CAPÍTULO 34: VOLVER

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N/A: Muchas gracias por leer y comentar... Penúltimo capítulo... Esta historia ya acaba pero debo decir que... ¡No quiero ponerme sentimental, no todavía! En cuanto tenga el capítulo 35 y el epílogo los subiré (como muy tarde, el próximo lunes).

CAPÍTULO 34: VOLVER

La fiesta de los Warblers había sido muy intensa y el lunes todos llegaron a Dalton realmente cansados. Blaine había pasado el resto del fin de semana con Sam, que vivía relativamente cerca de los Smythe y por eso pudo ir andando a su casa. Las ojeras, los ojos rojos o hinchados e incluso algún resfriado eran los síntomas más habituales entre los miembros del club Glee.

Evans actuaba de modo sobreprotector con su mejor amigo, habiendo sido testigo de lo dolido que había estado por las consecuencias de beber tanto alcohol como lo había hecho y había escuchado pacientemente que el moreno no iba a volver a beber en su vida.

Sebastian también estaba así porque había bebido. Después del juego de la botella, él se pegó a otra botella (esa sí estaba llena) y llega un punto en el que no recuerda nada de esa noche. Eso le dolía porque desearía acordarse de lo que había pasado en su habitación con el amor de su vida pero, por más que lo había intentado, no le venía ni una imagen. Había aguantado varias charlas por parte de sus padres, algo que había sido una tortura, pero reconocía que parte de razón tenían. Por eso, en los pocos momentos que lo habían dejado solo, había empezado a planear su reconciliación con Blaine. Le costara lo que le costase, la iba a conseguir.

Vio al moreno a lo lejos y no pudo evitar sonreír por lo atractivo que estaba. El uniforme de Dalton lo hacía lucir sexy e irresistible. Aunque si era sincero consigo mismo, deseaba tenerlo sin ropa en su cama, ahí si que estaba sexy.

– ¡Blaine! – El castaño llamó su atención mientras se acercaba a él. El ojimiel se volvió y mostró lo cansado y triste que estaba. Eso rompió el corazón de su amado, que sabía que toda esa tristeza era culpa suya.

– ¿Qué quieres Sebastian? – Sam preguntó por su amigo, con los brazos cruzados y esperando un sólo gesto de su mejor amigo para salir en su defensa.

– Quiero hablar con él, sólo eso. – El líder de los Warblers explicó porque sabía que debía ser amable si quería conseguir su objetivo. Al final, el rubio había demostrado ser un leal compañero para Anderson y siempre había mirado por él, algo que Smythe jamás podría reclamarle.

– Yo estoy cansado, Sebastian. No hay nada que quieras hablar que a mí me interese. – Blaine informó, su voz sonaba apagada y falta de energía.

– ¿Ni siquiera si te pido perdón? – El castaño preguntó inocentemente.

– Está bien, vamos a la sala de ensayo. – El moreno se dirigió al lugar mencionado sin siquiera esperar a que el otro aceptara o comprobar que le seguía. Smythe miró a Evans y le dedicó una sonrisa algo tímida, sabía que tenía mucho más trabajo para recuperar a su amigo que a su novio.

La expareja entró en la sala y Blaine se volvió con los brazos cruzados para mirarlo. Realmente era intimidante, había adquirido un gesto desafiante, como si esperase que en cualquier momento hiciera algo que le mostrara que era todo mentira.

– Quiero pedirte perdón por todo lo que ha pasado. Sé que no fui del todo valiente o del todo sincero contigo. Debí decirte lo de Adam yo, pero tuve miedo. Me habías pedido que te esperara y no lo hice. Pensaba que si te enterabas, jamás me lo perdonarías y fue por eso que no te lo conté. Nunca pensé que sería Kurt el que te lo dijera, no me di cuenta de que existían personas que podían traicionarme, pensaba que con mantener controlado a Sam... – El castaño intentó explicar.

– No lo entiendes, ¿verdad? Lo de que me fueras infiel es algo que podría entender y perdonarte, no es el perdón que había esperado y que me estés diciendo que desearías que no me hubiera enterado no ayuda mucho, la verdad. – El moreno se cruzó de brazos, mostrando que no iba a ceder fácilmente.

– Lo sé, lo entiendo y lo siento... Te amo y quiero volver contigo. Por eso estoy aquí, pidiéndote que me perdones... He aprendido de mis errores y te prometo que no volverá a pasar. No te ocultaré nada y no volveré a serte infiel... Creo que el que no haya estado con Adam desde que volviste demuestra mi voluntad de arreglar las cosas. – El ojiverde añadió, sabiendo que necesitaba que todo fueran más que palabras.

– Necesito otro gesto por tu parte, necesito que rompas con Adam delante de mí. – El más bajo pidió.

– No hay nada que romper. Él y yo...

– Quiero verlo, es el primer paso para que tú y yo podamos estar juntos. – Anderson fue tan firme que Smythe supo que no podría negarse.

Los dos caminaron por los pasillos en busca de Crawford, al que encontraron en la cafetería, intentando que el café hiciera algún efecto en él. Blaine le hizo un gesto a Sebastian con la cabeza para que se dirigiera él hacia allí. El moreno se quedaría a un lado observando la conversación para asegurarse de que hacía lo que le había pedido. Además, desde allí el rubio no podía verlo, por lo que la conversación y su reacción sería espontánea.

– Hola... ¿Qué tal? – El castaño se sentó frente a su ex-amante.

– Bien... ¿Tú que tal? ¿Has conseguido volver con Blaine? – Adam quiso saber.

– Bueno... Estoy en ello... Me ha pedido que haga algo para darme una oportunidad. – El ojiverde informó.

– Me alegro que puedas conseguir lo que más deseas, supongo que lo que te ha pedido es que te alejes de mí. Lo entiendo, los celos son así. Aunque debemos reconocer que desde que volvió ya te has alejado de mí. – El ojiazul se mostró comprensivo, algo que enojó a Blaine, aunque no sabía por qué.

– Me ha pedido que rompa contigo. – Smythe se sinceró.

– ¿Qué vas a romper? Entre nosotros no hay nada... – El rubio intentó explicar.

– No importa eso, lo que quiero dejar claro por tu bien, el mío y el de Blaine, es que entre tú y yo no va a volver a haber nada, ni físico ni amoroso... Bueno, amoroso no ha habido nunca, por lo que es imposible que vaya a haber... Adiós Adam.

– Adiós Sebastian.

El castaño se levantó y caminó hacia el amor de su vida, que lo miraba con un gesto serio. Intentó sonreír para aligerar el ambiente pero el otro no le respondió con el mismo gesto.

– ¿Qué más tengo que hacer? – El ojiverde preguntó desesperado.

– Demuéstrame que me amas. Volveremos pronto, pero necesito confiar en ti.

Smythe asintió, estaba dispuesto a luchar por ese chico y no se rendiría. Ellos iban a volver juntos, era lo único que tenía seguro. Sebastian lo besó con dulzura antes de salir de la cafetería para dirigirse al aula de informática. Faltaban pocos minutos para que las clases comenzaran y no quería llegar tarde, sabía que debía darle a Blaine algo de espacio para que asimilara lo que acababa de ocurrir.

A Whole New World (Fic Seblaine - boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora