Diez

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No corregí errores ortográficos. Antes de que juzguen.

- Lean con música.

Se me olvidaba, ya llegamos al las mil leídas o como se diga, y todavía no cumplo ni el mes de que la empecé. Muchas gracias a todas ustedes, las quiero un chingo.

Ya ahora si lean.


Faltaban tan sólo dos días para navidad, todos se encontraban haciendo las compras, ya saben todo a última hora. Emma habia tardado un mes pensando en que regalarle a Ethan, no queria comprar nada material, asi que habia desidido tegerle una bufanda en sus colores preferidos, la mamá de su papá, osea su abuelita le habia enseñado.

Salió de casa y tomó un taxi hacia el centro de Manhattan, aun no conocía muy bien la ciudad y siempre se andaba con cuidado, nunca falta alguien que quiera hacer un mal. Bajo del taxi que la llebo aun pequeño centro comercial y se adentró en este, pudo respirar mejor cuando sintió el aire calentito, camino por un par de tiendas comprando el regalo a su padre, Fer, y Ernest. Por último fue por el estambre, los compro en colores negro, gris, y blanco para hacer como un degradado, camino por el centro después de un par de horas entró en una tienda para ropa de embarazo, no tenía nada que ponerse en navidad así que decidió probarse un par de atuendos.

- Señorita, me podría mostrar este en color escarlata - Era un vestido manga larga que llegaba un poco arriba de la rodilla acompañado con unas medias negras. Minutos después la chica que la atendía apareció - Gracias - Tomó la prenda y se la midió, era perfecto. Paso a caja y lo pagó.

Como no había nadie en el apartamento envolvió los regalos y los acomodo de bajo del pequeño árbol de navidad, después se dedico a tejer la bufanda, sabía no la terminaría así que se desvelará haciéndola, mañana llegaría su padre y Ernest así que no tendría tiempo.

- Hey, Hola - Fer se acercó y le saludó con un beso en la mejilla y una caricia en su barriga.

- Te trae loca - Murmuró Emma sin despegar la vista de la bufanda y con una sonrisa pícara en sus labios.

- ¿Qué? Claro que no - Soltó una risita nerviosa.

- Admitelo, he soportado sus ruidos salvajes por varias noches y no creo que él te esté tomando para un rato - Alzó sus cejas y Fer se sonrojo, wow, nunca la había visto así por un hombre.

- M-Me a pedido que me mudé a su apartamento - Bajo su vista a sus manos entrelazadas.

- Fer - Emma abrió la boca sin creerlo. Fer había salido con el policía sólo por diversión, pensó que sólo la tomaría para un rato asi que ella habia decidido divertirse mientras durara, pero al parecer iba muy en serio - E-Es genial - Dejó las cosas aun lado y la abrazo.

- Lo rechaze, le dije que era muy poco tiempo de a vernos conocido y le dije que nos diéramos un tiempo - Sollozo, a Emma le partía el corazón verla tan vulnerable, siempre ella era la fuerte.

- Tal vez sólo te dio miedo, Fer el te quiere, dense la oportunidad. Anda, llámalo y dile que aceptas.

- Discutimos después de eso y le dije que no queria saber nada de él - Lloraba desconsoladamente, los sollozos de Fer le partieron el corazón y Emma la acompañó en su dolor, el embarazo la tenía a flor de piel todo el tiempo.

Después de que se callaron y se relajaron decidieron hacer la lista para las compras de mañana, por suerte a Fer le había tocado descenso el día de navidad y podría estar con sus seres queridos.

*

- Papá - Chillo Emma de alegría al verlo en el aeropuerto, su papá no pudo contener las lágrimas, la abrazo y así pasaron por un par de minutos.

Dulce llegadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora