A Whole New World (Fic Seblaine - boyxboy)

CAPÍTULO 27: VOLVER A TI

CAPÍTULO 27: VOLVER A TI

Ocho meses habían pasado y Sebastian no había vuelto a hablar con Blaine. El curso anterior había acabado con los Warblers en el puesto dieciocho en los Nacionales y con Smythe preguntándose que habría pasado si Anderson estuviera con ellos.

El nuevo curso había traído un nuevo alumno, Adam, y el primer semestre había pasado rápido, con los Warblers clasificados para los Regionales y muchos de ellos preparándose para la graduación y la Universidad. Enero trajo un nuevo alumno, Kurt, que pronto se integró al grupo.

El día del decimoctavo cumpleaños de Blaine, Sebastian decidió saltarse las clases. No estaba de humor para ver a nadie ni con ganas de hacer nada.

Por eso estaba durmiendo en su cama, de lado, apoyado sobre su lado derecho, aunque debería estar levantado hacía cinco minutos. Notó que el colchón se hundía y estaba a punto de mandar a la mierda a Jeff cuando sintió unos labios sobre su cuello, besándolo con suavidad. Sabía muy bien a quién podía pertenecer esa boca. Su manera de enloquecerlo era única.

Durante un momento pensó que estaba soñando, pero unos brazos lo rodearon y supo que era real. Una sonrisa se dibujó en sus labios cuando se dio cuenta de que estaba ahí, tras él, amándolo como siempre. Abrió los ojos pero no lo podía ver, estaba a su espalda y él sólo podía ver la pared.

– Mmm... Blaine... – Sebastian suspiró, feliz por primera vez en ocho meses.

– Date la vuelta, quiero volver a ver tus ojos. – El moreno pidió.

El castaño obedeció, él también deseaba volver a ver el ámbar o marrón o avellana o verde... ¿De qué color serían los ojos de su amado ese día? Dorado, ese día los ojos eran dorados y brillaban intensamente de felicidad.

– Te he echado de menos. – El ojimiel confesó, con las mejillas y los labios rojos, aunque por diferentes motivos.

– Y yo a ti. Te amo. – El más alto se acercó y lo volvió a besar.

Después de varios minutos besándose y acariciándose, Smythe notó la excitación del otro presionándose sobre su cadera y tuvo que contener un gemido. No quería que el otro se sintiera presionado, sabía que su cuerpo reaccionaba de manera diferente a como lo desearía su mente.

– Quiero... – Anderson se sonrojó aun más y a Sebastian le pareció adorable.

– Sabes que puedes pedirme lo que quieras. – El castaño susurró, besando la frente de su pareja.

– Quiero que tú seas mi primera vez... – Blaine seguía sonrojado.

– A mí me encantaría ser tu primera vez... Cuando estés listo. – El ojiverde le acarició la mejilla con mucha suavidad.

– Ya estoy listo. Quiero que mi primera vez sea ahora. Sé que eres el indicado y sé que eres mi alma gemela y sé que me amas y... Estoy seguro, quiero entregarme en cuerpo y alma a ti, ahora mismo. – El moreno lo besó pasionalmente, introduciendo su lengua en la boca ajena y buscando excitarlo, sentirse poderoso y pensar que él podría conseguir lo que se propusiera, aunque sólo tuviera ese poder con su novio.

– Bl-Blaine... ¿Estás seguro? No quiero que después te arrepientas... – El más alto intentó mantener la compostura, aunque no podría negarle a nadie que estaba deseando que su pareja no quisiera retirar esa proposición.

– Lo estoy... ¿Acaso no quieres? – El ojimiel lo miró asustado. Por primera vez parecía que volvían esas inseguridades que tuvo tiempo atrás. Tal vez las cosas habían cambiado después de tantos meses sin acudir a un especialista que le ayudara con sus problemas.