Capítulo 15: Casa de hielo

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Naruto Uzumaki

Cuando su abuela se marchó de la habitación no pude evitar sonreír y es que me divertía todo esto, esas locuras que hacíamos. Creo que Sasuke no entendía el motivo de mi risa, al menos no al momento, le costó un poco empezar a reírse él también y es que toda esta farsa y fingir, en realidad lo hacía divertido, siempre estábamos con la tensión que no nos pillasen pero nos estaba ocurriendo de todo.

Al menos Sasuke había empezado a sonreír y eso me alegraba. Era un chico fantástico que por alguna razón se había encerrado en si mismo, yo sólo quería enseñarle que fuera de ese aburrido trabajo había todo un mundo donde poder divertirse y hacer cosas diferentes. No todo tenía que ser trabajo, en la vida había muchas más cosas y se las estaba perdiendo. Aún era joven para vivir como un adulto, él necesitaba ser exactamente eso... un chico joven y alegre, trabajador y responsable pero también alguien que sabe divertirse y le guste quedar con amigos. Supongo que él ni siquiera tenía amigos fuera de esa oficina.

- Me gusta cómo sonríes – me dijo Sasuke y dejé de reírme sonrojándome, no esperaba que dijera algo así – en realidad me gusta cómo te tomas la vida, eres tan diferente a mí... me gusta esa vitalidad que tienes, el optimismo de sacar lo mejor en los peores momentos, esa fortaleza para no rendirte incluso cuando las cosas se ponen en tu contra.

- También tienes tú esa fortaleza, sólo que te refugias en tu trabajo para evitar pensar en los problemas. Creo que puedes llegar a tomarte las cosas con optimismo y no a malas o como un problema.

- No creo – me dijo sonriendo.

- Te demostraré que puedes tomarte la vida con humor y no con esos enfados que coges cuando las cosas no salen como quieres. A veces es divertido equivocarse y nos muestra otras cosas que no habíamos visto con anterioridad. No es malo meter la pata Sasuke, aprendemos algo nuevo de ello todos los días.

Aprovechamos para vestirnos después de desayunar y Sasuke sacó su ordenador portátil para mirar algo del trabajo. Le pregunté por lo del hotel de hielo ese al que quería ir Gaara y aprovechamos ya que estaba encendido en revisarlo. Era bastante caro y más teniendo en cuenta que teníamos casa aquí y no nos hacía falta pagar un hotel.

- ¿No hay otro sitio parecido al que podamos ir?

- Bueno a una hora de aquí hay un parque de hielo, tienen algunas actividades interesantes para hacer ¿Quieres que le propongamos ir allí?

- ¿Vas a venir con nosotros? – le pregunté.

- ¿No puedo?

- Si, es sólo que... como siempre eres tan serio y nunca quieres hacer cosas divertidas...

- Te recuerdo que eres tú el que está enseñándome lo que es divertirse, así que te acompañaré para ponértelo más fácil – me comentó intentando sonreír.

- De acuerdo.

Mientras Sasuke sacaba las entradas para las actividades de hielo decidí darme una ducha, la necesitaba después del día de ayer entre el vuelo y todo lo ocurrido. Al llegar tarde y estar tan cansado había pasado de ducharme, pero ahora notaba que me hacía falta y con urgencia. Al salir secándome con la toalla me di cuenta que Sasuke ya se había vestido y estaba algo ruborizado, no entendí el motivo y le pregunté por las entradas.

Me comentó sin mirarme que ya las había reservado y se marchó de la habitación diciéndome que me cambiase que me esperaba abajo con los demás. Supuse que iría a darles la noticia.

Bajé una vez vestido y me encontré con la familia allí reunida. No me dio ni tiempo a bajar las escaleras cuando vi a Kankuro, a Gaara, a Kiba y a Temari subir como relámpagos hacia sus habitaciones sonriendo para coger sus cosas. Kankuro y Kiba no dejaban de gritar que nos íbamos de excursión y Gaara se quedó unos instantes detenido a mi lado mirándome antes de sonrojarse, agachar la cabeza y seguir hacia arriba con rapidez.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora