Cambios.

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Después de la noche en que habían rescatado a Elsa, las cosas entre ella y Hiccup parecían bastante serias y heladas; casi no se dirigían la palabra y cuando estaban juntos transmitían un aura de incomodidad para todos.

No cambió mucho llegando a Berk, ya que aunque la noticia de su matrimonio a escondidas ya se había esparcido por todas partes, ambos no comentaban nada acerca de formalizar la ceremonia como era debido aplazando mas el tiempo. Sin embargo, el hecho de su pérdida esa misma noche se había quedado en quiénes lo habían presenciado y nada mas, nadie mas tenía que enterarse.

-¡¿Cómo te atreves a dejarme hablando sola?!... ¡Hiccup Horrendus Haddock, vuelve aquí!-

Eso era lo que se escuchaba tras algunas discusiones entre ambos por las noches desde su habitación dejando la mayor parte del tiempo a Elsa durmiendo sola.

No pasó mucho tiempo después para que la noticia de que Drago y sus dragones ya habían comenzado a atacar lugares cercanos a territorio de Berk llegara a manos de Estoico para prepararse junto a sus hijos y esposa para confrontarlo. Elsa había sido bastante insistente en acompañarlos y tras muchas respuestas negativas, Estoico había accedido sujetandola a un entrenamiento igual de complejo al que Astrid alguna vez se había sometido.

Se había acordado que Hiccup sería quien la supervisaria, pero la albina se las había ingeniado para entrenar con Tadashi o en ocasiones con Gobber, pero la mayor parte del tiempo era con el azabache que en comparación a su hermano parecía divertir y distraer mas a Elsa que él.
Así que los días que siguieron fueron así para la albina: Tadashi, Enya y en ocasiones la pequeña Arya. Incluso era rara la vez en que pasara mas de una hora hablando con su hermana.

Anna se encontraba en la habitación de Elsa ensayando un pequeño diálogo llena de nervios y ansiedad sin dejar de mirarse en un espejo mientras esperaba a que su hermana regresara.

-Elsa, debo decirte algo- dijo la menor imitando un tono de madurez -No, no, no... Así no suena bien... Tal vez sólo deba soltarlo y ya- volvió a decirse a si misma mas tranquila.
-Elsa, vas a ser tía- habló nuevamente mirando al espejo -No, Elsa... Voy a tener un bebé... Hermana...-
-Tendrás un bebé, eso escuché- interrumpió Elsa desde la entrada con una sonrisa.
-¡Elsa!- soltó un pequeño grito la menor levantándose de golpe para abrazar a su hermana.
-¿No dirás algo?- preguntó Anna con un poco de desilusión al ver que Elsa sonreía con algo de pesadez.
-Es maravilloso, Anna... Lo siento, estoy algo cansada- se excusó la albina soltando su cabello.
-Siempre lo estás... Elsa, desde que volviste no me haz dicho nada y estás muy rara- dijo la menor sentándose sobre la cama.
-Es porque no hay nada que contar Anna... Estoy agotada, hablaremos mañana ¿Si?- contestó Elsa con un tono algo molesto.
-Mañana, mañana... Siempre es mañana- se quejó Anna poniéndose de pie -Por lo menos considera no ir a la guerra, por favor- habló nuevamente con tristeza en su voz.
-Lo intentaré- sonrió con esfuerzo Elsa para que su hermana se marchara.
Al salir, Anna se topó con Hiccup que también regresaba de entrenar. Para ella era raro asimilar que Elsa y él durmieran en la misma habitación ahora que se llevaban peor que nunca.
-Oh, Hiccup... Lo siento, ya me iba- sonrió un poco avergonzada la pelirroja.
-No te disculpes Anna- sonrió el castaño
-¿Tu tampoco me felicitaras?- preguntó Anna cruzandose de brazos con un tono de falsa indignación.
-¿Felicitarte?- Hiccup la miró confundido.
-Serás tío, príncipe Haddock- dijo la menor sin poder evitar sonreír una vez que el ojiverde la abrazó con fuerza alzandola un poco del suelo.
-¡Eso es genial, Anna!- rió Hiccup soltandola.
-Gracias... Por lo menos tú te alegras- suspiró Anna mirando a su hermana que les daba la espalda mientras cepillaba su cabello -Debo irme, buenas noches Hiccup- sonrió nuevamente saliendo de la habitación.

-¿Qué fue todo eso?- preguntó Hiccup mirando a Elsa con cierto enojo.
-No fue nada, solamente Anna- soltó la albina dejando el cepillo y cambiando su ropa con rudeza.
-¿Solamente Anna? Pudiste haber fingido que te importa- dijo el chico molesto comenzando a quitarse su ropa.
-Estoy cansada... Buenas noches- respondió Elsa inexpresiva metiéndose en la cama dando por terminada la conversación.

Kings and Queens.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora