Sasuke Uchiha
¡Ese niñato se había atrevido a colgarme! A mí... el gran Sasuke Uchiha. ¿Quién se creía que era para colgarme? Eso me enfadó, claro que me enfadó. Quise ir a su casa de inmediato a decirle de todo pero tenía que trabajar, así que no podía ir. Me pasé toda la mañana en el buffet y me tuvieron muy ocupado hasta entrada la tarde aunque yo no dejé de pensar que ahora mismo Naruto debía estar con mi familia ¿Y si decía algo que no me convenía en absoluto? Tenía que vigilarle, no podía dejar que metiera la pata en mi plan aunque menudo plan... estaba haciendo aguas por todos lados.
Yo quería haber enfadado a mis padres, pero Itachi tuvo que soltarles que se había casado con un hombre... ¡Genial para mí! Yo intentando que gritasen y pusieran el grito en el cielo para poder llegar en el futuro con una chica y le dieran el visto bueno y va mi hermano... y me lo fastidia. ¿Por qué no pudo decírmelo a mí antes? Ahora dudaba si debía seguir con la farsa o no. Supuse que sería bueno continuar, demostrarles lo penoso que resultaba un chico huérfano de la calle como Naruto, alguien sin estudios y sin expectativas para que luego les gustase más la chica a la que trajese, alguien refinada, con estudios, de buena familia. Esperaba que funcionase y cuánto más metiera la pata Naruto más fácil lo tendría yo.
Esa tarde fui a casa de mis padres para ver si encontraba a Naruto y sí lo encontré, iba Kiba de su mano muy contento y es que me daba la sensación, de que el hijo del chófer estaba empezando a cogerle cariño. Cogí del brazo a Naruto frenándolo en seco y lo empotré contra una de las paredes provocando que Kiba se marchase corriendo de allí.
Lo único que no estaba previsto en mi plan es que llegase mi madre con Kiba medio llorando porque se creía que Naruto y yo estábamos enfadados. Si que le había cogido cariño a Naruto ese chico. Cuando vi como se agachaba para intentar animar a Kiba me sorprendió, no esperé que lo hiciera.
Iba a sonar la alarma de mi madre, de eso estaba seguro, si nos veía discutir ella sospecharía y no podía permitirlo así que me armé de valor para hacer lo que no debería de hacer, besarle. Jamás había besado a un chico, de hecho... nunca pensé en hacerlo, a mí me gustaban las mujeres, siempre me habían gustado y cuando junté mis labios a los suyos esperé la mueca de repulsión, pero no llegó. Cerré los ojos dejándome llevar por aquellos suaves labios que tenía Naruto, si me hubieran dicho que era una chica hasta me lo habría creído, no notaba la diferencia excepto que mi cerebro ya sabía que era un chico.
Naruto se dejó llevar por mi beso y no hizo ni un leve amago de alejarse de mí, algo extraño porque pensé que sería capaz hasta de darme un bofetón, supongo que se había dado cuenta que había que fingir más de lo normal. Cuando solté sus labios Naruto estaba muy confuso.
Ves Kiba como no pasa nada, no están discutiendo – intentó explicarle mi madre frente a un sonrojado Naruto.
- Pero él venía enfadado – dijo señalándome – se ha llevado a Naruto a un rincón.
- Porque tenía que hablar algo importante con él – le mentí.
- ¿El qué? – me preguntó como todo buen chiquillo preguntón.
Pensé en algo rápido, algo que pudiera ser importante cómo para alejar a Naruto de los cotillas de esta casa y sé que de esto me arrepentiría a la larga, pero no había otra solución.
- Iba a pedirle que se viniera a vivir conmigo – le dije a Kiba – y espero que acepte – miré a Naruto aún sorprendido sin saber qué decir.
- Sí, claro – dijo Naruto aún rojo como un tomate sin entenderme.
Kiba y mi madre se marcharon de allí contentos como unas castañuelas a contárselo a toda la familia y fue Naruto esta vez el que me empotró contra la pared cogiéndome del cuello de la camisa.
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El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)
FanfictionNaruto es un chico huérfano que al cumplir los dieciocho años empieza a trabajar de camarero para uno de los mejores restaurantes de Tokyo intentando reunir dinero para encontrar a su hermano Deidara que fue llevado a Alemania para saldar una deuda...