A Whole New World (Fic Seblaine - boyxboy)

CAPÍTULO 8: HOMOSEXUAL O HETEROSEXUAL

CAPÍTULO 8: HOMOSEXUAL O HETEROSEXUAL

Sam estaba intrigado porque sabía que Blaine había estado evitándolo durante todo el día. Había notado que había entrado en su habitación cuando Sebastian y él estaban pasando un rato juntos y quería pedirle perdón pero no encontraba el momento. Sabía que no era algo agradable y lamentaba haber causado incomodidad en el otro. Por eso, lo buscó antes del ensayo de los Warblers. Lo encontró en la cafetería, solo, mientras estudiaba.

– ¡Por fin te encuentro! Quiero hablar contigo de lo de ayer... – El rubio se sentó a su lado y no dejó que el otro tuviera la oportunidad de marcharse.

– No hay nada de lo que hablar. Eres libre de hacer lo que quieras... – Lo último que el moreno quería era tener esa conversación. Ya lo había pasado mal durante esa noche, cuando los recuerdos de lo que había visto le habían impedido dormir. Además, ya tenía un recordatorio constante en el escozor e incomodidad que le producían las heridas que esa mañana se había hecho con la cuchilla como "castigo" por sus malos pensamientos.

– Pero era tu habitación y fue algo inapropiado... Nunca quise que nos vieras en esa situación. – El ojiverde insistió.

– Estaba fuera de Dalton, no podíais saber que yo llegaría en ese momento. – El más bajo seguía evitando mirar al otro.

– ¡Blaine! ¡Estás incómodo! Lo entiendo, pero deja de negarlo. Quiero aclarar las cosas, así que, si tienes alguna pregunta... ¡Hazla! – Evans no estaba enfadado, simplemente le dolía que lo ocurrido pudiera interponerse en la amistad que tenía con el ojimiel, a él le agradaba el nuevo estudiante.

– No... Es que... Pensaba que eras heterosexual... – Anderson susurró.

– Soy heterosexual. – El más alto fue tajante.

– ¿Qué? Estabas teniendo sexo con un chico... Eso no es muy heterosexual... – El moreno lo miró sorprendido.

– Verás... Es sólo sexo. A mí me gustan las chicas y cuando tengo pareja o estoy intentando conquistar a alguien no hago estas cosas. Pero Sebastian está muy solo porque Nick y Jeff algún día confesarán lo que sienten y él no quiere estar en medio... Y yo a veces estoy muy solo... No hacemos daño a nadie, solamente pasamos un buen rato juntos. – Sam explicó.

– No lo entiendo... ¿Es lo mismo con un chico que con una chica? – El ojimiel preguntó.

– Bueno... En mi caso, no. Cuando estoy una chica es... Diferente. Me gusta más su cuerpo, sus caricias, sus besos... Pero la mayor diferencia es cuando hay sentimientos. Ahí es cuando es muy especial. Sin embargo, prefiero acostarme con un chico a tener que aliviarme yo solo... Ya me entiendes. – El rubio no parecía molesto por las preguntas de su amigo, aunque sí estaba intrigado, se preguntaba por qué tenía tanta curiosidad. Ninguno de sus amigos le había cuestionado tanto. Sabía que no era algo "normal" pero él era libre de hacer lo que quería.

– Tú eres alguien religioso... Perteneces al club cristiano de Dalton... La Biblia dice... – El más bajo intentó explicarse pero el otro no le dejó.

– La Biblia y la Iglesia dicen muchas cosas, tal vez demasiadas... La verdad es que hay cosas que no entiendo y otras que me parecen contradictorias... Te haré una pregunta... ¿Cómo pueden decir que hay que amarse los unos a los otros y luego odiar y condenar a los gays por su manera de amar? Yo no lo entiendo. Yo considero La Biblia y las enseñanzas de la Iglesia como algo orientativo. Dudo mucho que Dios juzgue de la misma manera que lo hacen los humanos, pero, sobre todo, me opongo a seguir la vida que otros me imponen. Creo en Dios, creo en Jesús y creo en muchas cosas que ellos cuentan, pero no en todas. ¿Realmente una persona buena, que ayuda a los demás, que es siempre amable y solidario, merece ser marginado sólo porque su amor vaya dirigido a alguien de su mismo sexo? El ejemplo sería Nick, el cree en Dios y sueña con una Iglesia que acepte a los homosexuales y a las mujeres, porque debemos aceptar que sigue siendo muy machista.

– Entonces... ¿Tú crees que ser homosexual no es malo? ¿Crees que se puede ser feliz y llevar una vida en familia y llena de amor a pesar de ser gay? – Anderson miró a su amigo, el ojiverde no sabía lo importante que era la respuesta que daría. Esa conversación había conseguido que Blaine se planteara algunas preguntas.

– Los padres de Rachel son gays, llevan veinticinco años juntos y tienen una hija... Bueno, es un poco egoísta y repelente, pero para ellos es perfecta. Yo diría que sí son felices... Espero que tú no creas que ser homosexual es malo, Sebastian no tolera a los homófobos. – El más alto respondió.

– No soy homófobo. – El moreno respondió tajante. Sabía que era una mentira porque se odiaba a sí mismo por ser gay, pero no quería perder los amigos que había hecho... Aunque se aseguraría que sus padres no los conocieran, no quería arriesgarse a que expusieran esa manera de pensar delante de ellos o volverían a cambiarle de instituto. Estaba cansado de ir de un sitio a otro y sentía que había encontrado su hogar.

Blaine estuvo pensando en la conversación, recordando lo que le habían contado en sus terapias y en los libros que sus padres le habían obligado a leer. Todo era muy contradictorio pero, en ese momento, se dio cuenta de una cosa. Sebastian no era religioso, era un joven que consideraba que la homosexualidad estaba bien, que él era así y Sam era alguien que tenía sus ideales, pero ninguno de ellos era un adulto experto en el tema, como los especialistas que había visitado junto a sus padres. Había tenido unos minutos de duda pero no podía creer que sus padres no quisieran lo mejor para él. Tomó la decisión de seguir con su terapia y seguir como había estado ese día. Decidió llamar a Santana para dar un paseo con ella, necesitaba hacer algo "heterosexual" después de tanta imagen de porno gay en su cabeza. Finalmente, su novia aceptó y le propuso acompañar a Ryder y Marley al centro comercial. Al menos pasaría una tarde divertida y relajada sin tener que preocuparse de que pasara algo a su alrededor que le dañara.

Dos horas después, Lynn y él volvían a Dalton, relajados y felices. Todo había salido como el moreno esperaba, aunque Santana no había estado demasiado cariñosa con él. No importaba, algo le decía que su vida mejoraría pronto...