Naruto Uzumaki
Sasuke era muy raro y muy serio. La verdad es que sino hubiéramos coincidido por este absurdo caso, yo ni siquiera me habría fijado en él, no habríamos sido amigos, ni siquiera nos habríamos dado la hora. Éramos completamente opuestos en todo, él estaba acostumbrado a mentir, era abogado y uno de los mejores, de eso estaba seguro y yo... yo decía siempre la verdad o lo intentaba, Sasuke me llamaba a veces "Santa verdad" en tono irónico y despectivo, pero yo pasaba de su comentario y seguía con mi ética, prefería ser "Santa Verdad" a "Santa mentiroso", nunca sabía cuando Sasuke me decía cosas ciertas o mentiras. Yo intentaba creer que todo lo que me decía era verdad.
Desde luego lo que era un gran misterio para mí era el motivo de nuestro trato. Reconocía que Sasuke era odioso, terco, cabezón, un idiota integral y muy serio, un maldito mentiroso ególatra pero... también era muy atractivo, tenía un buen sueldo y no creo que tuviera ningún trauma para no tener novias o novios tras él. ¿No tenía a nadie mejor que presentar a su familia? Estaba convencido de que serían ricos o de clase alta y eso era un gran problema para mí.
Yo no tenía ropa elegante para visitar a su familia, ni tenía estudios elevados, sólo... lo básico, lo que era la educación obligatoria porque no había podido seguir, me había puesto a trabajar en cuanto pude para ahorrar y marcharme del orfanato. Yo no era para nada lo que sus padres desearían ver a su lado, ellos desearían a una persona de alta clase social, refinada, educada, sin problemas legales como el que tenía ahora yo metido. En menudo lío me había metido al aceptar el trato de Sasuke, yo no era bueno mintiendo ni fingiendo.
Sasuke me miraba mal y creo que era porque no le había permitido entrar en mi casa. Había puesto como excusa la forma en que la miró la primera vez que vino a traerme pero la verdad... es que no quería que la viera ¿Cómo iba a sentar su adinerado trasero en un cutre sofá que roto y raído? Prefería que no viera el desastre de mi casa, pero con mi sueldo era lo máximo que me podía permitir y más ahora que me habían despedido. Eso me recordaba que tenía que empezar a buscar otro trabajo y cuanto antes.
Me acerqué hacia el único coche aparcado que había, un Lexus deportivo y era precioso, pero yo odiaba tanta pijada. A Sasuke le gustaba llamar la atención e ir por ahí presumiendo de su riqueza.
- Iré por mi cuenta – le dije.
- De eso nada, sube al coche – me dijo.
- Si quieres venir conmigo no tengo ningún inconveniente pero yo no pienso subirme en ese coche.
- Hay que llegar juntos.
- No tengo problema en eso, dame la dirección y te veo allí. Te prometo que subiré al coche para entrar juntitos por la puerta de la casa de tus padres.
- Está bien – me dijo rindiéndose y me metí de nuevo en casa a buscar el casco.
Cuando bajé, Sasuke aún estaba abajo pensando en cómo iría o qué estaba haciendo. Al verme con el casco de la moto me miró extrañado.
- ¿Tienes moto? – me preguntó.
- Si, esa – le dije señalándole la moto de carretera aparcada en un lateral - ¿Por qué te sorprende?
- Porque vives... en un lugar cutre y pobre – dijo sin cortarse ni un pelo – no creí que tuvieras dinero para comprar una moto.
- La compré hace dos años. Trabajo desde los dieciséis y necesitaba un vehículo para llegar a los trabajos, un coche era demasiado caro. Aún estoy pagando por plazos la moto, así que espero que siga siendo útil.
Sasuke me dio la dirección y me subí la cremallera de mi chaqueta cogiendo el papel para echarle un vistazo. Había trabajado en tantas cosas y había hecho tantos repartos de comida que esa dirección me sonaba, ya sabía dónde era.
ESTÁS LEYENDO
El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)
FanfictionNaruto es un chico huérfano que al cumplir los dieciocho años empieza a trabajar de camarero para uno de los mejores restaurantes de Tokyo intentando reunir dinero para encontrar a su hermano Deidara que fue llevado a Alemania para saldar una deuda...