Capítulo 2: Abogado

13.3K 1.3K 1.4K
                                    

Naruto Uzumaki

Ese hombre era algo raro, sé que era abogado pero ya está, no sabía nada más acerca de él excepto que tenía muy mal humor cuando las cosas no salían como él quería. Le había lanzado un café encima y lamentaba eso, pero no había sido completamente mi culpa, mi jefe había estado molestándome.

La policía me llevó a la comisaría a dar parte de todo lo que había ocurrido y me dejaron en una sala con mi abogado, o creo que él iba a ser mi abogado porque ya no estaba seguro.

- No me has dicho como te llamas – le dije algo serio y a la vez avergonzado.

- Uchiha – me dijo – Sasuke Uchiha.

Le vi que seguía mirando los documentos que había traído y esparcía hojas y más hojas por la mesa. Leía muy rápido, más que yo de eso es seguro, a mí a veces me costaba leer, no tenía ese hábito y es que en el orfanato me había dedicado más a intentar ganarme la vida trabajando en empleos donde me tenían muchas horas por un jornal bastante bajo, pero era lo único que tenía para sentirme útil y ahorrar para salir de allí. Ahora con dieciocho años seguía trabajando para sobrevivir, nunca tuve tiempo libre para dedicarme a estudiar, leer o cualquier otra cosa.

- Me llamo...

- Calla – dijo en tono seco sin dejarme acabar y me callé.

Me dediqué a mirarle, se había cambiado la camisa que le había manchado pero seguía igual de elegante con esa americana. Yo nunca había tenido ropa cara ni mucho menos elegante. Me sonrojé un poco al ver como su flequillo caía sobre esos intensos ojos oscuros que tenía, parecía un chico muy serio y pensé que necesitaba relajarse, no sé si él sonreiría alguna vez pero teniendo una vida perfecta como parecía tener... ¿Por qué no sonreiría? Yo lo hacía y eso que trabajaba en sitios de mala muerte, me pagaban poco, pagaba un alquiler de un pequeño piso de apenas cuarenta metros cuadrados que se caía a pedazos pero él... ¡Dios mío! Era abogado, guapo, seguro que su casa tenía más de cuarenta metros cuadrados y no se caía, seguramente tendría pareja, una buena familia, habría estudiado en buenos colegios... ¿Por qué no sonreír?

- ¿Por qué me miras así? – me preguntó de golpe apartando sus ojos de los papeles.

- ¿Nunca sonríes? – le pregunté y él se extrañó.

- No – me dijo seco – y tú deberías ponerte serio aunque este caso no debería ser complicado de que lo ganases.

- ¿De verdad vas a ser mi abogado? – pregunté.

- ¿Por qué no?

- Porque por la forma en que vistes y en la zona en que trabajabas... debes de ser muy costoso para contratarte y yo tengo... – pensé un segundo – tenía un sueldo basura, apenas me llega para el alquiler y la comida, no podría pagarte.

- Es cierto, no podrías pagarme. Creo que deberías buscarte un abogado de oficio – dijo levantándose y recogiendo los papeles de la mesa.

- Ya, gracias por haberme ayudado antes con lo de mis derechos – le sonreí y él me miró unos segundos extrañado.

Se giró de golpe guardando todo en su maletín y salió de allí dejándome solo. El policía volvió a entrar trayéndome una botella de agua y preguntó extrañado por mi abogado al no verlo allí.

- Creo que aceptaré a ese abogado de oficio que me proporcionaban – le dije sonriendo y el policía con una agradable sonrisa me dijo que ahora volvía, iba a llamarme a uno.

Estuve allí como diez minutos solo en la sala. Nunca me había detenido la policía y menos por algo que no había hecho, bueno... sí lo había hecho, había apuñalado a mi jefe y estaba en el hospital recibiendo atención médica, pero no le había hecho nada grave, además... fue en defensa personal para tratar de alejarle cuando intentó abusar de mí, yo creo que los jueces podrían entenderlo ¿No? Yo ni siquiera sabía cómo iba la justicia, yo sólo quería trabajar, sobrevivir, encontrar a mi hermano y ya está.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora