Capítulo 32: Reuniones

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Sasuke Uchiha

Sabía que me había pasado con Naruto, él no tenía la culpa y verle tan afectado cogiendo el casco para marcharse me sentó muy mal, me entristeció verle así y sabía que era mi culpa por haberme puesto como me había puesto. Odiaba a los antiguos compañeros de clase, no me habían aportado jamás nada y no me apetecía ir pero también era cierto que yo ya no era aquel chiquillo solitario al que creían un arrogante y al que dejaban a un lado, era un prestigioso abogado y tenía a Naruto, era hora de que todos supieran que mi vida era perfecta y más al lado de él, era hora de superar mi solitario pasado.

Sé que Itachi tenía razón y que se preocupaba por mí pero no me gustaba que él que hacía años que no vivía aquí con nosotros viniera a decirme cómo tenía que comportarme en mi vida y en mi relación. Ya era mayorcito y sabía perfectamente cómo tratar a mi pareja. No quise darle ninguna razón a mi hermano y salí directamente tras Naruto que iba delante de mí abrochándose la chaqueta.

- Naruto, espera – le grité pero él seguía caminando. - Para ya – le grité al final.

- Vuelve dentro con tu familia y déjame en paz.

- ¿Dónde vas?

- A mí casa

- No te vayas, por favor. Lo siento, no debí hablarte de esa forma.

- Estoy un poco cansado Sasuke, quiero irme a casa a descansar.

- Entonces me iré contigo.

- No, vuelve con tu familia.

- Tú eres mi familia Naruto. De verdad que lamento haberme puesto así, es una parte de mi pasado que no quiero recuperar.

- Lo sé y lo entiendo, pero yo no he hecho nada ni te he obligado a asistir, podías decirme las cosas bien y no de esa forma.

- Iré Naruto, si me acompañas tú iré a la reunión esa, pero necesito que me acompañes. Tenéis razón mi hermano y tú, es hora de que supere esta parte de mi vida y quiero hacerlo a tu lado. Acompáñame, por favor.

- Vale – me dijo Naruto al final – pero no vuelvas a hablarme de esa forma.

- Te lo prometo – le dije sonriendo antes de besarle.

Enrollé mis manos a su cintura atrayéndole hacia mí besándole aún con más pasión y es que cada día... cada segundo me enamoraba más de él. Temía el día que Pain había dicho, ese día en que todo lo que había ocultado saliera a la luz y trataba de evitarlo como podía, mis padres no debían enterarse que todo esto comenzó como una farsa por ellos, para que me dejasen de agobiar con el tema de las chicas que llevaba a casa.

- Venga, vayamos a casa – le dije sonriendo mientras pasaba el brazo por su hombro y él se acurrucaba algo mejor en mi pecho sonriendo.

Caminamos hasta el coche y es que no iba a dejar que se fuera en moto y más con el tiempo que estaba haciendo, las nubes acusaban lluvia en breve y no quería que tuviera un accidente si eso ocurría. Al menos en el coche conseguí que Naruto se calmase un poco más. Al principio estaba un poco reacio a perdonarme así tan rápido como si nada pero cuando puse la radio me miró sin entender nada y su cara cambió a una aún peor cuando empecé a cantar para animarle. Se reía de lo mal que cantaba y me pidió que parase pero yo hice lo mismo que hizo él la última vez... seguir hasta que él acabó cantando conmigo en señal de perdón.

Llegamos a casa y mientras Naruto se iba a cambiarse yo aproveché para llenar la bañera, me apetecía mucho relajarme un rato allí dentro tranquilo y relajado. Coloqué dentro del agua algunas sales y espuma para luego llamar a Naruto cuando ya me estaba quitando la ropa. Él al principio se preocupó, no esperaba que le llamase para nada y pensó que me ocurría algo hasta que me vio sonreír desnudo y le comenté que se bañase conmigo. Él sonrió como solía hacer siempre y acabó quitándose también la ropa para acompañarme.

El Sendero de la Vida (Naruto. Sasu-Naru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora