Capítulo 29: Itachi

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Naruto Uzumaki

Cuánto más tiempo pasaba al lado de Sasuke en su casa, más veía el cambio que estaba dando. Al conocerle pensé que era un abogado prepotente acostumbrado a salirse con la suya, un arrogante sin vida propia que le gustaba fardar de lo que él tenía y lo que podía hacer aunque ocultaba todo lo que le faltaba, como podía ser amigos y salir por ahí de fiesta a disfrutar de la vida. Su vida era un muermo, lo más aburrido que había visto jamás, sólo existía el trabajo en su vida y eso para mí... no era una vida, ahora este nuevo Sasuke llamaba mucho más la atención y podía ver cuando iba a la calle con él, como cuando sonreía todo el mundo se fijaba en él y es que era el chico más guapo con el que me había cruzado jamás y más ahora que su carácter estaba cambiando a mejor.

Me extrañó que llegase con chocolate a la taza y churros, a mí me encantaban pero no sabía que a él le gustase también, la verdad es que habíamos hablado poco sobre nosotros, supongo que poco a poco descubríamos cosas el uno del otro a través de la convivencia más que de las conversaciones.

Sasuke había desayunado hoy muy temprano, antes de irse al aeropuerto y aún así, se sentó conmigo a desayunar de nuevo para no dejarme sólo comiendo. Creo que era un gran chico y me encantaba haberme enamorado de una persona como él. A veces tenía su carácter, su temperamento, pero al fin y al cabo así era como le quería. Aunque a veces fuera algo antipático y solitario, también podía ser dulce y cariñoso, yo lo había visto, era un chico muy atento y lo adoraba tal y como era.

Estaba un poco nervioso por conocer a su hermano, yo nunca había tenido una familia y aunque tenía un hermano... nos separaron a tan temprana edad que no sabía absolutamente nada de él, siempre había estado solo y me moría de ganas por encontrarle y poder ponerme al día de todo lo que había vivido estos años. ¿Cómo sería tener un hermano? No me atrevía a preguntárselo a Sasuke porque él nunca me había hablado sobre su hermano, no sabía si se llevaban bien o no.

- ¿Qué dudas tienes? – me preguntó de golpe y me sorprendí.

- ¿Dudas? Ninguna – le dije

- Siempre mueves la nariz cuando te asaltan dudas. Venga... pregunta.

- Creo que empiezas a conocerme demasiado bien – le dije sonriendo.

- Es posible. Venga... dime que está pasando por esa loca cabeza tuya.

- Me preguntaba... ¿Te llevas bien con tu hermano?

- Bueno... a veces, supongo. De pequeños mejor que ahora, antes éramos inseparables pero desde que se fue a Alemania a vivir... no sé, todo fue más extraño, me sentí un poco solo, siempre había vivido con él, le contaba todo, era mi apoyo y de la noche a la mañana... simplemente ya no estaba en la casa. Sé que tenía que hacer su vida y que se marchaba por trabajo pero, seguía siendo dudo no tenerle siempre ahí para mí. Nos habíamos criado juntos y éramos inseparables.

- Debía ser duro, sí – le dije.

- Me distancié de él a medida que pasaba el tiempo. Para no pensar en su ausencia me metía cada vez más en el trabajo hasta que al final... el trabajo se convirtió en mi vida.

- Eras un rancio – le comenté con una sonrisa.

- Ya... y tú me estás quitando todo lo que tenía de rancio.

- Bueno estoy en ello, poco a poco conseguiré hacer de ti hasta un chico sociable.

Sasuke sonrió y yo sonreí también. Tenía la sonrisa perfecta aunque aún le daba hasta vergüenza enseñarla. Solía agachar la mirada y se ponía a observar la mesa mientras su mano jugaba con el vaso del chocolate evitando mirarme. Era tan dulce y tierno cuando hacía eso, estaba poco acostumbrado a que la gente dijera cosas buenas y bonitas de él, estaba poco acostumbrado a sonreír y me gustaba ver cuando lo hacía, me gustaba ver cuando se ponía en esta forma vergonzosa. Era perfecto.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora