Pesadillas

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Todo era rápido y lento a la vez,Elsa entró al castillo tratando de sostener a Hiccup con ayuda de un guardia. Al entrar el tumulto por los pasillos no se hizo esperar, las puertas se abrían con fuerza llamando la atención de todos por cada ala del lugar hasta llegar a una clase de antesala a su habitación donde se encontraban Valka, Tadashi, Hiro y Heather cuidando a Ragnar y discutiendo sobre la pelea del menor por la mañana.

-Hiccup...- dijo Tadashi levantándose con rapidez al ver a Elsa entrar con los guardias y corriendo para tomar su lugar y sostener a su hermano.
-No puede ser...- dijo con temor Valka caminando tras Tadashi.
-Nos haremos cargo, Elsa...- volvió a decir que entrando a la habitación ayudando a Tadashi seguida de los guardias.

Elsa cayó en cuenta en ese momento del estado casi catatónico en el que se encontraba; las manos le temblaban con desesperación, su vestido que hasta hace unas horas era blanco estaba manchado por la sangre de Hiccup al igual que su rostro y de sua ojos salían lagrimas que enorojecian sus labios. Sentía que todo frente a ella era borroso y confuso hasta que escuchó a Ragnar llorar.

-Por los Dioses ¡Saquen a Raganar de aquí!- exclamó pareciendo estar molesta y dando la espalda a Hiro y Heather que la miraban con miedo.
-Llévalo con Anna, Hiro, por favor - pidió la azabache entregándole al bebé con cuidado.

Hiro no dijo nada, no necesitaba hacerlo ya que no había nada mas que decir, solamente obedecer. Jamás había visto a Elsa de esa manera y jamás hubiera imaginado que algo así ocurriría.

-¿Elsa, que ocurrió?- preguntó Heather una vez que el menor se retiró.
-Hay un hombre con los guardias... Tienes que ir y ver quién es- pidió la albina aún temblando y evitando mirar a la azabache.
-Elsa... Tranquilizate- dijo Heather mirandoloa y temiendo por su estabilidad.
-Haz lo que te digo... Necesito cambiarme- ordenó por última vez Elsa con mas fuerza.
-De acuerdo...- accedió la azabache dejando a Elsa sola.

*/*/*

-Hicimos todo lo que pudimos, incluso yo... Todo depende de él ahora- Murmuró Dracula a Elsa fuera de la habitación donde se encontraba Hiccup.
-¿Depende de él?- preguntó la albina aún con los ojos rojos y los pómulos enrojecidos e inflamados.
-Fue una herida seria... Es por eso que yo tuve que intervenir- contestó el hombre mirándola a los ojos con una sonrisa condolente.

-Elsa... Deberías venir- interrumpió Heather con nervios.
-Ahora no, debo cuidar de Hiccup- contestó la albina intentando sonar mas tranquila.
-Es sobre el hombre que los atacó- insistió la azabache.
-Ve, yo cuidaré de él- dijo Dracula sonriendo y entrando a la habitación.

Elsa entro al gran salón donde se encontraba su trono y el de Hiccup, miró unos segundos el que pertenecía al castaño con tristeza y se sentó junto a éste, después dio la orden de que entraran los guardias con aquel misterioso hombre.

-Tú...- dijo llena de enojo y odio al ver el rostro del hombre que yacía ahora de rodillas frente a ella.
-Te ves como si hubieras visto un muerto- rió Hans mirándola a los ojos.
Elsa tan solo lo miró terminando de asimilar que nuevamente había sido su primo quién la quería lastimar y peor aún que había sobrevivido al destino que ella había planeado para él.

-Mírate, no te basta con Arendelle, también estás sentada en el trono de Berk- volvió a decir el chico mirandola esta vez con desprecio.

La albina se levantó y caminó hasta él para inclinarse y poder ver bien su rostro.

-¿Porqué Hans? Después de tantas cosas y de todo el amor que te dieron mis padres y en especial yo ¿Porque insistes en traicionarme y herirme?- preguntó entre murmuros Elsa acariciando el rostro de su primo.
-Eres un monstruo... No deberías reinar en ningún lado, incluso tu madre lo creía- respondió Hans con coraje -Y me pregunto que otra clase de monstruo pro creaste con el rey Hiccup... Yo estaba por contarle a Pitch sobre tu condición cuando recibí tu inesperada emboscada- se burló nuevamente el pelirrojo.
-Y aún así yo soy tu reina ahora- dijo Elsa con la voz quebrantada por el enojo y se puso de pie.
-Llevenselo, el rey decidirá que se hará con el otro día... Porque él se recuperará pronto- ordenó la albina mirando a los guardias y a Heather entre un grupo de personas reunidas en el salón.
-Claro que estará bien, esa flecha debía matarte a ti y no a él- se burló Hans por última vez mientras lo levantaban.

Kings and Queens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora