Through the dark ✓©® Ganadora Watts 2005

capitulo 39

Trabajo.

-¡¿Dónde estabas?! –Le pregunté sin siquiera importarme que vería a continuación. Mis músculos se quedaron totalmente paralizados. Ella intercambiaba saliva con aquel tipo que ya había visto detrás de ella-. Ayer te busqué –Seguí diciéndole, sin importarme sentirme un total idiota-. Nadie me abrió.
-Aquí estoy –sonrió de oreja a oreja, elevando sus brazos-. ¿Qué se te ofrece? –Cerré mis puños con fuerza y ella levantó sus cejas, esperando una respuesta-. ¿No me vas a decir nada? –Rodó los ojos-. Bien, terminamos querido.
-Bien –di media vuelta, con una rabia inexplicable en todo el cuerpo. Odiaba el hecho de estar equivocado, odio el hecho de que... ella tenía razón y por nada del mundo dejaría que me viera decaído, aunque lo estaba por dentro.

Dos semanas después.

¿Dónde demonios estaba? Dos malditas semanas sin asistir a la escuela, paso por su casa y todo está apagado, Logan se ve decaído... ¿Habrá muerto? No... no puede haberle pasado nada. Suspiré totalmente cansado en la última hora, donde había visto a su mejor amigo mirarme con cierta curiosidad y su teléfono en mano. ¿Elisa? Está con aquel musculoso y realmente no me interesa lo que pase en su vida, es ahora cuando abrí los ojos totalmente ante lo estúpido que fui. Ella piensa y jura que yo me muero de celos cuando la veo tan pegada a aquel chico, pero la verdad... Es que el lado bueno de esto fue que Annie... me quitó una gran víbora de encima y yo no le correspondí de buena manera... Sentía tantas ganas de pedirle una gran disculpa, lo cual no hacía ya que odio pedir perdón. Al salir de la escuela, me armé de valor y caminé hasta la casa de Annie, la cual de nuevo estaba todo obscuro y sin vida. ¿Por qué no me buscó como ella acostumbra a hacerlo?
Sentía pasos detrás de mí y cuando miraba para ver quién era, no había nadie por ningún puto lado, es ahora cuando comenzaba a invadirme la desesperación. Llegué y respiré profundamente para después tocar su puerta con el puño cerrado.

-¡Ábreme joder! –Grité, sin importarme cuanto ruido estaba ocasionando a mí alrededor.
-No la vas a encontrar ahí nunca más –Escuché que me dijeron detrás y al girarme, noté a Logan con una hoja entre sus manos, abrí los ojos más de lo normal y mi boca no se cerraba.
-¿Tú que haces aquí? Lárgate...
-No lo haré por que por desgracia mi mejor amiga está enamorada de ti y les quiero hacer un favor a ambos.
-¿De qué jodidos estás hablando?
-Annie regresó a Estados Unidos hace unas semanas.
-¿Qué?
-Sí, se fue por tu maldita culpa. Me quitaste a mi mejor amiga... La terminaste de destruir viejo, eres un... -suspiró, mirando hacia el suelo al igual que yo-. Ojala que no me arrepienta de esto... -me miró con total rabia y podía jurar... Que no lo conocía así-. Ten –me ofreció aquella hoja-. Que la tomes maldita sea.
-¿Qué es esto? –le pregunté, al ver ciertas palabras escritas y algunos números.
-Su dirección en Los Ángeles. En ti quedará querer ir o no.
-No tengo dinero –contesté secamente.
-Dije que en ti quedará ir o no, no te pregunté si tenías dinero. Si quieres recuperarla... Tienes que ingeniártelas para ir por ella. Con permiso, me tengo que ir a trabajar.

Se dio media vuelta y yo me quedé sentado en aquel escalón que me marcó el día de su cumpleaños como un total idiota observando como él se alejaba cada vez más. Quería verla... Aunque sea tan solo un poco, no me sentía totalmente a gusto estar así y me culpaba cientos de veces al sentir este absurdo sentimiento. Me levanté y caminé algunos pasos totalmente decido.

-¡Logan! –Grité y el volteó a verme, es ahora cuando tenía que ayudarme a mí mismo.
-¿Sí?
-Necesito que me ayudes...
-¿Ahora quieres que te ayude?
-Vamos, necesito tu ayuda ahora...
-¿Qué es lo que quieres?
-Quiero trabajar contigo.

(...)

Annie-.

Marcaba varias veces a Logan, el cual no respondía y comenzaba a preocuparme.

-¿No te responde? –Me preguntó Eric y negué bajando mi mirada-. No te preocupes... -acarició mi mano por primera vez y odio admitirlo ahora... No podía querer a alguien de nuevo. Quité mi mano bruscamente y me miró con el ceño fruncido.
-No, ¿Qué tal si le pasó algo?
-Él está bien –rodó los ojos, haciéndome sentir incomoda-. Tranquila.
-Siempre responde su teléfono... -susurré.
-¡Él está bien Annet! –Gritó, haciendo que mi cuerpo se hiciera hacia atrás inconscientemente. Su rostro cambió totalmente, a uno más sereno-. Lo siento... yo... Perdóname.
-No me estés gritando ¿Bien? –Me acomodé en mi asiento, provocando un silencio incómodo.
-Sabes que a veces... Tengo mis cambios de humor y es sin querer –me tomó la mano una vez más, haciendo que observara su rostro-. Perdóname...
-Ya es la tercera vez que pasa.
-Lo sé es solo que... Dios, por favor entiéndeme... No lo hago intencionalmente.
-¿En verdad? Porque solo eso pasa cuando te cuento de Logan y James.
-No deberías de contarme eso.
-¿Acaso está mal contarte de mi mejor amigo?
-No, pero de James sí. Sabes perfectamente que yo te he pedido una oportunidad y ni siquiera me has dado la respuesta.
-¿Y no puedes esperarte? Te dije que aún lo quería.
-Yo te dije que podrías quererme con el tiempo ¿Acaso no puedes?
-Sí, sí puedo pero él hizo exactamente lo mismo.
-Pero tú no eres igual que él... Estoy seguro.
-Quizás en el fondo no.
-Sé que tú puedes ser linda conmigo tan solo una vez... Solo una.
-Eric...
-Por favor Annie, quiero conocer ese lado tuyo tan solo una vez.
-Yo no quiero que lo conozcas, no quiero que nadie lo conozca ahora...

(...)

James-.

-Odio limpiar baños –Le dije a Logan, quién hacía lo mismo que yo.
-Tienes que acostumbrarte, es por una buena causa –rio bajito-. No pensé que estarías a mi lado limpiando heces fecales ajenas por ver a Annie.
-Deja de restregarme eso en la cara.
-Es divertido –rio, haciéndome reír también por primera vez-. Si quieres solamente saca las bolsas con papel sucio, yo me encargo de lo demás.
-¿De verdad?
-Sí, no te preocupes.
-Vaya... No eres tan idiota como creía.
-No lo soy, tú sí.
-¿Yo?
-Sí, el negar que te gusta mi mejor amiga y dejarla ir mientras que actuabas como si no te importase es ser idiota.
-Y ciego al no ver que mi novia mi engañaba.
-Y Annie te lo advirtió.
-Viejo... En realidad... Joder, esto es tan difícil.
-¿Sabes por qué? Porque tú la quieres a pesar de que sea una niña terca. Me ha estado llamando cientos de veces y no contesto porque tú eres tan tonto que hablaras, ese no es el punto.
-Yo no la quiero –bufé.
-Sí, si lo haces.

Rodé los ojos y en menos de cinco segundos un chico de cabello más o menos largo entró por la puerta, abrazándolo inmediatamente sin ninguna oposición suya. Me quedé quieto por unos instantes, sin decir ninguna palabra.

-Matt... -Habló Logan-. Te presento a James.
-Oh... Logan me ha hablado mucho de ti –estrechó su mano con la mía durante unos segundos y a medida que habló entendí rápidamente la situación, él era una mariposa recién salida de la primavera-. Mucho gusto.
-Lo mismo digo yo –sonriendo forzadamente y a la vez levantando mis cejas-. ¿Qué es tuyo este chico? –Le pregunté, refiriéndome a Logan.
-Mi novio –sonrió ampliamente, mientras que yo de nuevo... Me maldecía por las miles de veces que tuve problemas con Annie por pensar en que a él le gustaba-. No... No estoy saliendo con Annet y no me gusta. Si te preguntas del por qué lo digo como si no me importase, es por el simple hecho de que no me avergüenza serlo.
-Tengo tanto de que disculparme... -susurré-. Lo... -suspiré-. Lo siento.
-No te preocupes, sabía que dentro de esa horrible actitud tenía que esconderse un chico lindo.
-Ey para... Me estás asustando –Matt rio.
-Te esperaré para tu hora de comida –le dijo Matt-. Nos vemos en un ratito.

Salió por la puerta, mientras que yo me encontré verdaderamente ocupado mirando el suelo sin decir nada. Ahora todo comenzaba a tomar sentido y yo cada vez me sentía más idiota.

-¿Tú también querrás ir a ver a Annie?
-Sí, pero si yo no voy pronto ella vendrá.
-¡¿Y por qué estoy limpiando baños para ello si ella vendrá?!
Me miró totalmente serio, imaginando mi muerte en su cabeza-. ¿Hablas enserio maldito hueco sin cerebro? ¡Tienes que ir por ella! ¡Yo no me creo ese cuento de que no la quieres! Y a como ella me dijo... Tienes que darte prisa.
-¿Por qué, florecita? –rio.
-Alguien más podría tomar tu lugar allá. –Maldición... Eric.
-¿Y? –Le dije, tratando de ocultar la rabia que sentía.
-¿Y? ¡¿Y?! ¡Contigo no se puede hablar! –Mordí mi labio, nervioso por esta estupidez-. ¡Tienes que dejar el orgullo atrás maldición! Así no vas a lograr nada en tu vida. Te dije que a ella no tenías que tratarla como a una basura, y fue lo primero que hiciste. Antes de que te vayas y me odies más por el resto de tu vida admite que es verdad, admite que... -Su teléfono comenzó a sonar y observé su bolsillo atento esperando a que contestara, tenía esa tonta esperanza que fuera... Annet-. Es ella –me miró, durante solo unos segundos-. ¿Quieres contestar?
-No... no gracias.
-¿Seguro?
-¡Sí te lo digo es por algo! Y contéstale antes de que cuelgue, allá... es tarde.
Asintió y marcó el botón verde de su teléfono, mientras que yo tomaba mis manos sin ninguna razón-. ¡Ándale! –susurré.
¿Hola? –Contestó-. Trabajando ¿Por qué? –Abrió su boca en forma de O-. ¡¿Hablas en serio?! A James no le agradará esa idea... -rio bajito-. No, no lo he visto... -Pregunto por mí...-. ¿Lo extrañas? –Maldito Logan vete al demonio... Gracias por preguntar-. Lo sabía pero tranquila... Yo digo que ya no tarda en buscarte –me guiñó el ojo-. Bien descansa amiga... Te amo –colgó.
-¿Qué te dijo?
-Uno: Te extraña demasiado –sonreí-. Dos: Eric le ha pedido una oportunidad.
-Ella... ¿Qué dijo ella?
-Dijo que sí para tratar de olvidarte.

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