo... siento algo por ti, de verdad.
-Por eso he dicho que lo pienses y cuando tengas la respuesta... házmelo saber ¿De acuerdo?
-Bien... -suspiré.

¿Cómo podía evitar no sentirme mal?

-Me gusta cuando usas esa blusa roja, te hace ver menos horrible.
-Gracias, supongo –reí, incómodamente.
-¿Acaso estarás así el resto del día? –negué-. Te lo dije para que tú supieras. Me gustas Annie y me encanta que nos besemos aun así este prohibido, pero ya sabes lo que dicen... sí es prohibido es aun más irresistible. Tú me resultas irresistible, ¿No lo entiendes? –Me tomó por los hombros-. No quiero que pienses que te uso, porque no es así... maldición.
-Entonces... -lo miré-. ¿Qué se supone que es?
-Ah... es solamente... conocernos más –tomó mi rostro entre sus manos. Depositó un cortito beso de piquito en mis labios y podría jurar... que quería desmayarme-. ¿Bien?
-Tengo que pensarlo.
-Tomate tu tiempo y espero que tu cerebro no explote en el proceso.

No sé qué demonios haría...