Capítulo 27

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    Mientras estaba sentada en el sofá podía notar que me miraba y no apartaba la vista, por un momento llegué a creer que ni parpadeaba y eso era muy extraño, por lo que hablé, la intriga me estaba comiendo viva.

— ¿Qué sucede? ¿Ocurre algo? —Inquirí.

    Él negó con la cabeza con desanimo y se levantó del sofá, yendo a la cocina, lo seguí hasta allá, quería ver que haría, me parecía un tanto raro que no hablara y que estuviera tan serio.

— ¿Quieres comer algo? —Preguntó mirándome fijamente a los ojos. <<Por fin habló>> pensé.

— Sí, me muero del hambre —Dije en un tono muy sobre-actuado, frotándome la barriga.

    Tomó una sarten y la colocó en la estufa, encendió ésta y espero a que calentara, mientras ésta lo hacía, buscó leche, huevos y otros ingredientes, licuó todo eso formando una consistencia espesa. Vertió un poco en el sartén y por lo que parece, estaba haciendo unos panqueques.


POV Brian

    Extendí mi brazo buscando a Ellie, pero no estaba, me levanté de inmediato y observé que mi ropa estaba en una esquina de la cama, me la coloqué y mientras me vestía recordaba lo que anoche habíamos vivido, fue increíble y no me arrepiento por nada del mundo, me encantaría repetirlo mil veces más hasta ser viejos, sí, quiero ser el hombre con quién Ellie pase el resto de su vida.

    Ella es especial, al menos lo es para mí, su sonrisa, su cabello, su todo, ella si supo enamorarme y hacerme sentir cosas que jamás había experimentado con las demás. Me acosté con muchas, pero anoche Ellie fue la única que me hizo sentir único, fue especial e inolvidable, algo diferente, algo que mi mente va a recordar por toda la vida y que nadie podrá comprar. Ni siquiera tiene una pizca de maldad, ella es muy inocente y eso me encanta, mejor dicho, todo de ella me encanta.

    Jamás pasó por mi cabeza anhelar tanto a una persona como lo hago con Ellie, ahora siento que la necesito, no quiero separarme ni un segundo de ella, siento la necesidad de protegerla, es tan delicada ¡Oh mi Dios! No puedo imaginármela sin mi, es decir, tan lejos. Si ocurre, me partiría el corazón, no se que sería de mí.

    Cada parte de Ellie es perfecta, la forma en que sus delicadas manos me acarician y hace que mi estómago se remueva, la manera en que me abraza y la calidez de su cuerpo me atrapa, ella merece más que la luna y las estrellas, más que todo el dinero del mundo, se merece mi amor, mi tiempo y sobre todo mi completa dedicación.

    Escucho unas voces afuera, por lo que salgo y voy a la cocina, de allí provienen las voces. Me encuentro con Axel preparando unos panqueques y Ellie sentada en un banco observando lo que hace, además sostiene una servilleta con la que trata de hacer alguna figura.

    Me acerco a pasos lentos e inaudibles y sorprendo a Ellie por detrás y hago que pegue un salto, la abrazo muy fuerte y le doy una largo beso en su mejilla.

— ¿Quieres panqueques? —Pregunta Axel amablemente. Tanta amabilidad me asusta.

— Sí, sería un gran favor para mi estómago —respondí—. ¿Quieres que te ayude en algo?

— Sí, por favor ¿Podrías hacer un poco más de masa? —Asentí y continuó—: Porque faltan muchísimos panqueques, sobre todo con la tragona de Ellie, su hermano y su amiga. No sé como no engordan.

— ¡Ey! Bueno, eso es un misterio —Contestó Ellie en un tono de suspenso y echamos a reír.

    Erick y Nicky salieron de la habitación tomados de la mano, se encontraban muy felices y al vernos se sorprendieron.

Un viaje de Verano © | Borrador |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora