-¡No volverás a salir!- exclamó Valka molesta.
-¡¿Qué?! Oh, por favor... Es muy temprano para esto-
-¡Nada de "por favor"! ¿Tienes idea de lo mucho que me preocupé por ti en la noche?-
-Yo lo sé pero anoche... Debieron verlo, no era un dragón normal-
-Eret ya nos habló de eso- contestó su padre molesto.
-Pero lo pude ver mas de cerca... Era de arena o algo así... - sus padres se miraron preocupados.
-¿Qué pasó con él?- preguntó Estoico disimulando su inquietud.
-Bueno... Esa es otra historia...- divagó el castaño.
-Hiccup ¡¿Qué pasó con él?!- su padre se exaltó con ansiedad.
-Digamos que... Cuando caí busqué a Chimuelo y conocí a alguien que de alguna forma extraña congela todo... Me ayudó un poco-
-¿Quién es esta persona?- preguntó Valka con interés, la única persona de la que habían escuchado que tenía esos poderes era Jack.
-Ay dioses... Por favor no me maten... Era la princesa de Arendelle- Hiccup entre cerró sus ojos esperando el regaño de su padre.
-¡¿Arendelle?! ¡¿En qué estabas pensando?!- gritó Estoico molesto.
-¡Fue un accidente!- exclamó el castaño
-¿Ella supo quien eres?- preguntó Valka mas tranquila.
-No... No le dije nada, sólo mi nombre-
-¡De todas las cosas esta es la mas...!- su padre mantenía su postura regañandolo.
-Ya basta Estoico, debemos ir a ver lo que pasó antes de que la gente en Arendelle lo haga- lo interrumpió Valka poniéndose de pie.
-Si, vamos. Yo les diré donde...-
-¡Tú te quedas! No hay mas vuelos para ti en un tiempo- dijo su madre molesta.
-¿Cómo van a encontrarlo sin mi?- Hiccup preguntó mientras los veía caminar hacia la puerta.
-Seguro hay un camino de destrucción al rededor- se burló su padre -¡Llamen a Eret y a Gobber- dio una orden a alguien y salió junto con Valka.Tras unos minutos escuchó como se marchaban y salió del comedor molesto y gritando por los pasillos hasta llegar a su habitación.
Miró su armadura un poco tentado a salir de nuevo, pero algo mas le llamó la atención. Con la prisa y la adrenalina de volver a casa sin ser visto había olvidado dejar junto a Elsa su capa y se la había quedado.
-Soy la princesa de Arendelle- Hiccup la imitó molesto, pero después sonrió recostandose en su cama -¿Qué clase de princesa es?- se preguntó mientras recordaba sus poderes y como la luz de la luna se reflejaba en sus ojos azules.
-¡Es la misma chica del otro día!- exclamó levantadose. Había recordado la otra tarde en que había visto el bloque de hielo.
-¿Qué haría en el bosque tan tarde?- se preguntó mientras miraba por la ventana.*/*/*
Elsa comenzaba a despertar y lo primero de lo que se percató fue de que ya estaba en su cama. Un dolor en el cuerpo la invadió cuando intentó sentarse, pudo ver en sus manos raspones y su cabeza comenzó a causarle aún mas dolor. No lograba recordar todo lo que había pasado y mucho menos de como había regresado al castillo.
-¿Esta despierta?- preguntó su padre a la mucama antes de entrar. Ella tan solo asintió con la mirada abriendo la puerta.
-¡Elsa!- gritó molesto al entrar.
-Padre... Aún no estoy vestida-
-No es lo que importa ahora ¿Qué hacías en el bosque en la noche?- el rey abrió con rudeza las cortinas.
-¡Padre!- Elsa se levantó soportando el dolor mientras su sirvienta le ayudaba a ponerse una bata.
-¡Nada de padre! ¡Haz puesto en peligro al reino!-
-¡¿De qué estás hablando?! Yo no hice nada- exclamó molesta la albina.
-En el bosque, algo ocurrió y tu estabas ahí ¡Todos lo vimos!-
-¡No hice nada!- gritó Elsa.
-¿Viste a algún extraño?- su padre la miró molesto.
-...No... Entré al bosque y me perdí, escuché cosas muy raras y salí de ahí. Eso es todo- no sabía porque le había mentido a su padre.
-¿Estás segura?-
-Si, lo estoy-
Su padre caminó hacia la ventana llevándose las manos a la cara con gran preocupación y enojo. Sabía que su hija le estaba ocultando algo.
-Padre...- intentó hablar Elsa.
-Vístete, tomarás el desayuno con Jack- el rey comenzó a caminar hacia la puerta.
-No, padre por favor...-
-¡Es una orden!- le gritó molesto y salió.
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Kings and Queens.
CasualeToda la vida le han enseñado a Elsa que hay lugares a los que jamás debe acercarse y personas con quién no hablar jamás, por ejemplo con quiénes venían de Berk. Después de tantos años creyendo que debía odiar a los dragones y desconfiar de sus jinet...