Ayuda.

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Después de que Hiccup se marchara, Elsa caminó a algun lugar donde pudiera mirar lo que el castaño le había entregado en la mano. Llegó hasta una pequeña torre donde sabía que no la seguiría nadie, la emoción contenida todo ese tiempo se convirtió en cierta tristeza al ver que era su anillo envuelto en un trozo de tela que tenía en ella el mismo símbolo que Chimuelo llevaba en su silla y armadura.
-Quiere que no lo busque...- se dijo a si misma con algo de nostalgia. Lo pensó unos minutos y se forzó a cambiar su actitud a una molesta con él.

En otra parte, Jack caminaba con Rapunzel en silencio, no era uno incómodo si no mas bien era uno de esos silencios que expresan nerviosismo.
-Entonces...- habló por fin la rubia.
-Entonces...- repitió Jack.
-¿Porque nunca me dijiste quién eras en realidad?- preguntó Rapunzel con trabajo.
-Pensé que... Bueno, no quería que me trataras diferente- el albino caminó mas rápido.
-Jack...- rió un poco la chica -Yo jamás te hubiera tratado diferente-
-¿Es en serio?- Jack se detuvo y la miró dudando un poco.
-Sé que tu tampoco lo harías...-
-¿Porqué habría de hacerlo?- el albino se acercó a ella aún mas confundido.
-Por nada, solo es un decir...- Rapunzel sonrió nerviosa mirando como el sol comenzaba a meterse -Escuché... Sobre tu compromiso con la princesa- volvió a decir algo melancólica.
-Ahh ¿Eso escuchaste?... En realidad no es... Es nuestra obligación- suspiró el albino molesto.
-No debes explicarme nada... Es bueno que seas responsable, mas con todo lo que ha pasado-
-Ojalá fuera diferente...-
-Bueno... Al menos conoceré el lugar de donde vienes- sonrió Rapunzel tratando de animarlo.
-Prometo que nada te pasará allá- Jack tomó su mano sonriendo.
-Lo dices porque mi madre te hizo prometerlo- se burló la rubia -Bueno, debo irme a dormir. Será un largo viaje mañana-
-Descansa...- sonrió el albino sin soltarla. Hizo un movimiento sutil y le dio un pequeño y rápido beso, después se marchó sonriendo.

El resto de la noche fue tranquila para todos, en la cena se había hablado de la partida de todos los invitados al día siguiente por seguridad. Para Elsa había sido triste escuchar sobre eso, además de estar segura de que no volvería a ver a Hiccup, su mejor amiga regresaría y no sabía hasta cuando volvería a verla.

Caminó hasta una terraza frente a un jardin mirando la tela que Hiccup le había dejado con una sonrisa melancólica.
-Es una linda noche ¿No crees?- se acercó Jack.
-Han habido mejores- contestó sonriendo la albina ocultando el pedazo de tela.
-Molesta por tener que entrenar mas cosas ¿No?-
-¿Quién te lo contó?-
-Tu padre... Solo habla de tus prácticas para defenderte- sonrió el albino mirando hacia el jardín.
-Solo piensa en eso...- bufó Elsa molesta.
-Escucha... Quieren que antes de que nos marchemos mañana te de algo simbólico al compromiso- dijo Jack con una mueca, misma que Elsa imitó al escucharlo.
-Ya lo sé... Es por pura formalidad- rió el albino poniendo un anillo en su dedo anular izquierdo.
-Es lindo- sonrió la chica mirando la piedra azul que tenía en el centro.
-Si... Era de mi madre- Jack miró de nuevo al jardín algo serio.
-Tenía buen gusto- Elsa rió para animarlo mirando al mismo lugar que él -Ahí va Anna- volvió a decir con una sonrisa.
-Se ve tranquila...- sonrió Jack con malicia.
-Así es Anna, parece ser que va hacia los árboles mas grandes de allá-
-Sería divertido asustarla un poco ¿No?- Jack miró a la albina y entendió por su rostro que estaba de acuerdo con su idea.
Ambos chicos se apresuraron y caminaron detrás de ella sigilosamente, pero llegaron a un punto entre los árboles en que no lograron verla.
-Tal vez ya regreso... Es peligroso seguir por aquí, mas adelante esta el bosque- murmuró Jack.
-Tal vez tengas...- Elsa no pudo terminar de decir al escuchar a su hermana gritar con dolor no muy lejos -¡Anna!- gritó asustada comenzando a correr junto con Jack.

No tardaron mas de dos minutos en encontrarla, pero lo que vieron definitivamente no lo esperaban; Anna estaba en el piso con una flecha en el tórax.
-¡Anna!-volvió a exclamar llorando mientras corría a ella.
Jack quitó con fuerza la flecha, Elsa reconoció algo de ella y se la arrebató antes de que él le pusiera atención.
-No puede ser...- susurró mientras sacaba el pañuelo de Hiccup, la flecha tenía grabado el mismo símbolo en pequeño.
-¡Elsa! Van por el bosque, iré a...-
-¡No! Quédate con Anna, busca ayuda... Yo iré- dijo la albina comenzando a correr.
Cada paso que daba Elsa estaba lleno de miedo, temía encontrar a Hiccup con su arco confirmando su culpabilidad.
Escuchó unos pasos no muy lejos de ella y se apresuró aún mas sin soltar la flecha, vio delante de ella a una persona pero no lograba reconocerla.
-¡Espera!- gritó comenzando a usar sus poderes para detenerlo.
-¡Detente!- exclamó una ultima vez logrando derribarlo.
Corrió de prisa hasta él y sus lágrimas se detuvieron abriendo paso a una ansiedad que jamás había sentido.
-¡¿Hans?!- exclamó tirándose al piso.
-Hola, prima- sonrió el chico.
-Que... ¡¿Qué fue lo que hiciste?!- Elsa lo miró levantarse.
-Solo lo necesario...-
-¿Lo necesario? ¡¿Perdiste la cabeza?!- la albina volvió a lanzar hielo deteniendo sus pies.
-No... Parece que aún no lo entiendes, Elsa...- dijo molesto.
-¿Inculpar a Hiccup? ¿Qué pretendías ganar con eso?- Elsa se puso de pie.
-¿Que no es obvio?... ¿Sabes? Hablas de él con mucha familiaridad-
-¡No cambies el tema! Debo llevarte con mi padre- dijo con esfuerzos la chica
-¡Piensa lo que harás Elsa! Si me entregas... Hablaré de tu peculiar amistad con el príncipe de Berk-
-No hay tal amistad...- murmuró Elsa molesta.
-No puedes entregarme... Soy tu primo... Haz confiado en mi toda tu vida...- Hans trató de sonar convincente.
-¡Ya basta!- gritó Jack terminando de atraparlo.
-¡Elsa! Ve con tu hermana... Yo me quedaré con él hasta que llegue mi padre-
La chica no pudo hacer otra cosa mas que regresar con su hermana que con trabajo podía mantener su pulso.
Llegaron inmediatamente después de ella guardias y un par de doctores, dejó que se llevarán a su hermana mientras corría detrás de ellos ocultando la flecha detrás de ella.
Al llegar al interior del castillo, Hada miró a Anna preocupada ordenando que la llevaran a una habitación mientras pedía que llamaran a Rapunzel. Elsa se quedó estática en el gran corredor con su vestido sucio por la sangre de su hermana y la tierra del bosque sin darse cuenta de que comenzaba a congelar el piso.

Mas tarde, su hermana se había recuperado por completo y sus padres discutían algo en privado. Elsa ya se había cambiado de ropa y se encontraba con su hermana pero aún no sabía que era lo que pasaría ni porque su primo había hecho algo así inculpando a alguien de Berk. Una vez que Anna se quedó dormida salió de su habitación y buscó a sus padres. Antes de entrar a donde ellos se encontraban no pudo evitar usmear en lo que decían.
-¡Entiende! Arendelle ya no es seguro para nuestras hijas- dijo su madre molesta.
-¡No puedo dejar que se marchen! ¡¿A dónde irán?! Con Norte les espera lo mismo- respondió el rey con autoridad.
-¡Por primera vez deja de lado tu orgullo! Cielos... ¡Son tus hijas!- exclamó la mujer molesta por última vez.
-Disculpen...- dijo Elsa entrando a la habitación.
-Elsa... ¿Qué haces despierta?- su padre trató de sonar tranquilo.
-Debo saber que esta ocurriendo... ¿Que pasará con Hans?-
-El futuro de él en incierto por ahora... Por seguridad estará encerrado-
-Pero... ¿Porqué haría algo así?- preguntó la albina con tristeza.
-Lo importante es que tu hermana esta mejor ahora gracias a Rapunzel- dijo su madre con delicadeza.
-¿Qué fue lo que hizo?-
-Hablaremos de eso otro día, debes ir a dormir... A sido una larga noche- su padre la abrazó antes de que obedeciera.
Una vez que Elsa se marchó, el rey mandó a llamar a un mensajero mirando con tristeza a su esposa.

*/*/*

Había pasado una semana desde el accidente de Anna y en Berk todo parecía normal; Estoico perseguía a Hiccup todo el tiempo para hablarle de cosas mas serias y éste huía de él con la excusa de entrenar con Astrid y los demás.

Y fue uno de esos días en los que estaban "entrenando" y como siempre Hiccup y Astrid estaban haciendo equipo. Se separaron un poco del grupo hasta llegar a una pequeña isla no muy lejos de Berk, el ojiverde bajó de Chimuelo cansado y confiado de que le llevaban ventaja a los otros.

-Tú haz estado actuando raro...- dijo Astrid acercándose a él.
-Eso no es verdad- contestó el castaño sin interés.
-¿Tu crees?-preguntó con sarcasmo la chica poniendo una sonrisa.
-¿Cómo es que me conoces tanto?- rió Hiccup sentándose en el piso.
-Soy tu mejor amiga bobo, ahora dime que pasó- Astrid tomó asiento junto a él divertida.
-Es mi padre... Otra vez... Ha hablado conmigo de una posible guerra y lo que llegara a pasar si él, ya sabes-
-¿Te molesta que hable de eso?-
-Muchísimo, quiere apresurar mi unión con alguien de Berk en caso de que algo así ocurriera- la miró serio.
-Bueno... Será difícil que me elijan para eso esta vez- se burló un poco Astrid poniéndose de pie.
-¿Qué quieres decir?- preguntó curioso.
-Lo hablamos solamente con tu madre... Hiccup, Eret y yo...- sonrió la chica ampliamente.
-¡No digas...!- Hiccup se levantó emocionado abrazando a su amiga.
-Lo sé... Me lo pidió justo cuando se fueron-
-Es increíble...-
-Eso te da tiempo de buscar una solución a lo de tu padre- sonrió la chica volviendo a subir en Tormenta, su dragón.
-¡No puedo creer que esperaras tanto para decirme!- exclamó el ojiverde con emoción antes de subir en Chimuelo.

La noticia en verdad había alegrado al chico, no solo por la felicidad de su amiga si no por saber que no tendría que pensar en la incómoda idea de verla como esposa. Siguieron con su entrenamiento el resto de la tarde divirtiéndose como de costumbre entre todos hasta regresar a Berk.

Hiccup llegó de muy buen humor buscando a su madre para reclamarle no habrle contado sobre el compromiso de su amiga, estaba sucio y cansado, ni siquiera se había tomado el tiempo de cambiarse la armadura antes o de quitarse el casco.
Llegó al ala donde le habían dicho que sus padres se encontraban y que por cierto lo esperaban.

-¡Madre! ¡¿Realmente planeabas ocultarme algo así?!- exclamó con emoción al entrar.
-Hijo... Quítate ese casco, tenemos visitas- dijo algo seria Valka.
-Espera...- rió el ojiverde quitándose el casco -No puedes cambiar el tema de esta...- Hiccup se quedó callado y sonrió de manera inconsciente una ves que dirigió la mirada a donde estaban sus padres.
-Hola, Hiccup- saludó Elsa algo nerviosa pero sin poder evitar volver a sentir su sangre hervir provocando que se sonrojara.


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Perdón por estar actualizando mas lento de lo normal pero mi estado emocional actual me bloquea un poco de repente xD pero es por ustedes que le hecho ganitas ¡Gracias por leer! ★

Kings and Queens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora