Capítulo 30: Resultados

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Naruto Uzumaki

Aquella noche no tardamos mucho en volver a casa. Itachi estaba cansado del largo viaje y era de imaginar que quería irse pronto a descansar para estar cuanto antes por el hospital al día siguiente. Yo por otro lado tenía que trabajar y Sasuke había quedado también con un cliente por asuntos de una herencia o algo así. Al final quedamos que ya nos veríamos al día siguiente un rato y nos fuimos todos a descansar.

Ni siquiera tuvimos ganas al llegar a casa de tener sexo aunque también era cierto que ya habíamos tenido un momento íntimo antes de ir a la casa de sus padres. Jamás lo había hecho con un chico en la ducha, seguramente porque sólo había tenido relaciones una vez con un chico diferente a Sasuke y no habíamos probado muchas cosas, de hecho fue un desastre. Con Sasuke quería que fuera diferente, quería encontrar todo lo que me había faltado en la vida, el amor, una familia, quería empezar de nuevo con él y darlo todo por él. Tenía que arriesgarme. Él era todo lo que quería y por algo así... hay que jugársela.

Dormí muy a gusto esa noche con el brazo de Sasuke sobre mi cintura agarrándome con firmeza. Me gustaba cuando lo hacía, me sentía protegido y a la vez querido, era agradable sentir su pecho contra mi espalda, su respiración en mi nuca, su nariz cerca de mi oreja.

Aquella mañana me desperté antes que Sasuke y preferí dejarle dormir un rato más hasta que sonase su despertador, debía estar cansado de todo lo que había ocurrido en estos días, él no estaba acostumbrado a moverse tanto, de hecho sólo iba del trabajo a casa y estas semanas conmigo no había parado ni un segundo de ir a todos lados, de conocer cosas nuevas, de disfrutar de la vida y de la familia. Preferí dejarle allí durmiendo.

Desayuné solo pero le dejé el desayuno preparado para cuando se despertase. Me dirigí entonces a la mansión de la familia Uchiha y dejé la moto aparcada en la parte de atrás donde no molestase mucho, aunque con todo el espacio que tenían era extraño que molestase la dejase donde la dejase. Lo único que me resultaba un poco incómodo era encontrarme con Pain y es que no sabía muy bien cómo mirarle después de lo del beso y la conversación en la fiesta.

No quería malinterpretar la situación ni darle mayor importancia de la que tenía realmente, sólo había sido un inocente beso y nada más. Le había dejado claro mis sentimientos hacia Sasuke, yo no podría sentir nada por él pero... esperaba que él lo entendiera, que me comprendiera y se diera por vencido. Ser amigos no estaba mal, pero no podía ofrecerle nada más que eso.

Salí como alma que lleva el diablo hacia el interior de la casa con tal de no cruzarme con Pain por allí aunque creo que era una tontería porque era el chófer y teníamos que ir a recoger a los primos de Sasuke y a Kiba, así que me tocaría ir un rato con él en el coche a solas.

Entré por la casa para descubrir que no había nadie y fui hacia la cocina donde Mikoto solía dejarme un papel con lo que había que hacer, normalmente instrucciones sobre los chicos. Que si ayudarles con los deberes a cierta hora estricta, que si mandarles a la ducha, que si ayudar a Kiba con sus cosas... lo típico de siempre pero ahora había otra lista más, los deberes con el perro. Miré hacia la gran puerta de cristal y vi allí a Akamaru sentado en el porche esperando a que alguien le abriera para ponerse a jugar.

Decidí que después de recogerles del instituto, podríamos ir todos al parque con Akamaru y así los niños entretenidos y el perro más. Mataba dos pájaros de un tiro y al volver, podría ayudarles con su tarea antes de la cena. Tras revisar todos los papeles y hacerme una idea de lo que debía hacer hoy, me dispuse a buscar a Pain para que me llevase a recoger a los chicos. Como siempre le encontré en la casa de arriba del garaje, estaba ordenando algunas cosas y barriendo el suelo.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora