Coronación e intervención.

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Iniciaba el día mas importante en mucho tiempo en Berk y al que Hiccup le había huido toda su vida. Desde temprano el ir y venir de la servidumbre se escuchaba por todas partes mientras que el castaño se perdía en sus pensamientos mirando a Tadashi y a Heather en un jardín por una ventana.

-¿Qué te tiene tan preocupado?- preguntó Elsa acercándose detrás de él.
-Es mi hermano...- contestó Hiccup con seriedad sin apartar su mirada.
-¿Te preocupa su bienestar?- volvió a preguntar la albina abrazandolo con fuerza por la espalda.
-Me preocupa su futuro... No confío en Heather- dijo el castaño poniendo sus manos sobre las de Elsa que rodeaban su abdomen -Le romperá el corazón y será por mi culpa- volvió a decir con un poco de culpa.
-¿Te preocupa tanto el futuro?- murmuró Elsa besando su espalda -Él sabe lo que hace, y si ella lo lastima será porqué el lo quiso, no tú-
-Si, pero él...-
-Deja el futuro de Tadashi a Tadashi y ve por el tuyo- interrumpió Elsa dejando de abrazarlo para ponerse frente a él.
-¿Qué hay del mío?- sonrió Hiccup un poco por fin.
La albina sonrió y tomó con delicadeza ambas manos del chico acercándose mas a él.
-Imagina el corazón de una estrella latiendo por dos- dijo Elsa tranquila pero a la vez suave.
-¿Qué?- preguntó Hiccup nervioso intentando retener una sonrisa -¿Estás segura?-
-La anciana Gothi me lo dijo esta mañana- rió la albina.
El castaño tardó un par de segundos para dejar que su emoción lo invadiera y abrazara a Elsa con fuerza alzandola del piso.
-¡Es increíble!- exclamó Hiccup besando todo su rostro mientras la albina reía con felicidad.
-¿Interrumpo algo?- preguntó Hiro desde la puerta algo confundido pero con una sonrisa contagiada por la de los otro dos chicos.
-¡Hiro! ¡¿Qué haces aquí?!- preguntó Elsa sorprendida.
-Busco a Hiccup, su madre dice que vaya con ella antes de prepararse- contestó el menor sin apartarse de la puerta.
-Iré justo ahora- contestó con entusiasmo el castaño. Dio la vuelta para mirar nuevamente a Elsa y se inclinó hasta quedar a la altura de su estómago.
-Tú harás ver a tu madre aún mas hermosa hoy- volvió a decir Hiccup a la aún plana barriga de Elsa antes de salir.
-Elsa, tú estás... Ya sabes...- intentó decir Hiro una vez que el castaño se había marchado.
-Si, Hiro- rió Elsa mientras un par de mujeres entraban a la habitación.
-Eso es estupendo, felicidades- se exaltó el menor.
-Es hora de comenzar a prepararla- dijo una de las mujeres a Elsa interrumpiendo el momento.
-Gracias... Te veré mas tarde Hiro- dijo la albina con sus mejillas sonrojadas.
-Si...- sonrió el azabache dando la vuelta -¡Felicidades!- exclamó mientras salía.

-¡Tadashi! ¡Tadashi!- gritó Hiro corriendo por el jardín emocionado.
-¿Hiro?- preguntó Heather confundida mirando al menor acercarse.
-¿Que ocurre?- preguntó Tadashi preocupado.
-Elsa y Hiccup...- tomó aire el menor -¡Elsa y Hiccup tendrán un bebé!- exclamó recuperando la emoción.
-¿Tendrán que?- preguntó otra vez Heather.
-¡Eso es genial! ¡¿Escuchaste?! Voy a ser tío- exclamó Tadashi cargando a la chica haciéndola reír.
-Es fantástico...- sonrió Heather. Extrañamente para ella, en verdad le alegraba la noticia.
-Tengo que felicitar a Hiccup- sonrió Tadashi -¿Vienes, Hiro?- preguntó antes de marcharse.
-¡Claro que si!- contestó el menor comenzando a caminar.
-¡Espera! No puedes dejarme sola- lo detuvo Heather.
-Confío en ti. Sé que no harás nada malo- Tadashi tomó sus manos y las besó rápidamente -Te veré mas tarde- sonrió y dio la vuelta para seguir su camino.

Heather sonrió mientras miraba al par de azabaches caminar, comenzaba a preguntarse si eso era de lo que su padre quería que le informara y si era lo correcto hacerlo. Por primera vez le costaba trabajo decidir que haría, actuar en contra de Elsa la mandaría a prisión y aún peor la alejaría de Tadashi.
Lo que sentía por él seguía siendo confuso e intentaba no mostrárselo por completo, no quería llamar la atención de sus padres, en especial Pitch. Eso le traía a la mente que llevaba tiempo sin saber nada de su madre y que tal vez un consejo suyo le vendría bien, aún si nunca habían sido tan unidas.
Cuando menos se dio cuenta estaba llegando a su habitación, era vergonzoso para ella darse cuenta de que teniendo la oportunidad de huir o hacer algo mientras nadie la seguía simplemente caminó tranquila sin pensar si quiera en hacerle daño a alguien.
Sintió una extraña sensación de algo que de alguna forma se le hacía conocido pero de solo intentar reconocerlo se le erizaba la piel, era perturbador y la sacaba de la extraña paz en la que había entrado desde la noche.

Kings and Queens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora